"Explosión de protestas" en Serbia contra el presidente Vucic tras los recientes tiroteos

Belgrado, 26 may (EFE).- Serbia vive estos días una "explosión de protestas" ciudadanas que, desencadenadas tras los tiroteos que a principios de mes causaron 18 muertos -la mitad de ellos niños- canalizan cada vez más un descontento general contra el presidente, el populista Aleksandar Vucic.

Convocados por la oposición bajo el lema "Serbia contra la violencia", decenas de miles de manifestantes se preparan para volver a salir a las calles de Belgrado este sábado, en la cuarta protesta multitudinaria de este tipo en menos de tres semanas.

"Se vive un ambiente de gran conmoción con un sentimiento de inseguridad, de un trauma colectivo y de incertidumbre", explica a EFE Dusan Milenkovic, analista de la ONG Centro para el Diálogo Social e Iniciativas Regionales.

Se trata de una verdadera "explosión de protestas", señala el analista y recuerda las manifestaciones del año 2000 que llevaron a la caída del entonces presidente autoritario Slobodan Milosevic (1941-2006).

También Naim Leo Besiri, otro analista en Belgrado, de la ONG Instituto de Asuntos Europeos, destaca el impacto emocional como factor clave de la fuerte reacción en las calles.

Los ciudadanos expresan como nunca "un gran descontento y rabia" contra las autoridades, a las que achacan amordazar a sus críticos y opositores. "Lo que vemos en las calles es la culminación de ese descontento", afirma.

Los manifestantes acusan a Vucic y a su Partido Progresista Serbio (SNS), en el poder desde 2012, de ejercer de forma autoritaria un férreo control en todo el país, y especialmente de los medios de comunicación.

Critican también los contenidos violentos y mensajes de odio que las emisoras de gran audiencia próximas al gobierno propagan a través de sus programas y tertulias.

El SNS ha convocado para esta tarde en Belgrado una gran concentración de apoyo al presidente.

Besiri reconoce que desde la subida al poder de Vucic, el nivel de vida de los serbios ha mejorado, aunque al mismo tiempo se han restringido sus libertades.

Además de exigir una mayor pluralidad mediática, la oposición pide la dimisión del ministro del Interior y del director de la Agencia de Información y Seguridad, así como retirar la licencia a determinadas emisoras y clausurar ciertos tabloides.

Milenkovic considera que la calle es la única alternativa que tienen los opositores frente al autoritarismo de Vucic. "Ha creado una situación, la de que en Serbia sólo es posible cambiar cosas en la calle", asegura.

Con respecto a las protestas actuales, condenadas por las autoridades como una "politización de una tragedia" e intento de forzar un cambio de poder, el analista se muestra asombrado de su vigor.

"Por primera vez, la oposición, en un momento oportuno y con bastante valentía, asume la iniciativa para articular un sentimiento de los ciudadanos", dice Milenkovic.

El pasado 3 de mayo, un menor de 13 años mató en un colegio de Belgrado a nueve de sus compañeros y a un guardia de seguridad, e hirió a una profesora y cinco alumnos, con una pistola de su padre.

Menos de 48 horas después, un joven de 21 años mató a ocho personas e hirió a otras 14 en una localidad del centro de Serbia.

Hasta ahora, la sociedad serbia no había vivido este tipo de asesinatos masivos e indiscriminados.

En reacción a las tragedias, el Gobierno serbio anunció medidas para restringir los permisos para tener armas, con el propósito de reducir en un 90 % el número de personas que actualmente las posee.

Quienes tengan armas de fuego sin licencia tienen ahora un plazo hasta el 8 de junio para entregarlas sin consecuencias penales.

Más de 37.000 armas ilegales y 1,5 millones de municiones han sido depositadas de forma voluntaria en centros policiales en menos de dos semanas desde los dos asesinatos.

Snezana Stanojevic

(c) Agencia EFE