The New York Times
SCHODACK LANDING, Nueva York -- Las 1500 vacas de Jersey que Nathan Chittenden y su familia crian en el norte del estado de Nueva York parecen tener una vida despreocupada. Pasan sus dias holgazaneando en graneros bien ventilados y comiendo hasta hartarse en los abrevaderos. Tres veces al dia, se dirigen a la sala de ordeño, donde aspiradoras calibradas por computadora drenan varios galones de leche caliente de sus ubres, un proceso que dura tanto como recitar "El granjero en el valle".Chittenden, de 42 años, un granjero lechero de tercera generacion cuya familia alimenta con biberon a cada ternero recien nacido, expresa su afecto por sus animales. Es un sentimiento que rememoro en una tarde reciente cuando las vacas preñadas asomaron sus cabezas por el recinto para lamerle la mano."Estoy a cargo de toda esta vida desde la cuna hasta la tumba, y para mi es importante saber que este animal vivio sin sufrir", dijo mientras acariciaba la cabeza de una vaca especialmente insistente. "Soy una mala persona si dejo que sufra".Los activistas por el bienestar de los animales tienen una vision muy diferente de granjas como la de Chittenden que sacian el apetito de leche, queso y yogur en el pais. Para ellos, los granjeros lecheros son engranajes de un sistema industrial de produccion de alimentos inhumano que abandona a estos dociles rumiantes a una vida de miseria. Despues de años de exitosas campañas que han unido a la opinion publica en contra de otras practicas agricolas aceptadas desde hace tiempo, han apuntado con fuerza contra la industria lactea de la nacion, que asciende a 620.000 millones de dolares.Algunas de sus reivindicaciones son indiscutibles: las vacas lecheras son preñadas repetidamente por inseminacion artificial y les quitan a sus recien nacidos al nacer. Las hembras son confinadas en corrales individuales y se les destruyen los brotes de los cuernos cuando tienen unas ocho semanas de edad. Los machos no tienen tanta suerte. Poco despues de nacer, son transportados en camiones a granjas de ternera o ranchos de ganado donde terminan como carne de hamburguesa.La tipica vaca lechera de Estados Unidos pasara toda su vida dentro de un recinto con suelo de hormigon y, aunque pueden vivir veinte años, la mayoria es enviada al matadero despues de cuatro o cinco años, cuando disminuye su produccion de leche."La gente tiene la imagen de la granja del viejo MacDonald, con vacas felices que viven en prados verdes, pero eso esta muy lejos de la realidad", dijo Erica Meier, presidenta de la organizacion activista Animal Outlook. "Algunas granjas pueden ser menos crueles que otras, pero no existe la leche libre de crueldad".El esfuerzo por satanizar la leche como fundamentalmente cruel ha sido avivado por las imagenes de granjas tomadas de manera subrepticia por grupos como Animal Outlook que a menudo son ampliamente vistas en las redes sociales. En octubre, la organizacion publico un breve video filmado de manera encubierta en una pequeña granja familiar del sur de California que revelaba a trabajadores que pateaban y golpeaban a las vacas con varillas de metal y a un ternero macho recien nacido, con la cara cubierta de moscas, abandonado para que muriera en el barro. Un segmento mostraba un cubo que movia la tierra y que elevaba en el aire por sus patas traseras a una vaca Holstein que estaba herida.Stephen Larson, abogado de la lecheria Dick Van Dam, describio las imagenes como montadas o sacadas de contexto. A principios de este mes, un juez desestimo una demanda contra la granja presentada por otra organizacion de bienestar animal, diciendo que carecia de fundamentos. "La acusacion de que maltrataron a sus vacas es algo que conmueve profundamente a la familia Van Dam, porque la verdad es que siempre, durante generaciones, se han preocupado y han cuidado a todas sus vacas", dijo Larson.Los expertos de la industria lechera y los granjeros que han visto las imagenes expresaron su repulsion y dijeron que los abusos descritos no eran la norma. "Estos videos hacen que todos los granjeros lecheros y veterinarios se enfermen del estomago porque sabemos que la gran mayoria de los granjeros nunca les harian esas cosas a sus vacas", dijo Carie Telgen, presidenta de la Asociacion Estadounidense de Medicos Bovinos.El esfuerzo para que los estadounidenses se manifiesten en contra de los productos lacteos esta ganando fuerza en un momento en que muchas de las granjas del pais estan luchando por obtener ganancias. El consumo de leche ha disminuido un 40 por ciento desde 1975, una tendencia que se acelera a medida que mas personas adoptan la leche de avena y almendras. En la ultima decada, 20.000 granjas lecheras han quebrado, lo que representa un descenso del 30 por ciento, segun el Departamento de Agricultura. Y la pandemia de coronavirus ha obligado a algunos productores a tirar la leche no vendida por el desague, ya que disminuyo la demanda de los programas de almuerzos escolares y restaurantes. La Federacion Nacional de Productores de Leche, que representa a la mayoria de los 35.000 productores de leche del pais, ha tratado de frenar el agrio sentimiento publico promoviendo un mejor bienestar animal entre sus miembros. Esto significa fomentar visitas mas frecuentes de los veterinarios a las granjas, exigir a los trabajadores con salarios bajos que se sometan a una formacion regular sobre el manejo humanitario de las vacas, y la eliminacion gradual del corte de cola."No creo que se encuentren agricultores que no esten haciendo todo lo posible por mejorar el cuidado y el bienestar de sus animales", dijo Emily Yeiser Stepp, que dirige la iniciativa de la federacion para el cuidado de los animales desde hace doce años. "Dicho esto, no podemos mostrarnos sordos a los valores de los consumidores. Tenemos que hacerlo mejor y darles una razon para permanecer en el pasillo de los lacteos".Lo que ven los cientificosEntre los que estan atrapados en la batalla para ganarse los corazones y las mentes de los consumidores de lacteos hay un pequeño grupo de cientificos de bienestar animal que trabajan en silencio para responder preguntas dificiles: ¿son infelices las vacas que pasan toda su vida confinadas en el interior? ¿La separacion de un ternero recien nacido de su madre da como resultado una angustia cuantificable? ¿Y hay formas de mejorar la vida de una vaca lechera que son cientificamente solidas y economicamente viables?Marina von Keyserlingk, investigadora de la Universidad de Columbia Britanica en Canada y pionera ampliamente reconocida en el campo del bienestar animal, ha hecho algunos progresos al tratar de comprender si ciertos aspectos de la ganaderia lechera moderna conducen a un sufrimiento evitable.Criada en un rancho de ganado, Von Keyserlingk dice que puede empatizar con los agricultores que se sienten ofendidos por ser sermoneados por urbanitas desconectados de la cria de animales. Aun asi, parte de su trabajo es ayudar a persuadir a los granjeros dudosos de que acepten mejoras en el bienestar animal respaldadas por la ciencia."Cuando era niña, castre miles de terneros sin medicamentos para aliviar el dolor y nunca se me ocurrio decirle a mi padre: 'Esto no esta bien'", dijo. "Pero, ¿castraria ahora a un ternero sin medicamentos para aliviar el dolor? Por supuesto que no".Adivinar la vida interior de los animales es notoriamente dificil, pero cientificos como Von Keyserlingk han creado experimentos que buscan cuantificar los deseos de los bovinos y aprender si algunas practicas agricolas conducen a una peor salud y a una produccion de leche inferior a la normal.Los estudios que ella y otros cientificos han diseñado incluyen la instalacion de puertas oscilantes con peso dentro de los establos para evaluar si las vacas preñadas prefieren permanecer en sus recintos climatizados y masticar su comida favorita o atravesar la puerta para llegar a los pastos. Descubrieron que el deseo de las vacas de salir al exterior depende del clima (evitan la lluvia y la nieve) y de la hora del dia (prefieren el exterior por la noche).Un experimento trato de determinar si alojar dos terneros juntos, en lugar de mantenerlos aislados en corrales, podria mejorar sus capacidades de aprendizaje. (Descubrieron que si, y que el alojamiento en pareja tambien los hacia menos temerosos y mas faciles de manejar). Las investigaciones de los cientificos especializados en el bienestar animal han dado lugar a una serie de cambios en la industria. Muchas grandes granjas lecheras han comenzado a alojar varias vacas juntas, abandonando la antigua tradicion de mantener a las vacas solitarias atadas dentro de los establos, y varios estudios realizados en las dos ultimas decadas encontraron que no habia ningun beneficio higienico al retirar la cola de una vaca, que utilizan para espantar a las moscas.Otros cambios promovidos por los cientificos han llevado a la adopcion generalizada de medicamentos para aliviar el dolor durante el descornado, un proceso que durante mucho tiempo ha enojado a los activistas del bienestar animal, pero que los veterinarios dicen que es necesario para proteger tanto a los trabajadores del ganado como a las vacas de ser corneadas.En la granjaLa granja de Chittenden esta completamente poblada por Jerseys, una pequeña raza leonada encarnada por Elsie la Vaca, la mascota de la lecheria Borden, que proporciono a generaciones de estadounidenses las pintorescas nociones de la feliz y adorable vaca lechera. Las Jerseys son conocidas por su gentil disposicion, y por producir leche con un alto contenido de suero de leche.Chittenden, un hombre locuaz cuyas manos curtidas reflejan toda una vida de trabajo, dijo que los precios bajos, las normas ambientales cada vez mas estrictas y la mayor atencion de los grupos de bienestar animal habian hecho que los ultimos cinco años fueran especialmente estresantes. Él y otros granjeros dicen que las acusaciones de abuso generalizado por parte de los activistas del bienestar animal son exageradas, y sostienen que las vacas infelices son malas productoras de leche."Afortunadamente para mi, todas las cosas que resultan de que un animal este mejor cuidado son mejores para mi balance final, porque estos animales nunca produciran mas leche que cuando estan bien alimentados, bien cuidados y no tienen ni una sola tension en el mundo", dijo. Spencer Fenniman, que ayuda a dirigir Hawthorne Valley Farm, una granja de ordeño organico en Gante, Nueva York, tiene un profundo aprecio por los cuernos de vaca. Le encanta mostrar a los visitantes como los anillos de un cuerno pueden revelar la edad de un animal, y sin ellos, tambien tendria dificultades para diferenciar a Nutmeg y a Martha o a cualquiera de las otras 70 vacas normandas y pardas suizas que pastan en los verdes campos de la granja. Aunque ha habido un puñado de lesiones en la ultima decada, dijo que era poco frecuente que una vaca usara sus cuernos como armas, e incluso el toro Elvis, el unico semental de la manada, se mostro docil una tarde reciente cuando un grupo de humanos atraveso su recinto cercado.Hay otra cosa sorprendente acerca de sus vacas: muchas de ellas pasan meses junto a sus crias. Permitir que un ternero amamante disminuye la cantidad de leche disponible para el consumo humano, pero Fenniman dijo que sus vacas pagaron en gran parte la deuda produciendo leche extra, que es notablemente mas rica y dulce."Creo que tenemos que reconocer que quitarles su leche a los mamiferos esta subvirtiendo inherentemente un proceso natural", dijo. "Pero podemos proporcionarles cierta libertad, que incluye la luz y el aire que reciben en los pastos". This article originally appeared in The New York Times.(C) 2020 The New York Times Company