Facundo Moyano: “A la reforma laboral de Macri le dijimos no, pero el peronismo debió tener una alternativa”

El hijo de Hugo Moyano abrió las puertas para debatir cambios en la legislación laboral; "No le tengo miedo al fondo de cese laboral como alternativa a la indemnización", dice el diputado del Frente de Todos
RICARDO PRISTUPLUK

Sentado desde hace diez años en una banca de diputado nacional, Facundo Moyano siente que recién ahora pudo imponer sus numerosas iniciativas para atenuar la carga del impuesto a las ganancias. La pulseada por el tributo que pesa sobre los salarios aceleró el quiebre de la alianza de Hugo Moyano con Cristina Kirchner, entre 2011 y 2012. Algunas deducciones planteadas por el hijo del jefe camionero en al menos cinco viejos proyectos que jamás tomaron estado parlamentario serían incluidas ahora en la propuesta que hizo Sergio Massa para que se exima del gravamen a los sueldos inferiores a $150.000.

“La voluntad de discutir Ganancias surgió de Massa y abrió la puerta negociar excepciones”, dice Facundo Moyano sobre el proyecto que comenzará a debatirse a partir de esta semana en diferentes comisiones de Diputados.

El hijo de Moyano hace además una autocrítica por la vacunación de privilegio de su padre y su hermano Jerónimo, de 20 años, aunque lo diferencia del escándalo que derivó en la salida de Ginés González García.

Reconoce que trabaja para volver a la CGT, aunque sorprende con una interpelación al peronismo por el salto del trabajo no registrado. Además, por primera vez un integrante de la familia Moyano habilita la discusión para una reforma laboral. “A la reforma de Macri le dijimos que no, pero el peronismo debió tener una alternativa. No se puede mirar para otro lado cuando hay un 50 por ciento de trabajo no registrado”, plantea el legislador de 36 años durante una charla con LA NACION.

-¿El proyecto de Ganancias, con las modificaciones propuestas, lo siente como su mayor logro legislativo?

- Lo siento como propio, me siento artífice más allá de que fue Sergio Massa quien presentó la iniciativa y que es el que tiene volumen político para instalar el tema en la agenda pública. El proyecto de Massa fue fijar un piso general y abre la puerta a negociar las excepciones.

- ¿Cuáles son las deducciones que se incorporarían?

- Ya está aceptada la doble deducción para hijos de hogares monoparentales. Es un guiño al feminismo porque apunta a las madres solteras con hijos a cargo. También hay aval para deducir viáticos y comidas, que en el caso del transporte de larga de distancia sería del cien por ciento la exención. Para algunos camioneros significaría un 40% del salario. Para el resto de las actividades, la deducción sería de hasta el 40%. Además, para los empleos alcanzados por la categoría más alta, proponemos deducciones en compra de materiales para la construcción, de autos usados y turismo.

- ¿Y el aguinaldo?

- Hay que negociar. Veo posible eximir los adicionales por productividad.

- Hace diez años el reclamo por Ganancias aceleró la ruptura entre Hugo Moyano y Cristina Kirchner. ¿Qué cambió?

- La voluntad es de Massa. El punto más alto de asalariados que pagó Ganancias se dio en 2013, con el 30% de una masa de casi 10 millones de trabajadores. Por eso el reclamo de 2012 y 2013: era inflación, más Ganancias. Regalábamos sueldo. Por eso salimos a la calle.

Facundo Moyano junto a su perro Vitto en los pasillos de Estrategia, una fundación desde donde impulsa medidas para el transporte
RICARDO PRISTUPLUK


Facundo Moyano junto a su perro Vitto en los pasillos de Estrategia, una fundación desde donde impulsa medidas para el transporte (RICARDO PRISTUPLUK/)

- ¿Cómo es la convivencia interna en el Frente de Todos?

- Por supuesto que hay heterogeneidad de pensamientos como en toda coalición. Hay coincidencias básicas y hay algunas diferencias. Pero hay debates internos que nos permiten llegar a proyectos como este de Ganancias. En este caso, la oposición no tiene voz ni voto.

- Pero Juntos por el Cambio salió a pedir más eximiciones…

- Dijeron que en su gobierno los trabajadores no iban a pagar Ganancias y se duplicó la cantidad de trabajadores alcanzados por el impuesto. Moralmente no tienen muchos aportes para hacer. Que Waldo Wolff mire, aplauda y acompañe.

- Dicen que es una medida electoral…

- A mí no me importa. Me hubiera gustado que se haya dado antes, hace cinco años o en 2017.

- ¿Es viable incorporar una cláusula para que el mínimo no imponible se ajuste por intermedio de una cláusula gatillo que no sea la Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (Ripte)?

- Hay que intentar buscar un índice que refleje la inflación del Indec, que hoy es real y creíble, porque en caso de tener años malos, en los que el Ripte puede estar por debajo de la inflación, vamos a tener que hacer una nueva actualización dentro de dos años.

- ¿Cuándo cree que se desvirtuó el rol del Indec?

- La normalización del Indec fue uno de los pocos logros del macrismo. Lamentablemente la credibilidad de esos números fue con una economía muy mala.

- ¿Quién manda? ¿Alberto o Cristina?

- Alberto es el presidente. Concentra el poder de decisión y las herramientas institucionales. Después es innegable que Cristina es una dirigenta política con un peso mucho mayor al que tuvieron otros vicepresidentes. Eso le da un color diferente al Gobierno.

- ¿Qué reflexión hace del escándalo por las vacunas vip y de la vacunación irregular de su padre y su hermano de 20 años?

- Se habló demasiado y no tengo mucho para agregar. Hubo un ministro de Salud que fue corrido de su cargo. Es decir, hubo un costo político muy importante, lo que implica una autocrítica. Se corrió a un ministro de la envergadura de Ginés; Ginés es Alberto. Se reconoció el error por parte del Estado. No hubo un vacunatorio vip, hubo desorden y falta de coordinación. Hubo un grupo chico que se dio la vacuna cuando no lo tenía que hacer. Y eso está mal, si no no hubiera volado un ministro. No se puede seguir haciendo política de esto.

- ¿Y lo de su familia?

- Tampoco correspondía. Ya lo explicó Hugo Moyano y dio las razones. Las vacunas fueron proveídas por el gobierno de la ciudad a un sanatorio del sindicato de los camioneros y que no fue parte del vacunatorio gate. Eso no existió. No debían vacunarse, y se reconoció el error.

- De a poco está volviendo a la negociación sindical, ¿el objetivo es que algún Moyano vuelva a la CGT?

- Me siento parte del sindicalismo a pesar de hoy no tener ningún cargo. Circunstancialmente soy diputado, pero quiero ayudar a tener una CGT fuerte, que haya un movimiento obrero mejor. Creo que debemos hacer una autocrítica profunda sobre cómo mejorar la dinámica interna de los gremios a través de un régimen electoral sindical.

- Una de las grandes críticas es la perpetuidad en los cargos. Su padre lidera Camioneros desde 1987 y hay otros casos similares…

- La democracia interna no pasa solo por la perpetuidad de los mandatos. Es necesario que haya una limitación de los mandatos sindicales. Eso no quiere decir que tenga que ser regulado por ley. Hay que definir hasta dónde puede intervenir el Estado en una institución privada, que no administra recursos públicos. Los trabajadores son los que votan.

- ¿Lo representa la CGT actual?

- No. Históricamente no es la línea del sindicalismo que yo sigo, pero creo que esta CGT debería ser parte de una CGT que se conforme a futuro. Tenemos que trabajar por una unidad más amplia.

- ¿Volverías entonces a la CGT?

- Yo quiero estar en la discusión y estoy hablando con diferentes gremios. Estuve con Sergio Sasia, Guillermo Moser y coordino acciones con los gremios del transporte. Puedo ser una herramienta desde lo legislativo para promover la unidad. La Confederación del Transporte también es otro desafío.

- ¿Qué opinas de los bloqueos de los camioneros como metodología de protesta gremial?

- La importancia del transporte de cargas es superlativa y cada vez que el sindicato toma medidas tienen un impacto muy fuerte.

Facundo Moyano impulsa deducciones en el proyecto de Ganancias que se comenzará a debatir la semana próxima en Diputados
RICARDO PRISTUPLUK


Facundo Moyano impulsa deducciones en el proyecto de Ganancias que se comenzará a debatir la semana próxima en Diputados (RICARDO PRISTUPLUK/)

- Pero a veces desafían a la Justicia y desconocen las ordenes…

- Es parte de la dinámica de protesta de los gremios. Nunca vi una medida de fuerza de los camioneros que perjudicara a la sociedad en su conjunto. El sindicato tiene un gran poder de movilización y fuego, que sirve más para la especulación y la negociación que para lo que concretamente se hace.

- ¿La doble indemnización y la prohibición de despidos son medidas que deben ser permanentes?

- No, permanentes claramente no. Cuando esas medidas fueron efectivas, en 2002, no fueron permanentes. Se dejaron cuando la economía encontró su rumbo y crecimiento. Pero tampoco sirven aisladas, sirven cuando están acompañadas por ayudas como el Repro. Lo que es necesario es rediscutir el sistema laboral. Es una asignatura pendiente del peronismo. El peronismo no puede mirar para otro lado cuando hay un 50 por ciento de trabajo no registrado.

- La oposición planteó la semana pasada la necesidad de una reforma laboral…

- Es una mala palabra. Pero no podemos desconocer que hay un problema estructural en cuanto al trabajo no registrado. Hay que rediscutir el sistema impositivo, previsional y laboral. No depende del crecimiento económico del país porque cuando crecimos a tasas chinas el trabajo no registrado era del 35 por ciento. El que no lo quiere ver está desconociendo la realidad. Estoy a favor de discutir el sistema laboral. Estoy seguro que también Hugo Moyano está a favor. A la reforma de Macri le dijimos no. Pero el peronismo debería haber tenido una propuesta.

- Está de alguna manera abriendo la puerta al debate sobre la legislación laboral…

- No le tengo miedo al fondo de cese laboral como alternativa a la indemnización en determinadas actividades porque hay un 50 por ciento de trabajadores que cuando los despiden no cobran nada, incluso los que están registrados, como pasó por ejemplo en el sector textil durante la era Macri. Hay actividades con una alta tasa de trabajadores en negro. Cuando lo charlé en 2018 con Cristina Kirchner, ella coincidió en hablar de actualización laboral y no de reforma.

- ¿Es viable discutir una reforma laboral en este contexto?

- Es viable habilitar el debate. Lo estamos charlando con la Unión Industrial Joven, con Massa y hasta con Gerardo Martínez, de la Uocra. La ley de contrato de trabajo no se aplica al 50 por ciento de los trabajadores por que la realidad así te lo muestra. Hay un problema.