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FBI y el DHS emiten advertencia sobre posibles ataques extremistas violentos en respuesta a cateo a Trump

Dos agencias federales de EE.UU. advierten sobre la posibilidad de más ataques inspirados por la ira de los seguidores de Donald Trump en respuesta al cateo del FBI en Mar-a-Lago.

El FBI y el DHS (Departamento de Seguridad Nacional) emitieron conjuntamente un memorando a los funcionarios de ambas agencias en el que advierten que la probabilidad de ataques extremistas domésticos en suelo estadounidense aumentó de forma drástica desde el cateo del lunes pasado. El expresidente es investigado por retención ilegal de material clasificado.

Los funcionarios advierten que “el FBI y el DHS han observado un aumento en las amenazas violentas publicadas en las redes sociales contra funcionarios e instalaciones federales”, y dicen que el aumento puede atribuirse a la decisión de la agencia de “llevar a cabo una orden de cateo autorizada por un tribunal en Palm Beach, Florida”. La referencia a Trump es obvia, aunque no lo nombra específicamente a él ni a sus seguidores.

La advertencia se da después de que un hombre muriera en un tiroteo con la policía después de que supuestamente atacara un edificio de la sede del FBI en Cincinnati, Ohio.

También después una protesta armada frente a una oficina del FBI en Phoenix, Arizona, aunque no hubo violencia.

Donald Trump ha reconocido una “gran ira latente” entre sus partidarios en los días posteriores al cateo y, según los informes, se acercó a través de su equipo a los principales funcionarios del Departamento de Justicia para preguntarles cómo podía bajar la temperatura de la situación. Públicamente, sin embargo, sigue criticando al FBI y plantea conspiraciones totalmente infundadas que son casi demasiado numerosas para contarlas: acusó a Barack Obama de robar “millones” de documentos y acusó al Departamento de Justicia de plantar pruebas para incriminarlo.

Sus aliados también comparten esas obvias afirmaciones falsas, mientras que algunos miembros leales a Trump de la Cámara de Representantes de EE.UU., como Marjorie Taylor Greene y Paul Gosar, han exigido que los republicanos apoyen la desfinanciación total del FBI.