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Fernanda Vives, sobre su vida lejos de los medios: "Soy feliz y cada día amo más a mi marido"

"Estoy orgullosa de la familia que armamos". Con esa frase, Fernanda Vives, la exvedette que hace 10 años se retiró del medio artístico y se casó con el futbolista Sebastián Cobelli resumió su presente. Este viernes, Vives pasó por Cortá por Lozano junto a su esposo y sus dos hijos, Brisa, de 8 años, y Rocco, de 4, y, además de realizar un repaso de su historia de amor, contó cómo fue su vida durante la última década.

"Nos presentó Fabiana Liuzzi, que es una amiga en común. Sebastián jugaba en Córdoba y ese año yo estaba en el 'Bailando por un sueño'. Nos mensajeamos hasta que nos vimos y al mes estábamos viviendo juntos. Me fui a Córdoba, dejé todo. Soy feliz y cada día amo más a mi marido. ¡Qué lástima que tuve un pasado mediático y esto no vende!", comentó quien fue durante ocho años de "La Tota" Santillán.

Sebastián sorprendió a los presentes por llevar en su pierna derecha una bota ortopédica. "Me caí intentando hacerme el electricista. No puedo pisar. Nos dividimos las tareas. A mí me gusta cocinar, corto el pasto, y Fernanda se ocupa de limpiar la pileta, de la limpieza de la casa", contó.

La pareja reveló que busca momentos para estar a solas. "Vamos a comer, al cine, al teatro, al casino. Mi papá nos da una mano y también la mamá de él, aunque vive en Rosario. De todas maneras los chicos son divinos y se porta re bien Y hacemos boxeo juntos", contaron.

Luego de su retiro del fútbol, Sebastián se dedica a negocios inmobiliarios en Rosario. "No me costó mucho dejar, pero me llevó mis horas de terapia". Fernanda acotó que ser mujer de un futbolista no es tarea fácil. "La mujer del futbolista necesita tener mucha paciencia. Se recibió de director técnico y tuvo algunas propuestas. Pero ahora no estoy sola, y mover a la familia es todo un tema. Los chicos van a la escuela. De todas maneras, lo acompañaré como siempre. Pero no es fácil", ecplicó.

Retirada del medio desde que formó su familia, Fernanda afirmó que tiene ganas de volver a trabajar. "A veces sueño con volver, pero no me visualizo en dónde. Priorizo mi familia". Y agregó: "Cumplí los 40 y me pegaron. Cambié de look porque creo que estoy entrando en una crisis".

Por último, los dos contaron que Fernanda es la que pone límites y Sebastián el que juega más con los chicos. "Cuando nació Brisa, yo quería un nene. Estuve medio bajoneado dos días hasta que caí. Brisa es hermosa y lo más lindo que me pasó. A veces jugamos a la lucha; la estoy criando como un hombrecito", bromeó el exfutbolista.