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Everton Luiz sufre ataque racista, sale llorando y su técnico lo condena

El brasileño Everton Luiz es un futbolista del Partizan Belgrado de Serbia. El fin de semana pasado su equipo se enfrentó al Rad Belgrado por la jornada 22 de la liga local.

Cansado de recibir insultos racistas cada vez que tocaba la pelota por parte de la afición rival, quienes no conformes con eso mostraron una pancarta en su contra sobre el final del partido, se dirigió a ellos con el “tradicional” gesto del dedo medio levantado, lo que provocó la reacción de los jugadores del Rad y un final tumultuoso.

Everton Ruiz se sintió impotente y salió del campo de juego llorando, apoyado por sus compañeros de equipo. (Ver video a los 20 segundos cuando hace el gesto y al minuto con 45 segundos cuando se descarga llorando)

El brasileño soportó toda clase de agravios hasta que explotó. ¿Quién no lo hubiese hecho ante la pasividad de todos? Ni el árbitro, ni su propio equipo ni las autoridades presentes se dignaron a respaldarlo a lo que se suma la inexplicable posición que adoptó su técnico Marko Nikolic, quien señaló lo siguiente:

“Everton no debería haber reaccionado, pero algo lo hizo reaccionar, ¿no? Ambos protagonistas del incidente deben ser castigados. Estas cosas están sucediendo en el fútbol y ahora las autoridades tienen que sancionar a los involucrados. Es un retorno a la realidad del fútbol serbio”

¿Everton castigado? ¿Cuál es el límite de la paciencia de un ser humano que es maltratado, agredido, insultado por su color de piel?

Ante la indefensión reaccionó, como cualquiera de nosotros lo hubiésemos hecho. Es más, demasiado aguantó dentro del campo de juego.

Recordemos uno de los tantos casos similares sucedidos en el pasado. El brasileño Roberto Carlos jugaba en el Anzhi Makhachkala ruso y en medio de un partido le arrojaron una banana.

Sin pensarlo dos veces se retiró del campo de juego. Días después, cuando el agresor había sido identificado, el propio futbolista dijo que lo perdonaba y que inclusive estaba dispuesto a reunirse con él para conversar. Eso habla a las claras de sus valores como ser humano…

Otro caso que cobró notoriedad fue en el estadio del Villarreal. Dani Alves, entonces jugador del Barcelona, fue a ejecutar un tiro de esquina y también le arrojaron una banana. ¿Qué hizo el brasileño? La peló y se la comió. Un genio…

Podríamos seguir enumerando estos tristes y desagradables ejemplos de quienes no comprenden lo que significan las palabras tolerancia, convivencia, hermandad. Pero lo importante es seguir denunciándolos para que de una vez y por todas se erradiquen a estas bestias. ¿Será posible?…

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