Fórmula 1: Felipe Massa reclama ser el campeón mundial de 2008 y deja de ser embajador de la categoría
La Fórmula 1 transita este fin de semana de su competencia más pasional: el Gran Premio de Italia, que este viernes desarrolló ensayos y este sábado, a partir de las 11 y con transmisión de Fox Sports y Star+, hará su prueba de clasificación. Como cada vez que ella llega Monza, la expectativa es enorme. Esta vez hay un aditamento especial.
Felipe Massa, ex piloto de Ferrari, escudería local en el autódromo del norte italiano, deja su función de embajador de la Fórmula 1. Se trata de una condición que la organización asigna a ex pilotos renombrados (Mika Hakkinen, Jacques Villeneuve y David Coulthard, entre ellos), a quienes paga traslados y alojamiento para representarla, mostrándose en el paddock, saludando a personalidades y vistiendo el logotipo de la Fórmula 1.
La categoría pidió al brasileño que no cumpliera esa función mientras esté en conflicto, para no distraer la atención. Los medios estarían mucho más interesados en el litigio que amenaza iniciar que en las formalidades corporativas: Massa reclama la corona del Mundial de 2008, aquél que Lewis Hamilton (McLaren) le birló en la última vuelta del año al paulista de Ferrari en el mismísimo GP de Brasil, y justo en San Pablo.
Massa no objeta aquella confusa definición, en la cual durante unos segundos se pensó que él era el campeón y luego se supo que no lo era –Hamilton llegó 5º y logró el cetro por un punto–, sino el resultado de una carrera anterior, la de Singapur, en la que su compatriota Nelson Piquet (h.) chocó intencionalmente para que interviniera el Auto de Seguridad y fuera favorecido su compañero en Renault, el español Fernando Alonso. En esa interrupción, Massa ingresó a los boxes, sufrió un problema con una manguera de combustible y finalmente abandonó. Hamilton resultó 3º y consiguió puntos que serían decisivos para que lograra, en el cierre del año, su primera corona.
Al tiempo, Bernie Ecclestone, el promotor comercial de la Fórmula 1, manifestó que la colisión de Piquet había sido ex profeso y que lo sabían la F. 1 y la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Incluso, más tarde lo admitió el propio Piquet.
Massa entiende que de no haberse dado esa situación irregular y punible –hubo sanciones en su momento–, él no habría ido a la calle de boxes y no habría sufrido la causa de deserción. Dice no tener nada contra Hamilton, pero irá a la justicia en caso de no ser correspondido por la categoría... de la que es embajador.
“Perdí la calma, porque me habían robado. Desde entonces nunca estuve relajado. Soy el campeón y me siento así, el 16º campeón de la Fórmula 1 con Ferrari. Mostramos en esa temporada que lo merecíamos”, arguye Massa, que aduce “daños morales” y “de reputación” por no haber quedado como el vencedor del Mundial de 2008.
Por otro lado, en las prácticas de este viernes el mejor registro correspondió a un Ferrari, el del español Carlos Sainz (h.), que fue seguido inmediatamente por uno del McLaren del inglés Lando Norris y luego por uno del Red Bull del mexicano Sergio Pérez. El neerlandés Max Verstappen, puntero del certamen y piloto del otro Red Bull, resultó quinto y quedó impresionado por la velocidad de los Ferrari en “su” escenario; el otro coche de la Scuderia, el de Charles Leclerc, se ubicó sexto.