FIFAgate: todos los caminos del juicio en los Estados Unidos que conducen a Julio Grondona

A casi cinco años de la redada en el hotel Baur Au Lac de Zürich que marcó el comienzo del escándalo conocido como FIFAgate, el departamento de Justicia de Estados Unidos hizo pública la tercera acusación. Esta vez, apuntó a las empresas de TV que se vieron beneficiadas por los esquemas de corrupción. Y confirmó, por primera vez, que dos miembros del comité ejecutivo de la FIFA fueron sobornados para votar por Qatar 2022: el brasileño Ricardo Teixeira y el paraguayo -ya fallecido- Nicolás Leoz. La acusación habla de un tercer coimeado, al que denomina como "Co-Conspirador #1".

En otro párrafo, el documento aporta más datos sobre ese personaje: "En varios pasajes relevantes para esta acusación, el Co-Conspirador #1 era un ejecutivo de alto rango de la FIFA, la Conmebol y la AFA, la Asociación del Fútbol Argentino, miembro de la FIFA y de la Conmebol". El único dirigente argentino que, entre 1999 y 2015 ostentó todos esos cargos fue Julio Humberto Grondona, por lo que todos los caminos llevan a él.

Hay una explicación por la que los fiscales e investigadores estadounidenses no mencionan al histórico dirigente de Arsenal: se murió antes de que se iniciara el proceso. El entonces presidente de la AFA falleció a fines de julio de 2014, menos de un mes después de la final del Mundial de Brasil. El primer proceso formal del FIFAgate se produjo el 27 de mayo de 2015. Otros co-conspiradores o, directamente, acusados, que fallecieron, fueron el estadounidense Chuck Blazer, el paraguayo Nicolás Leoz y el brasileño José Hawilla. Como lo hicieron después del inicio de la investigación, por eso aparecen con nombre y apellido.

El día que la FIFA le otorgó la sede del mundial de 2022 a Qatar

Pero el "Co-Conspirador #1" (que todo apunta a ser el alter-ego de Grondona para los investigadores) no aparece solo en la votación del mundial de Qatar 2022. Al parecer, el entonces presidente de la AFA les dio información privilegiada sobre la licitación de los derechos de TV de los mundiales de 2018 y 2022 a dos exejecutivos de Fox Sports que fueron acusados este lunes: el mexicano Carlos Martínez y el argentino Hernán López.

Según el Departamento de Justicia estadounidense, "los acusados, junto con otros, se aprovecharon de la lealtad asegurada mediante el pago de coimas a ciertos ejecutivos de la Conmebol por las Copas Libertadores para avanzar en otros intereses comerciales de Fox, obteniendo información confidencial del Co-Conspirador #1 sobre la licitación para los derechos de TV de 2018 y 2022 en los Estados Unidos". El estadounidense era el principal mercado de Fox Sports. Y en octubre de 2011 la señal se aseguró esos derechos.

La acusación menciona a otro argentino en el esquema de corrupción: Eduardo Deluca. Ex secretario general de la Conmebol, "era -según el departamento de Justicia de Estados Unidos- el encargado de recibir los sobornos de Zorana Danis", la dueña de la empresa ISM, agente comercial de la Conmebol. Las coimas debían servir, entre otras cosas, para que la empresa obtuviera y retuviera los derechos comerciales de la Copa Libertadores. ISM luego se encargaba de revenderlos y, así, conseguía los auspiciantes del torneo. "En varios momentos de relevancia para la acusación, Danis también le pagaba sobornos a Nicolás Leoz (presidente de la Conmebol) para el mismo propósito".

Con el agregado de Hernán López (ejecutivo argentino de Fox Sports que fue acusado hoy), la Argentina cuenta con siete ciudadanos implicados en FIFAgate: Alejandro Burzaco, exCEO de Torneos, sigue en Estados Unidos a disposición de la Justicia estadounidense y sin fecha de sentencia. José Luis Meiszner y Eduardo Deluca, ambos con prisión domiciliaria y con pedidos de extradición rechazados. Lo mismo ocurre con Hugo y Mariano Jinkis: el juez Claudio Bonadio denegó el pedido de Estados Unidos a fines de 2016. Habrá que ver qué ocurre ahora que la empresa Full Play (propiedad de padre e hijo Jinkis) fue acusada formalmente. El argentino José Margulies se nacionalizó brasileño y trabajó casi toda su vida en la empresa Traffic. Tiene 80 años y fue condenado en enero de este año a dos años de libertad condicional por su rol en el FIFAgate, además de pagar una multa de 9,2 millones de dólares.