Asamblea de exorcistas: ¿Por qué se siguen haciendo exorcismos?

La iglesia católica ha extendido sus cursos para preparar a aspirantes a exorcistas a los sacerdotes con sólidas bases espirtuales que deseen seguir ese camino. El objetivo es tener las herramientas para luchar contra el demonio. REUTERS/Alessia Pierdomenico
La iglesia católica ha extendido sus cursos para preparar a aspirantes a exorcistas a los sacerdotes con sólidas bases espirtuales que deseen seguir ese camino. El objetivo es tener las herramientas para luchar contra el demonio. REUTERS/Alessia Pierdomenico

Hace unas semanas se armó un revuelo tremendo en las redes sociales porque el presbítero de un apartado pueblo de los llanos venezolanos anunció la celebración de la primera asamblea de exorcistas en ese país sudamericano del 15 al 18 de febrero de 2022.

La agitación y el interés que despertó la convocatoria fue tal que asombrado sacerdote se vio en la necesidad de emitir un nuevo comunicado para aclarar detalles de la peculiar convocatoria. El representante la Asociación Internacional de Exorcistas en Venezuela, presbítero Ronny García de la Diócesis de Guasdualito, explicó que no se trata un acto abierto a la participación del público y que en ningún momento se realizarán rituales de exorcismo.

La asamblea tendrá la finalidad de crear un directorio de sacerdotes exorcistas y auxiliares, así como la presentación de los estatutos del futuro Colegio de Exorcistas y la elección de la junta directiva del mismo, indicó un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).

García declaró al medio informativo local El Pitazo que tienen previsto la participación de 50 sacerdotes y para calmar el alboroto sobre el tema expresó que “el exorcismo no es un acto mágico ni el sacerdote tiene poderes como la varita de Harry Potter”.

Agregó que el exorcismo es el conjunto de fórmulas y de ritos que se practican para expulsar a un espíritu maligno, especialmente el demonio, del cuerpo de una persona, de una casa, de animales e, incluso, de objetos infectados.

El encuentro será un momento de oración y de formación en temas que rodean el ministerio del exorcismo. También servirá para unificar criterios en este servicio que le confía la iglesia a un sacerdote, de acuerdo al canon 1.172 del Código de Derecho Canónico.

El exorcismo en el mundo moderno

Mucho ha cambiado desde que la iglesia emitió el Ritual de Exorcismos en 1614 y que estuvo vigente hasta 1999. En el siglo XXI, El Vaticano todavía cree que el exorcismo es una practica necesaria en algunos casos para la liberar a una cosa o un individuo de una influencia maligna con la autoridad espiritual que los católiticos creen que Jesus confirió en su iglesia.

Sin embargo, el Ritual de Exorcismo contemporáneo hace hincapié que el tratamiento de las enfermedades corresponde a los expertos en medicina y por eso es necesario que antes de realizar un exorcismo, los sacerdotes encargados se aseguren de que se trata de la presencia del “maligno” y no de una enfermedad.

Un exorcista trabaja con médicos, psicólogos y psiquiatras católicos practicantes para profundizar en la causa del sufrimiento de una persona antes de concluir que se trata de una posesión demoníaca.

Las formaciones impartidas por El Vaticano a los sacerdotes abarcan una amplia variedad de temas teológicos, psicológicos y antropológicos. Y cada sacerdote debe adaptar su práctica para comprender el impacto que las creencias populares como la santería o el espiritismo puedan tener en sus feligreses. También deben tener un conocimiento amplio de la enfermedad mental, aunque está en la obligación de apoyarse en expertos para descartar la existencia de patologías psiquiátricas.

Y por último, la Iglesia les enseña una guía detallada del ritual católico para expulsar al demonio.

La Iglesia habla sobre el ritual del exorcismo

La Conferencia Episcopal de Estados Unidos elaboró un cuestionario con las preguntas y respuestas más frecuentes sobre el polémico tema del exorcismo.

¿Qué es un exorcismo?

El exorcismo es una forma específica de oración que la Iglesia usa contra el poder del demonio. Se trata de una oración que forma parte de la categoría de los sacramentales, es decir, que es uno de los signos sagrados instituidos por la Iglesia para santificar diferentes circunstancias de la vida y, por tanto, son diferentes de los siete sacramentos de la Iglesia que fueron instituidos por el mismo Cristo.

¿Por qué la Iglesia necesita de los exorcismos?

Hay ocasiones en que una persona necesita protección contra el poder del demonio o contra su dominio espiritual. En esos momentos la Iglesia pide pública y autoritativamente en el nombre de Jesucristo la protección y liberación de esa persona a través del exorcismo.

¿Existe algún fundamento bíblico para el exorcismo?

Aunque el criterio para hacer un exorcismo está cimentado en el ministerio de Jesucristo no existe un fundamento bíblico para el rito formal del exorcismo, aparte del uso de las citas o fragmentos de los salmos y del Evangelio, que fueron incluidos en el rito de exorcismo a medida que fue evolucionando.

¿Hay diferentes clases de exorcismos?

Los exorcismos están divididos en dos clases (o formas). Las formas sencillas o menores de exorcismo se encuentran en dos lugares: primeramente para aquellos que se preparan para el Bautismo, el Rito de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA) y el Ritual para el Bautismo de los niños ambos contienen exorcismos; segundamente, el apéndice del Rito de Exorcismo incluye una serie de oraciones que pueden ser usadas por los fieles. La segunda clase de exorcismo es la solemne o el "exorcismo mayor", cuyo rito sólo puede hacerlo un obispo o un sacerdote; este último ha de tener un permiso especial y expreso del ordinario local (cfr. Código de Derecho Canónico, can. 1172). Esta forma de exorcismo está dirigida a la expulsión de demonios o a liberar a una persona de la posesión demoníaca.

¿Cuándo y cómo se envía a un miembro afectado de la comunidad de creyentes a un exorcista?

Es aconsejable que todas las diócesis establezcan un protocolo a fin de poder responder a las indagaciones o consultas de los fieles que aseguran estar poseídos demoníacamente. Como parte del protocolo debe haber una evaluación a fin de determinar el verdadero estado de la persona. Solamente después de un examen médico, sicológico y psiquiátrico meticuloso pudiera la persona ser enviada a un exorcista, que determinará finalmente si la persona está poseída. Que quede claro que quien determina si un miembro de la comunidad de creyentes está genuinamente poseído por el demonio es la Iglesia, a pesar de que la persona lo asegure por su propio diagnóstico o psicosis.

¿Puede cualquier persona recibir un "exorcismo mayor"?

Ya que los ritos de exorcismo están categorizados como sacramentales, efectivamente como bendiciones, la práctica en cuanto a quién puede recibir un "exorcismo mayor" queda gobernada por el canon 1170 del Código de Derecho Canónico. Las siguientes personas pueden recibir estas bendiciones especializadas si fuese determinado que son necesarias: 1) los católicos; 2) los catecúmenos; 3) los no católicos que lo soliciten; y 4) los creyentes no cristianos siempre y cuando tengan la disposición apropiada, o sea, que tengan el deseo sincero de ser liberados de la influencia demoníaca. En aquellos casos que se trate de una persona no católica se debe llevar el asunto a la atención del obispo diocesano (cfr. ERS, n. 18). ¿Cuán a menudo se hace un "exorcismo mayor"? La frecuencia en que se haga esa clase de exorcismo lo determina una necesidad, que sea creíble, de recibir el rito. De ahí que establecer un protocolo diocesano sea tan importante. A través de los siglos la Iglesia ha sido muy cautelosa en evaluar los presuntos casos de posesiones demoníacas. No se trata de negarles el acceso a los miembros de la comunidad de creyentes, cuya necesidad es genuina.

¿Cómo se convierte un sacerdote en exorcista?

Un sacerdote puede ser nombrado por el obispo diocesano para el oficio de exorcista, bien de manera estable o para una ocasión en particular (ad actum). En ambos casos el exorcista debe trabajar estrechamente con el obispo y bajo su dirección.

¿Cuáles son los criterios que se usan para decidir a qué sacerdotes se les da esta responsabilidad?Tal como lo especifica el canon 1172 §2 del Código de Derecho Canónico, el sacerdote que ha sido designado para el ministerio de exorcista debe ser piadoso, conocedor y prudente, y llevar una vida íntegra. La introducción de Los Exorcismos y las Suplicaciones Relacionadas ordena además, que el sacerdote "ha sido preparado específicamente para este oficio" .

¿Cómo se capacitan y preparan los exorcistas para este ministerio?

Clásicamente el exorcista se ha capacitado para este ministerio especializado mediante un aprendizaje modelo, o sea bajo la dirección de un exorcista experimentado. Adicionalmente, en años recientes se han establecido varios programas para fomentar la capacitación de exorcistas. Es esencial una sólida base teológica y espiritual para ser un ministro de exorcismo. Teniendo en cuenta las cualidades ya mencionadas en la pregunta anterior, el candidato ha de mantener también una estrategia equilibrada hacia este ministerio en particular, poseer una espiritualidad cimentada en la vida sacramental de la Iglesia y ser capaz de refrenar su curiosidad en todo momento. La guía de un director espiritual habilidoso es algo crítico para la vida de un exorcista.

¿Hay algún rito en este texto que pueda hacerlo una persona laica de entre la comunidad de creyentes?

El Rito de Exorcismo Mayor debe ser administrado solamente por un sacerdote autorizado o por el obispo (sacerdos). Si se estimara como útil, los miembros laicos de la comunidad pueden estar presentes en el rito, apoyando de esta manera el trabajo del exorcista con sus oraciones, ya sea orando en silencio o según lo instruya el rito. No obstante, el texto advierte que los fieles laicos no deben decir ninguna de las oraciones reservadas al exorcista (ERS, n. 35), no sólo porque esas oraciones están reservadas a los ordenados que actúan en la persona de Cristo Cabeza (in persona Christi capitis), sino también a fin de proteger a los fieles contra un posible daño espiritual. Cuando el miembro afligido de la comunidad de creyentes es una mujer debe estar presente al menos otra mujer, por razón de decoro y discreción. En ningún momento el exorcista ha de estar solo con el miembro de la comunidad afligido, ni durante la consulta, ni durante la celebración del rito.

¿Cómo un exorcista determina "con una certeza moral" (ERS, n. 16) que la persona que va a ser exorcizada está realmente poseída por fuerzas demoníacas y que no se trata meramente de padecimientos físicos o de cuestiones sicológicas?

La certeza moral se ubica clásicamente entre el polo de la certeza absoluta y el polo de la probabilidad. Teniendo esto en cuanta, la certeza moral se logra mediante el examen de pruebas, que se sopesan según la consciencia de la persona que emite el juicio. Por lo tanto, el exorcista ha de utilizar cualquier recurso que le esté disponible al investigar cualquier alego de posesión demoníaca conjuntamente con los aportes de profesionales de la salud mental y física. Al exorcista se le instruye a emplear "la máxima circunspección y prudencia" antes de proceder al rito. A lo largo de su ministerio un exorcista debe establecer un equilibrio en su propia mente en cuanto a no creer demasiado fácilmente que el demonio es responsable por lo que se manifiesta y por otro lado atribuir todas las posibles manifestaciones únicamente a una fuente natural y orgánica.

¿Se someten los miembros afectados de la comunidad de creyentes a exámenes médicos o sicológicos antes de usar el exorcismo?

Como parte del proceso evaluativo (el cual puede establecerse en el protocolo diocesano), el miembro afligido de la comunidad debe estar dispuesto a someterse a una evaluación médica y sicológica-siquiátrica. Las personas frecuentemente se presentan asegurando que están afligidas de un montón de maneras. Sin embargo, históricamente, la Iglesia ha ejercido cautela al evaluar a esas personas, por temor a llamar una atención innecesaria a las maquinaciones del demonio o de dar un crédito que no existe.

Fundamentalmente los ritos de exorcismo son una manera más en que la Iglesia atiende al cuidado pastoral de las almas, aun de las almas que no son de su redil. Sin embargo, mientras más oscuro y misterioso se haga el rito, más mágicas y supersticiosas serán las percepciones del mismo. Dada la súper abundancia de confusión que existe sobre este tópico, la manera en que se anuncie este rito actualizado proporciona un momento de enseñanza tanto para los creyentes como para los no creyentes.

¿Qué símbolos rituales se usan en los exorcismos y qué es lo que simbolizan?

Además de usar los salmos y las lecturas del Evangelio, y las oraciones exorcísticas, también se utiliza una serie de símbolos en el Rito de Exorcismo Mayor. Para comenzar, se bendice y se asperja el agua a fin de recordar la centralidad de la vida nueva que la persona afligida recibió en su Bautismo y la derrota definitiva del diablo mediante la obra salvadora de Jesucristo. La imposición de manos así como el soplar sobre el rostro de la persona (exsuflación) por parte del exorcista reafirma el poder del Espíritu Santo, que obra en la persona como resultado de su Bautismo y la confirma como templo de Dios. Finalmente se le muestra la Cruz del Señor a la persona afligida y se hace sobre ella la Señal de la Cruz a fin de demostrar el poder de Cristo sobre el demonio

¿Deben estar presentes otros miembros de la comunidad de creyentes cuando se hace un exorcismo?

Este texto recomienda enfáticamente que el exorcista no trabaje aisladamente. Aunque en raras ocasiones esto sería inevitable, la práctica de hacer un exorcismo a solas se debe disuadir a todo costo.

¿Dónde debe hacerse un exorcismo?

La norma es celebrar el rito de exorcismo en un oratorio u otro lugar apropiado (por ejemplo, una capilla pequeña) discretamente oculta de la simple vista. Resulta ventajoso para el exorcista utilizar, cuando fuese posible, un lugar que se ha dedicado a honrar a Dios y no el hogar de la persona afligida.

¿Debe permanecer confidencial el uso del exorcismo?

Preservar la confidencialidad es importante por la integridad de la reputación de la persona afligida así como por la de las personas que pudieran estar presentes. También se sugiere encarecidamente que la identidad del exorcista se mantenga en secreto o al menos conocida solamente de los otros sacerdotes de la diócesis a fin de no abrumar al exorcista con llamadas y preguntas fortuitas.

¿Qué se entiende por influencia demoniaca?

La doctrina de la Iglesia Católica establece que todos los seres humanos están sometidos a la influencia demoníaca ya que esta está representada por la tentación pero "en algunos casos específicos puede tener un poder sobre el cuerpo de una persona" y es entonces cuando se requiere la ayuda de un exorcista.

Fuentes: Conferencia Episcopal de Estados Unidos, El Pitazo, ABC, 20Minutos.

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