Exclusiva de AP: Assange intentó llegar a Brasil o a Rusia

LONDRES (AP) — Julian Assange acababa de conseguir una de las primicias más importantes de la historia, exhibiendo el funcionamiento interno de la diplomacia estadounidense para que todo el mundo lo viera en la web. Pero las empresas tecnológicas empezaron a tomar distancia de su portal WikiLeaks, los entendidos pedían su cabeza en los programas noticiosos de televisión y en Suecia se llevaba a cabo un juicio por violación que podía ponerlo en la cárcel.

Preocupado, Assange le escribió al consulado ruso en Londres.

“Yo, Julian Assange, por la presente le doy un poder a mi amigo Israel Shamir para que presente y recoja mi pasaporte, para poder sacar una visa”, dice la carta, de la cual la Associated Press consiguió una copia en forma exclusiva.

La carta del 30 de noviembre del 2010 es parte de una tanda de correos electrónicos, conversaciones por chat, documentos financieros, videos grabados en forma secreta y otros documentos de WikiLeaks a los que tuvo acceso la AP.

La relación del australiano con el Kremlin cobró notoriedad antes de las elecciones presidenciales del 2016 en Estados Unidos, cuando, según el FBI, los servicios de inteligencia rusos suministraron a WikiLeaks correos electrónicos robados al presidente de la campaña de Hillary Clinton y a otras figuras del Partido Demócrata.

En un comunicado publicado en Twitter, WikiLeaks dijo que Assange jamás solicitó visa ni escribió la carta. Sostuvo que un ex allegado a Assange fue el autor del documento. WikiLeaks no respondió a un email en el que se le pedía que aclarase si Shamir actuó en su nombre o si un abogado u otro empleado de WikiLeaks pudo haber escrito la carta. La embajada rusa en Londres dijo que no comenta detalles personales relacionados con las solicitudes de visas.

En el pasado se han filtrado numerosos documentos de WikiLeaks, pero este podría ser la partida más grande.

La AP confirmó la autenticidad de muchos de los documentos mostrándoselos a cinco ex colaboradores de WikiLeaks o verificando detalles como cuentas bancarias, números telefónicos y pasajes aéreos.

Una de las personas consultadas, un ex empleado, identificó dos de los nombres que aparecen con frecuencia en la metadata de los documentos, el de “Jessica Longley” y el de “Jim Evans Mowing”, seudónimos asignados a dos computadoras de WikiLeaks.

Los cinco informantes hablaron con la AP a condición de no ser identificados, en algunos casos porque no querían que su relación con WikiLeaks se hiciese pública y en otros porque temen repercusiones legales u hostigamientos de partidarios del grupo.

Entre otras cosas, los documentos revelan todo lo que hizo Assange para evitar ser arrestado y extraditado a Suecia, donde es acusado de propasarse con una mujer y de haber violado a otra durante un viaje a ese país en agosto del 2010.

Assange siempre negó las acusaciones y dice que son un preludio de una deportación a Estados Unidos. El proceso en Suecia hizo peligrar la que pudo haber sido la revelación más sonada jamás hecha por WikiLeaks: La publicación de unos 250.000 cables del Departamento de Estado de Estados Unidos. Las autoridades suecas emitieron una orden de arresto el 18 de noviembre, diez días antes de que los cables causasen conmoción en la web, con revelaciones espectaculares sobre ataques con drones en Yemen, espionaje estadounidense en las Naciones Unidas y corrupción en el mundo árabe.

El ministro de relaciones exteriores de Italia de entonces, Franco Frattini, describió la difusión de esos documentos como “el 11 de septiembre del mundo diplomático”. Furibundos políticos estadounidenses exigieron que Assange fuese tratado como un terrorista.

La metadata indica que la carta al consulado ruso fue escrita el 29 de noviembre, un día después de la difusión de la primera tanda de documentos del Departamento de Estado, en la computadora Jessica Longley.

La AP no pudo confirmar si el documento fue efectivamente entregado, ni cuando, pero la elección de Israel Shamir como intermediario es relevante. La relación de Assange con Shamir, un intelectual de poca monta que alguna vez dijo que el deber de todo cristiano y de todo musulmán era negar el holocausto judío, causó indignación cuando se hizo pública.

Shamir declaró a la AP que tenía problemas de memoria y no recordaba si había entregado la carta de Assange ni si se le había concedido una visa.

“No puedo excluir esa posibilidad”, dijo Shamir en una entrevista telefónica. “Recuerdo muy vagamente esas cosas”.

La memoria de Shamir mejoró durante una entrevista del 20 de enero del 2011 con una radio rusa, la estación moscovita Life Zvuk, o Sonido de la Vida. Shamir dijo que él personalmente había negociado una visa rusa para Assange, pero que llegó demasiado tarde como para rescatarlo de los problemas relacionados con la investigación de delitos sexuales en Suecia.

Rusia “sería uno de esos sitios donde él y su organización podrían operar a gusto”, sostuvo Shamir.

Shamir acostumbra a hacer revelaciones explosivas (en la misma entrevista dijo que Estados Unidos le ofreció a Assange 100 millones de dólares para que no publicase los cables), pero es cierto que cualquier visa que hubiera podido conseguir Assange hubiera resultado irrelevante.

El 30 de noviembre del 2010 --el día de la carta--, la Interpol emitió una orden de arresto de Assange, lo que hacía imposible que viajase a Rusia. Sus gastos legales aumentaban y Assange decidió entregarse el 7 de diciembre. El personal de WikiLeaks se abocó buscar formas de sacarlo de la cárcel. Un archivo menciona los nombres de potenciales partidarios organizados según su riqueza y su influencia; otro toma nota de posibles donaciones para pagar su fianza.

Mientras recaudaban el dinero, los colaboradores de Assange planificaban lo que harían cuando el fundador de WikiLeaks recuperase la libertad.

Un documento revela que la abogada guatemalteca Renata Ávila, especialista en temas de derechos humanos, tiró la idea de que Assange no volviese a presentarse si quedaba en libertad bajo fianza.

“Yo le recomendaré que busque asilo en el exterior: Ya contactamos al Ministerio de Justicia de Brasil y hay posibilidades de que salga del país en un barco brasileño”, les dijo Avila a partidarios de WikiLeaks en un memo. El documento afirmaba que Assange debía “planear su fuga y devolverle a sus partidarios el dinero de la fianza”.

Ávila no respondió a numerosas llamadas para hablar del asunto. No está claro si su idea fue tomada en cuenta o no. El ex ministro de justicia brasileño Eduardo Cardozo, quien servía en el equipo de transición de la presidente electa Dilma Rousseff en ese momento, declaró a la AP que nunca oyó hablar de un pedido de asilo de Assange.

Luego de agotar todos sus recursos legales para evitar ser extraditado a Suecia, Assange se refugió en la embajada de Ecuador el 19 de junio del 2012. La medida frustró el proceso por delitos sexuales, el cual fue suspendido el año pasado, pero generó un impasse que continúa hasta ahora, en el que Assange se niega a abandonar la embajada a menos que reciba garantías de que no va a ser extraditado a Estados Unidos.

Algunos partidarios que prestaron dinero para la fianza trataron de recuperar parte de esos fondos. Uno de ellos, Henry Blaxland, le dijo a un juez que la decisión de Assange de refugiarse en la embajada ecuatoriana luego de quedar en libertad bajo palabra tomó a todos por sorpresa.

“Nadie podía prever que haría eso”, manifestó.

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Varya Kudryavtseva (Moscú) y Mauricio Savarese (Sao Paulo) colaboraron en este despacho.

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Online:

Selección documentos filtrados: https://www.documentcloud.org/search/projectid:40593-WikiLeaks

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Raphael Satter está en http://raphaelsatter.com