Fiebre hemorrágica: la historia de la suspensión de la producción de la vacuna a la que aludió el Presidente

Juan Manzur y Alberto Fernández
Fabian Marelli_Pool Argra - LA NACION

Justo antes de tomarle juramento a los nuevos ministros, el presidente Alberto Fernández tomó la palabra para referirse a la crisis institucional que la coalición gobernante provocó tras las PASO. En medio del discurso, sacó un pequeño frasco de su bolsillo y lo mostró al auditorio: era un vial de la vacuna Candid 1 contra la fiebre hemorrágica argentina (FHA), que el instituto Maiztegui de Pergamino no pudo producir entre 2018 y 2019 por problemas en la planta y retomó, recién, el año pasado. Y Fernández lo capitalizó políticamente.

“Esta vacuna se hizo en Argentina hasta que en 2017 dejó de hacerse y hoy volvimos a hacerla. Esa vacuna sirve para ejemplificar de qué países en pugna estamos hablando”, argumentó el mandatario sobre el vial que, por la mañana, le había entregado la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y en referencia al gobierno de Mauricio Macri. ¿Ocurrió así?

En realidad, el último lote se elaboró en 2018. Los problemas de producción de la Candid 1, de hecho, se conocieron hacia finales de ese año debido una investigación de oficio que hizo la Defensoría del Pueblo de la Nación por denuncias de ciudadanos en septiembre de ese año. El organismo relevó el funcionamiento del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio I. Maiztegui (INEVH), que en décadas padeció de desfinanciamientos cada tanto.

El Instituto de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio I. Maiztegui, en Pergamino
El Instituto de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio I. Maiztegui, en Pergamino


El Instituto de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio I. Maiztegui, en Pergamino

En 2019, tras ese relevamiento, se le solicitó a la entonces Secretaría de Salud de la Nación y a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis Malbrán) que hiciera “las gestiones necesarias” para el funcionamiento de la planta de producción y “evitar un posible desabastecimiento” de la vacuna contra la FHA o “mal de los rastrojos”.

En septiembre de ese año, se transfirieron $26 millones para la adquisición de equipamiento e insumos para reactivar la producción de Candid 1. Los tiempos del proceso de compras, entregas y reparaciones terminaron por retrasar el inicio de los trabajos hasta el año pasado. Ya en 2020, desde Anlis Malbrán se continuó ese proceso, con una inversión que hoy estiman fue de $47.575.000. Los trabajos arrancaron con la planta de agua y las máquinas de frío.

Este año, según se amplió oficialmente a LA NACION, se asignó al instituto una partida de $75,7 millones “para compra de equipos específicos, sistema de producción de agua purificada, validador térmico y estufas para la producción de vacunas, además de equipamiento de laboratorio, mobiliario y mantenimiento”.

Si en algo coinciden la gestión anterior y la actual en la cartera sanitaria nacional ante la consulta, es en que no hubo faltante de vacunas para FHA con la alteración de la producción.

Demanda

Testimonios en ese momento daban cuenta de que había que reparar refrigeradores y actualizar otros equipos porque eran insostenibles para la producción los problemas en la planta. Se necesitaba modernizar así un instituto clave para el estudio y el diagnóstico de las virosis, pero descuidado desde hacía años. Es uno de los 13 que conforman la Anlis.

Para entonces, había un stock disponible de 190.000 dosis, según se informó oficialmente ante el reclamo. “Esa cantidad satisface la demanda para todo el año 2020, de acuerdo con el régimen de demanda aumentada y las condiciones epidemiológicas vigentes”, comunicó la Secretaría de Salud d de la Nación a finales de 2019.

La vacuna se incorporó al calendario en 2007 para las poblaciones de las áreas de riesgo. Un análisis de LA NACION sobre los datos del registro federal de vacunación Nomivac de los últimos 11 años revela sobre el uso de las dosis producidas en Pergamino que en 2018 se aplicaron 32.542 unidades y, en 2019, 24.860 dosis.

Candid 1 está indicada como una aplicación única en la población de entre 15 y 65 años de la región agropecuaria formada por Buenos Aires, La Pampa, Córdoba y Santa Fe. La FHA es una enfermedad causada por el virus Junín, que se transmite a través del contacto en ambientes invadidos por roedores del campo.

El frasco que mostró el Presidente durante la jura de los nuevos ministros es parte de la producción tras la suspensión de actividades y que está en la etapa de revisión para que la autoridad regulatoria autorice su uso. Cada lote incluye 80.000 dosis, con un vencimiento a nueve si se mantiene en cámaras de frío a -20°C, de acuerdo con las publicaciones al respecto. En condiciones, el Maiztegui puede elaborar entre cuatro y cinco lotes por año de una vacuna con un 95,5% de eficacia contra una enfermedad propia de una región argentina.