La excéntrica mente maestra de los Meridian Brothers está reviviendo las raíces de la salsa

Desde la izquierda: César Quevedo, Alejandro Forero, Eblis Álvarez, Maria Valencia y Mauricio Ramirez, la banda en vivo de los Meridian Brothers, en Bogotá, Colombia, el 18 de julio de 2022. (Juan Jose Ortiz Arenas/The New York Times)
Desde la izquierda: César Quevedo, Alejandro Forero, Eblis Álvarez, Maria Valencia y Mauricio Ramirez, la banda en vivo de los Meridian Brothers, en Bogotá, Colombia, el 18 de julio de 2022. (Juan Jose Ortiz Arenas/The New York Times)

NUEVA YORK— Artemio Morelia, cantante y maraquero de un desconocido grupo colombiano de salsa llamado Grupo Renacimiento, despertó un día y descubrió que se había transformado en un robot. Atormentado por visiones de HAL 9000, de repente se dio cuenta de la frialdad y las distracciones de un mundo constantemente conectado.

“La memoria se me está muriendo”, canta en “Metamorfosis”, el nuevo sencillo de su banda. “Ya conectaron / el internet / a mi pulmón / a mi corazón”.

O al menos eso es lo que Eblis Álvarez, cantautor y multinstrumentista colombiano con formación académica, quiere que creas con el lanzamiento de su nuevo álbum, “Meridian Brothers & El Grupo Renacimiento”, que estará disponible desde el viernes. Meridian Brothers es un apodo que Álvarez utiliza en muchos de sus discos. Muchas veces son “colaboraciones” con bandas ficticias, en este caso el Grupo Renacimiento. Aunque toca todos los instrumentos e interpreta todas las partes vocales del álbum, también se presenta en vivo con una banda regular de Meridian Brothers en la que participan cuatro de sus amigos de la Universidad Javeriana en Bogotá.

Para Álvarez, “Meridian Brothers & El Grupo Renacimiento”, el primer lanzamiento en 30 años de la renombrada Ansonia Records es una novela latinoamericana disfrazada de álbum de “salsa B”, término que utiliza para referirse a grupos o salseros olvidados, de la lista B, como Orquesta Kool, la cual grabó bajo “condiciones precarias”. Es a la vez un sueño febril psicodélico, una inmersión profunda en el pasado de la salsa, una crítica a la claudicación de la sociedad a la tecnología, y un nuevo encuentro musical entre la sofisticada capital de Colombia, Bogotá, y su rústica costa caribeña.

“El Grupo Renacimiento es como escribir un libro sobre el renacimiento de un grupo de artistas que cayeron en el vicio y resurgieron gracias a su fe cristiana. Es solo una crónica sobre una historia clásica de salsa, como la historia de Richie Ray y Bobby Cruz”, afirmó Alvarez en una entrevista por videollamada el mes pasado, refiriéndose al clásico combo salsero de Nueva York de la década de 1970. “Este es un disco que intenta emular el sonido setentero de la época dorada de la salsa dura”.

Invocando a la crónica, un género literario latinoamericano que combina el periodismo y la ficción —y con la realización de un falso documental producido por él mismo que describe su encuentro con el Grupo Renacimiento en una iglesia colombiana— Álvarez le ha inyectado al proyecto un sabor juguetonamente surrealista. Según el falso documental, el grupo se formó en un pequeño pueblo llamado Las Tinas en el estado de Magdalena, a solo un par de horas en carretera de Aracataca, lugar que el novelista colombiano Gabriel García Márquez reimaginó como el pueblo ficticio de Macondo.

Álvarez a veces parece un etnomusicólogo pedante hasta que se desvía hacia teorías sobre la creación de un espacio 3D para rescatar a los humanos de un mundo 2D de tecnología de la información, y habla sobre su búsqueda del ritmo salsero. Muy animado en su conversación desde su oficina en Bogotá, Álvarez lleva el cabello largo y desaliñado, lo que lo hace parecer, al mismo tiempo, un rockero de los años setenta y un bufón medieval, y su acento cantarín —emblemático del encanto singularmente colombiano— es a la vez melodioso y muy serio.

Eblis Álvarez, cantautor y multinstrumentista colombiano con formación académica, en Bogotá, Colombia, el 18 de julio de 2022. (Juan Jose Ortiz Arenas/The New York Times)
Eblis Álvarez, cantautor y multinstrumentista colombiano con formación académica, en Bogotá, Colombia, el 18 de julio de 2022. (Juan Jose Ortiz Arenas/The New York Times)

Álvarez, de 45 años, ha lanzado más de 25 discos desde 2005, algunos como Meridian Brothers y otros bajo otros nombres, todos los cuales han hurgado, investigado e intentado desentrañar un sentido de autenticidad en la música colombiana. Algunos, como “Paz en la tierra” en 2021, se enfocan en el tradicional género del vallenato, música popular y narrativa popularizada por Carlos Vives en la década de 1990, mientras que otros entran en la categoría que Álvarez denomina “neotropical”, en los que excava ritmos como la champeta, la respuesta colombiana al dembow caribeño.

Su labor forma parte de una vieja misión de construcción nacional en Bogotá para extraer la música de las zonas costeras, iniciada por artistas como Iván Benavides, quien formó parte de la banda de Carlos Vives; Richard Blair, un expatriado británico que fundó su grupo Sidestepper con músicos radicados en Bogotá; y Bomba Estéreo, cuyo tecladista y programador Simón Mejía estrenó hace poco “El duende”, un corto documental sobre una familia afrodescendiente que fabrica marimbas y vive en la costa pacífica de Colombia.

“Meridian Brothers & El Grupo Renacimiento” tiene una estética simplificada, que es la esencia de la propia salsa: un género urbano de la periferia que nació tras el declive y caída de la pomposa era del mambo de las grandes bandas en el Palladium, muy parecido a la manera en que surgió el punk en la estela del grandilocuente rock progresivo británico de estadios. Álvarez centra la mayor parte de su atención en una guitarra eléctrica psicodélica y reverberante, y en teclados metálicos complementados con una sección rítmica sincronizada de timbales y congas. Se pueden escuchar toques del highlife de África Occidental y del soukous, un estilo derivado del Congo, un híbrido de la rumba cubana.

La última canción del disco es una versión de un clásico de la música jíbara de Puerto Rico, “La mujer sin corazón”, de La Calandria, también conocida como Ernestina Reyes, quien nació en Puerto Rico y murió en el Bronx en 1994. Álvarez eligió esa canción en honor al enorme catálogo de Ansonia Records, el cual todavía resuena con fuerza entre los fanáticos de Ramito (Florencio Morales Ramos, conocido como el rey de la música jíbara, un género tradicional de Puerto Rico); los boleros de Johnny Rodríguez y su trío; las grabaciones de bomba y plena de Mon Rivera; y de merengueros dominicanos como Dioris Valladares y Joseíto Mateo.

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