El exilio de Juan Carlos I se convierte en el refugio perfecto para la infanta Cristina

Poco iba a imaginar la hija de Juan Carlos I que el exilio forzoso de su padre le iba a venir tan bien dos años después de que todo el embrollo mediático empezara. Tiene hasta gracia, el rey emérito deseando volver a España y la infanta Cristina loca por irse del país.

La ya exmujer de Iñaki Urdangarín se ha convertido en el foco de la atención tras una portada en la prensa del corazón que mostraba al ex duque de Palma paseando de la mano con otra mujer. Ante la monumental pillada, Cristina e Iñaki han tenido que lanzar un comunicado público informado de que “interrumpimos nuestra relación”.

Obviamente tras ver el posible romance del exdeportista con Ainhoa Armentia, su compañera de trabajo, poco margen de movimiento público ha tenido Cristina. Urdangarín ha viajado a Ginebra y, según lo publicado en 'Lecturas', se ha despedido de Cristina y de sus hijos pero de ella, ni una foto ha sido publicada.

La infanta Cristina se sigue encontrando en Ginebra pero aseguran que viajará a Abu Dabi junto a su hermana Elena para visitar a su padre y así alejarse del ruido mediático que la azota en la actualidad.

Juan Carlos I ya es conocedor de la ruptura de su hija con Iñaki y la acoge con los brazos abiertos en Emiratos Árabes durante su crisis familiar. Esta no es la primera vez que ambas hermanas viajan para ver a su progenitor, de hecho, a inicios de este año tenían planeado un viaje post navideño pero lo cancelaron a última hora.

Desde que el rey emérito fue exiliado en agosto de 2020, Elena ha viajado en múltiples ocasiones a verle, sin embargo Cristina lo hizo en diciembre del primer año en Abu Dabi por navidad (cuando Elena ya había viajado 3 veces a visitarle) y también en febrero de 2021, cuando viajó con su hermana y desataron enorme polémica por vacunarse por la pandemia saltándose la lista de espera y fuera de su franja de edad.

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Lo cierto es que la soledad que ha manifestado Juan Carlos I a su entorno es comprensible y es que, a excepción de Elena, sus familiares no han estado demasiado presentes durante la peor época de su vida pública que, encima, coincide con su avanzada edad y sus achaques de salud y legales.

Ahora que Cristina necesita con urgencia escapar de la polémica, sí visita a su padre y no le importa meterse en un avión con tal de desconectar y es que, de nuevo, se ve envuelta en una polémica por responsabilidad de su marido (ahora ex) que sabiéndose un personaje público de pleno interés mediático no ha cuidado su intimidad amorosa por tal de no dañar a Cristina y, sobre todo, a sus hijos.

Sea como sea, le han acabado pillando con otra mujer y el comunicado forzado e inmediato es la prueba de que, aunque muy probablemente su matrimonio llevaba roto un tiempo, no lo iban a hacer público y menos a toda prisa.

La imagen de la familia Real vuelve a quedar manchada y es que el pueblo podría estar cansado de relaciones de cartón piedra como la que siempre se asegura que sigue siendo la de doña Sofía y el rey emérito que, sin separase oficialmente, llevan décadas alejados y buena prueba de ello fue cuando Juan Carlos I partió a Emiratos y la madre del rey brilló más que nunca donde le corresponde, al lado de Felipe VI y con una agitada agenda oficial en representación de su institución.