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Facebook desata una nueva polémica con los avisos de campaña en EE.UU.

WASHINGTON.- La campaña presidencial de Estados Unidos apenas empieza a ganar temperatura, y Facebook ya quedó envuelta en una nueva tormenta política. Tras brindarle una plataforma a las fake news para propagar desinformación en 2016, la red social más popular del planeta quedó ahora en la mira de los demócratas, que la acusan de inclinar la cancha -otra vez- a favor del presidente, Donald Trump, y darle vía libre para mentir al permitir que se publiquen avisos políticos engañosos, sin filtro.

Facebook se esforzó en los últimos años por "limpiar" su plataforma con la implementación a fines de 2016 de un amplio programa que verifica la veracidad de los contenido publicados en la red y reduce la propagación de noticias falsas, y evita que se viralicen otras publicaciones erróneas como memes, o fotos o videos manipulados. Pero la empresa le dejó un hueco a la política: en 2018, decidió dejar afuera a los avisos de campaña.

La decisión, tomada justo antes de que el gasto en avisos digitales de las campañas empezara a escalar por la campaña presidencial, generó ahora alta alarma entre los demócratas. El motivo: la campaña de Donald Trump ha gastado millones de dólares en avisos digitales, y la oposición acusa a Facebook de darle vía libre para diseminar mentiras, en línea con el discurso presidencial.

Este año, hasta principios de octubre, la campaña de Trump invirtió más de US$ 14 millones en avisos en Facebook, según un seguimiento de la organización Bully Pulpit Interactive. Trump ha aumentado exponencialmente el gasto en avisos digitales desde fines de septiembre, cuando se desató el escándalo del Ucraniagate que lo dejó al borde de un juicio político.

"La libertad de expresión es un principio fundador absoluto para Facebook", dijo días atrás en Washington el vicepresidente de Asuntos Globales y Comunicaciones de Facebook, Nick Clegg. "Somos defensores de la libertad de expresión y la defendemos ante los intentos de restringirla. Censurar o sofocar el discurso político estaría en desacuerdo con lo que estamos haciendo", agregó.

Clegg justificó con ese principio la decisión de la red social de excluir los avisos políticos de los "filtros" que aplica a otros contenidos en la plataforma. Y utilizó una particular analogía tenística para explicar su política.

"Nuestro trabajo es asegurarnos de que la cancha esté lista: la superficie esté plana, las líneas pintadas y la red a la altura correcta. Pero no recogemos una raqueta y comenzamos a jugar. Cómo juegan los jugadores depende de ellos, no de nosotros", afirmó.

Joe Biden y Elizabeth Warren, líderes en la interna demócrata, han sido dos de los dos candidatos que reaccionaron con mayor virulencia a esta política. Biden le reclamó a Facebook que removiera un aviso de Trump con información falsa sobre su hijo, Hunterk, quien quedó en el centro del Ucraniagate por su trabajo de director en Burisma, una energética ucraniana. La empresa no lo hizo.

Warren fue más allá. Su campaña decidió publicar un aviso con información falsa para probar que el "hueco" habilitado por Facebook abría una ventana a la desinformación. "Última noticia: Mark Zuckerberg y Facebook acaban de respaldar a Donald Trump para la reelección", era la primera línea del aviso. Tras aclarar que no era cierto, la propaganda afirmaba que Zuckerberg le había dado "rienda libre a Donald Trump" para desparramar mentiras.

"Facebook tiene un poder increíble para afectar las elecciones y nuestro debate nacional", escribió Warren en Twitter, al publicar el aviso con información falsa. "Facebook ya ayudó a elegir a Donald Trump una vez por negligencia. Ahora, han cambiado su política para poder obtener ganancias de las mentiras al pueblo estadounidense. Es hora de responsabilizar a Mark Zuckerberg", cerró la candidata, quien ya está primera en los sondeos de la interna demócrata.