Yahoo Noticias Feminicidios en México, a punto de convertirse en el principio del fin de López Obrador y su 4T
El grupo feminista de Veracruz “Brujas del Mar” convocó a las mujeres para el 9 de marzo a realizar el paro nacional “Un Día Sin Nosotras”, donde las invita a no asistir al trabajo, no comprar, no asistir a la escuela, no hacer trabajo en el hogar, no salir a la calle. Que la sociedad vea la importancia que tiene el 51 por ciento de la población y que se detenga la violencia de género.
En México existe la violencia de género, la discriminación contra las mujeres y el feminicidio. Hace treinta años se empezó a llevar la estadística y desde entonces muchas voces gritaban “Nos están Matando” y las siguen matando con saña, en forma cruel y sanguinaria. Las muertas se cuentan por miles al año. El récord corresponde a 2019 en el que fueron asesinadas 10 mujeres cada día.
La presencia del feminismo mexicano es una realidad que se expresa activamente en el debate político actual, exigiendo a los políticos medidas especificas para combatir el machismo y transitar hacia una sociedad más justa e igualitaria.
Los asesinatos de Abril Pérez Sagaón, Abigail Escamilla y la niña Fátima en las últimas semanas, aceleraron el activismo feminista que demandó al presidente López Obrador la expresión de su posición sobre este problema que las afecta.
Fue cuestionado en su conferencia de prensa matutina y dijo que su gobierno ataca las causas de la violencia contra las mujeres y busca “una sociedad más justa, más igualitaria y fraterna”. Hizo un llamado a “purificar la vida pública” y comentó que el crimen en contra de la niña Fátima era parte de la crisis que dejó el “modelo neoliberal”.
Dos días después fue nuevamente cuestionado y de manera improvisada presentó un decálogo para detener el problema: “Se tiene que respetar a las mujeres”, dar “castigo a responsables de la violencia contra mujeres”; y un “no a los crímenes de odio contra mujeres”, son algunos puntos de su decálogo. En redes sociales señalaron que esa era una lista insuficiente, llena de obviedades y buenas intenciones que no aportaba nada de fondo para responder a las exigencias de las mujeres.
Integrantes de diferentes organizaciones de mujeres se manifestaron frente a Palacio Nacional, en demanda de atención del presidente López Obrador, para exigir que se ponga alto a la violencia de género y la práctica políticas públicas que garanticen “la seguridad y vida de las mujeres”. Pintaron puertas y muros de la sede presidencial.
Presionado por periodistas, el presidente señaló que estaba de acuerdo con la creación de fiscalías especializadas en feminicidios, una de las medidas urgentes planteadas por especialistas para frenar estos crímenes.
La geofísica María Salguero, dedicada desde hace unos años a elaborar un mapa sobre crímenes y feminicidios en el país, comenta que en el gobierno de López Obrador “no entienden el problema del feminicidio. Es una violencia muy específica hacia la mujer que necesita medidas urgentes. Si no entiende López Obrador el problema, no va a entender la importancia de por qué se debe atacar a tiempo”.
Que escuche a las mujeres en su gabinete, “Que le informen por qué la violencia de género ha permeado en el país, es un machismo estructural muy arraigado, lo tenemos desde la casa, la educación, la iglesia, en el entorno social”. (Chicago Tribune, 21 de febrero de 2020)
La convocatoria “Un Día Sin Nosotras” ha sido públicamente apoyada por diversas organizaciones de mujeres, estudiantes universitarias, empleadas de empresas, trabajadoras de gobiernos estatales, diputadas, senadoras, del Poder Judicial, y demás, en todo el país.
No obstante, el presidente López Obrador, siendo un movimiento feminista surgido de la sociedad civil, lo ha descalificado, politizándolo al comentar, como es su costumbre, que “hay mano negra” detrás del llamado al paro nacional de mujeres y que está organizado por “conservadores”.
El señalamiento en si mismo es una confesión de su ignorancia sobre el tema y la manifestación de su propia cultura machista en la que no tiene lugar la equidad de género, aunque si la reconozca en el discurso de su campaña permanente.
Su falta de determinación a favor de las mujeres y en el combate a los feminicidios podría ser su el inicio del fin de la 4T. El principio del retroceso que ya se observa en los indicadores de las encuestas. Consulta Mitofsky reveló que, en estos días, López Obrador registró el nivel más bajo en su popularidad desde el 1 de diciembre de 2018. El respaldo es de 55%, 10 puntos menos que en abril de 2019.
En esta crisis en presidente no esta solo, lo respalda su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, que primero apoyó la convocatoria de las mujeres y después cambió de “opinión”. También está la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, que en apoyo a su jefe dijo: “si hay paro, habrá tentaciones entre las mujeres de lavar platos.” Y no dejemos de contar a sus robots que lo apoyan incondicionalmente en las “benditas redes sociales”.
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