Sanguinetti, el viejo zorro político que regresó y dijo adiós con honores

Montevideo, 20 oct (EFE).- Figura histórica y actual líder del tradicional Partido Colorado uruguayo, el dos veces presidente de Uruguay (1985-1990 y 1995-2000) Julio María Sanguinetti es reconocido, con sus luces y sombras, como uno de los artífices de la coalición "multicolor" que hoy gobierna el país.

El abogado, escritor y periodista, que se unió al Partido Colorado (PC, centroderecha) en su adolescencia, tiene, a sus 84 años, una carrera que le permite posicionarse como uno de los políticos más reconocidos de Uruguay dentro y fuera de fronteras.

En 1962 obtuvo un escaño en la Cámara de Diputados, fue reelecto en 1966 y 1971 y alcanzó su primer cargo como ministro de Industria y Comercio durante el Gobierno de Jorge Pacheco Areco (1967-1972).

Fue designado y ejerció, a su vez, como ministro de Educación y Cultura en la administración del 'colorado' Juan María Bordaberry, quien decretó, el 27 de junio de 1973, el golpe de Estado que dio inició la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985).

A lo que fue proscrito políticamente, regresó a su actividad como abogado y periodista escribiendo en medios de prensa tanto de análisis político como de crítica de arte y se desempeñó como presidente del Centro Regional para el Fomento del Libro y la Lectura en América Latina.

VOLVER A LA DEMOCRACIA

Como dirigente del PC, Sanguinetti tuvo un rol decisivo en las negociaciones con las Fuerzas Armadas que condujeron a la reinstauración de la democracia en el país y fue entonces el candidato que triunfó en las elecciones de 1984; se convirtió así en el primer presidente del período posterior a la dictadura.

Su primer Gobierno estuvo marcado por la transición a la democracia y la aprobación de la denominada Ley de Caducidad, que propuso una amnistía para los militares que habían cometido delitos durante la dictadura, a la que los movimientos sociales se opusieron.

De las filas del Batllismo, corriente socialdemócrata del expresidente colorado José Batlle y Ordóñez, impulsor de leyes sociales y defensor de un Estado benefactor, Sanguinetti pasó el mando en 1990 al candidato del histórico rival del PC, el Partido Nacional (PN), Luis Alberto Lacalle, padre del actual presidente, Luis Lacalle Pou.

El líder colorado, que tras ganar la presidencia por un segundo período fue electo senador y además se desempeñó como secretario general del PC entre 1983 y 1985, y entre 2004 y 2009, perdió ese último año la candidatura por su partido y dejó el Parlamento en 2010.

No fue hasta 2018 que Sanguinetti, alejado de toda actividad política, regresó para impulsar una ronda de contactos entre partidos para construir una alianza que se impusiera a la coalición de izquierdas Frente Amplio, que, con las figuras de Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) y José Mujica (2010-2015), gobernó el país esos 15 años.

SALVAR EL PARTIDO, FORMAR ALIANZAS

Ante la caída de su partido, que registró sus peores votaciones de la historia, el expresidente, como afirmó entonces, no pudo negarse a todos los "amigos, dirigentes, economistas y sociólogos" que le pidieron que volviera.

Artífice de los acuerdos partidarios, Sanguinetti, que se lanzó nuevamente como candidato a la interna del PC contra el economista Ernesto Talvi, facilitó la unidad con el rival PN y otros minoritarios como el Independiente (PI) y el De la Gente.

De allí surgió, con la incursión de un nuevo partido de derecha, Cabildo Abierto (CA), la coalición multicolor que hoy lidera Lacalle Pou.

Sin embargo, otras sorpresas más cambiaron el rumbo del octogenario colorado: a la aplastante victoria de Talvi como candidato a la interna del PC siguió, tras cuatro meses de desempeño como canciller, una apurada renuncia del economista, que se alejó del cargo y dejó además su banca de senador.

Electo nuevamente como secretario general del PC, Sanguinetti dejó este martes su banca como senador en una emotiva sesión en la que también se retiró Mujica.

Después de la intervención de los senadores, Sanguinetti disertó en su discurso sobre que "el concepto de representación política está en crisis" y reflexionó sobre el rol que tienen allí las nuevas tecnologías, a lo que recalcó que "los partidos son la vertebración de corrientes históricas".

Como expresó en su carta de renuncia, el exmandatario dijo que se centrará ahora en su formación y continuará con su actividad como articulista en varios medios periodísticos.

"Desde que fuimos a la elección, nunca pensé que mi destino era el Parlamento. Pensé que era una etapa clausurada", señaló en su discurso el histórico líder, cuyo suplente será Tabaré Viera, también del PC.

(c) Agencia EFE