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A falta de bancos buenos son dólares: cómo es la transacción de bienes y servicios en un país sin luz

Una mujer paga en dólares por dos docenas de huevos en Caracas el 12 de marzo. (Foto cortesía)
Una mujer paga en dólares por dos docenas de huevos en Caracas el 12 de marzo. (Foto cortesía)

En Venezuela no sólo escasea el agua y la luz. El valor de la moneda local se evaporó al punto de que los billetes no sirven para comprar casi nada. Y a falta de bolívares buenos son dólares.

La paralización del sistema bancario durante la primera semana del apagón afectó la posibilidad de los venezolanos de pagar con transferencias electrónicas y tarjetas de débito y crédito.

La solución que encontraron los comerciantes fue sencilla: cobrar directamente en dólares estadounidenses, una moneda que algunos venezolanos han ido ahorrando debajo del colchón porque hasta hace poco poseerlos era ilegal.

En Maracaibo, la segunda ciudad más poblada de Venezuela y la más golpeada por la falta de luz y una ola de saqueos que destruyeron al menos 500 negocios, las únicas tiendas que permanecen abiertas sólo aceptan pagos en divisa estadounidense, siempre y cuando los billetes sean de 5 dólares en adelante, informó Reuters.

Un cajero cuenta dólares estadounidenses y bolívares recibidos de un cliente en una panadería durante un apagón en Caracas, Venezuela 10 de marzo 2019. (REUTERS/Manaure Quintero)
Un cajero cuenta dólares estadounidenses y bolívares recibidos de un cliente en una panadería durante un apagón en Caracas, Venezuela 10 de marzo 2019. (REUTERS/Manaure Quintero)

“Todo lo venden en dólares y ¿de dónde voy a sacar esos billetes?”, se pregunta Lila Matheus, una mujer de 50 años, madre de un adolescente de 14, quien teme no encontrar un lugar para comprar alimentos en la moneda nacional.

En Caracas, la periodista Ingrid Bravo Balabú dijo que los supermercados aceptan pagos en bolívares y en dólares pero que los precios están dolarizados. “Gasté ayer 20 dólares para comprar algo de comida que me alcanza para una semana”.

En las ciudades en estados fronterizos con Colombia, como San Cristóbal o San Antonio del Táchira, aceptan dólares o pesos colombianos.

En Santa Elena de Uairén, localidad limítrofe con Brasil, los comerciantes aceptan reales brasileños aunque las fronteras permanecen cerradas. Al parecer algunos efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana han conseguido una fuente alteran de ingresos al cobrar hasta 140 dólares por permitir el paso hasta Brasil.

En ese mismo estado Bolívar, donde se encuentra la averiada planta hidroeléctrica del Guri y una inmensa riqueza aurífera, hay zonas mineras donde los dueños de las tiendas sólo aceptan pagos en oro.

¿Y de dónde sacan los verdes?

Conseguir los devaluados bolívares es una tarea titánica.

Miles de venezolanos esperan en largas colas frente a las entidades bancarias desde el jueves pasado, después de 5 días hábiles sin funcionar, para retirar el máximo autorizado de 6.000 bolívares (equivalente a dos dólares). Aunque las filas ya no eran tan largas el lunes, los venezolanos aún tenían problemas para obtener efectivo, informó AFP.

La moneda venezolana tiene poco valor pero aún se usa para pagar el transporte público y algo de comida (Foto AFP)
La moneda venezolana tiene poco valor pero aún se usa para pagar el transporte público y algo de comida (Foto AFP)

Aunque un par de dólares parece insignificante, y en Venezuela sólo sirve para comprar un par de cafés en una panadería, equivale a una tercera parte del salario mínimo de 6 dólares mensuales que ganan al menos 4 millones de venezolanos.

Pero más complicado es tener dólares, divisa que hasta hace poco era completamente ilegal.

Las personas de mayores ingresos que se podían dar el lujo de guardar algo de dinero al final del mes se arriesgaban a comprar dólares ilegales, en el llamado mercado negro, porque era la única opción de resguardar el efectivo.

La otra importante fuente de divisas para los ciudadanos comunes son las remesas que reciben de sus familiares en el extranjero. Cálculos conservadores de las Naciones Unidas señalan que unos tres millones de venezolanos ahora viven en el extranjero, lo que representa un 10 por ciento de la población total.

Una familia venezolana vive en un campamento humanitario creado para inmigrantes en Bogotá, Colombia (AFP Photo/Raul ARBOLEDA)
Una familia venezolana vive en un campamento humanitario creado para inmigrantes en Bogotá, Colombia (AFP Photo/Raul ARBOLEDA)

Los venezolanos han visto un pronunciado deterioro de su calidad de vida con una hiperinflación que en 2018 llegó a 1.000.000 % y que en 2019 podría alcanzar la astronómica cifra de 10.000.000%.

Y la luz no termina de llegar

El servicio eléctrico aún no funciona con normalidad 13 días después del colapso del sistema de generación y distribución de energía del país. Al menos una docena de transformadores han estallado en las subestaciones de la estatal Corpoelec, dejando sin luz a las zonas donde ya se había restituido el servicio. Las plantas de tratamiento y bombeo de agua de las principales ciudades no funcionan o trabajan a medias porque requieren un enorme consumo eléctrico.

En medio de este inestable panorama de la banca y los servicios, la única manera de que han encontrado los comerciantes de vender sus productos y servicios es cobrando en dólares.

Impacto de las sanciones de EEUU

Pero el único factor que influyó en la dolarización de la economía venezolana no fueron los masivos cortes de luz.

También se ha sentido el impacto de las medidas impuestas el 28 de enero por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos que prohíben las transacciones con Petróleos de Venezuela y que dejaron al gobierno revolucionario sin su única fuente de divisas.

Para burlar las sanciones, Maduro sacó un as bajo la manga y ajustó la tasa cambiaria en el único mecanismo legal de cambio de divisas que existe en Venezuela, de tal manera que ahora es más barato comprar dólares en el Banco Central de Venezuela que en el mercado paralelo.

El lunes, la tasa del Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom) alcanzó el precio de Bs. 3.296,12 por dólar, mientras que el euro llegó a 3.732,20 bolívares. Mientras que el dólar en el mercado negro se cotizaba unos céntimos por debajo.

El economista Víctor Álvarez explicó a Finanzas Digital que “las sanciones aplicadas a PDVSA por el gobierno de Trump dejan sin mercado más de 500 mil barriles que la compañía vendía a refinerías en Estados Unidos. Con las sanciones a PDVSA no hay renta y se impone buscar las divisas en otro lado. El BCV está seco y necesita que los bancos vendan”.

Las presiones del sistema financiero son inmensas y hay quienes afirman que también estaría a punto de implosionar.

¿Inflación con dólares?

Lo que ha ocurrido en la práctica es que los venezolanos han dejado de usar el bolívar. Para algunos esto ha traído como consecuencia que ya no existe una hiperinflación en bolívares sino un acelerado proceso inflacionario en dólares. Otros alegan que los precios aumentan más rápido que la tasa cambiaria.

La firma consultora Ecoanalitica calculó que la canasta básica que hace un año costaba al cambio 100 dólares ahora cuesta 675 dólares, aun teniendo los billetes estadounidenses en efectivo.

La firma de análisis de riesgo Morgan Stanley publicó recientemente que el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela se contraerá un 12,1 por ciento al cierre del 2019.

El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, refutó el cálculo y dijo en su cuenta Twitter: “Visto el impacto de la crisis política, el colapso del sector petrolero y de los servicios (ej. Electricidad) la previsión de contracción es en extremo optimista. Puede ser hasta el triple”.

Y mientras la economía se contrae, seguidores y detractores del gobierno de Maduro se quejan en redes sociales por la falta de luz, agua y alimentos.