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Ex reina de belleza condenada a la cárcel después de pasar dos años fingiendo que tenía cáncer

Hasta cuatro años podría llegar a cumplir en la cárcel Brandi Weaver-Gates, Miss Pensilvania 2015, tras un juicio por robo y estafa.

Esta joven modelo de 24 años llegó coronarse campeona de belleza en su estado natal en la edición del año pasado del célebre certamen. Pero antes de lograr este codiciado premio, Weaver-Gates había echado a andar una retorcida novela de engaños, en cuyas redes cayeron no pocos incautos.

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En la imagen: Brandi Weaver-Gates. Foto de Reuters

Cuando en marzo 2013 la modelo anunció que le había sido diagnosticado un padecimiento leucemia, al acto se suscitaron varias campañas de recaudación de fondos, con vistas a colectar el dinero necesario para hacerle frente a un tratamiento bien costoso.

Incluso hasta con el pelo extremadamente corto, como si se encontrara bajo las secuelas de las sesiones de quimioterapia, Weaver-Gates fue protagonista entre agosto de 2013 y junio de 2015 de al menos cuatro eventos, uno de estos un bingo tras el cual recaudó de 14 mil dólares.

Tras este evento, otras recaudaciones le aportaron, según ha trascendido en el juicio, las sumas de 8.793, 4.344 y 2.586 dólares respectivamente.

Pero ese barco de la estafa comenzó a hacer aguas cuando en agosto del año pasado, cuatro meses después de haber sido consagrada Miss Pensilvania International, la policía local recibió una denuncia que revelaba que la joven no padecía de ninguna enfermedad y que hasta sus visitas a las sesiones de quimioterapia habían sido inventadas.

Foto: Facebook

A fines de 2015, después de una cuidadosa investigación que hasta llevó a la policía a visitar las clínicas donde ella aseguraba estarse tratando, Brandi Weaver-Gates fue arrestada. Su nombre no aparecía en ninguno de los registros médicos analizados, y hasta una factura del Hospital Johns Hopkins que la joven había mostrado como prueba resultó falsa, tras el debido peritaje.

De ahí que, al verse acorralada, la modelo estafadora se haya decidido a confesar su culpa, en busca de una sentencia más benigna.

Luego de haber sido despojada de su título como Miss Pensilvania, este martes se hizo pública la condena de dos a cuatro años de cárcel en una prisión estatal, tras lo cual deberá pasar cinco años más de trabajos comunitarios.

Antes, Weaver-Gates le había confesado al juez que su mentira perseguía de inicio llamar la atención de su familia. Sin embargo, se probó que en apenas dos años su estafa le había propiciado un botín de unos 30 mil dólares –que ahora tendrá que devolver– y una corona que nunca más podrá ponerse en su cabeza.