Recibe Tijuana calificación positiva por su proyección de finanzas públicas

Con la calificación positiva de Standard & Poor’s Global Ratings, una agencia de calificación de riesgo en servicios financieros, Tijuana podría lograr un incremento presupuestal de más de 9 mil millones de pesos para la siguiente administración 2021-2024, reportó la Tesorería Municipal a cargo de Olga Angélica Alcalá Pescador.
De acuerdo a la reciente evaluación de la empresa estadounidense, Tijuana se ubica con una perspectiva estable que mantiene finanzas públicas sólidas, además de haber logrado una posición de liquidez fuerte y bajos niveles de deuda, línea que se espera mantener durante 2021.
Ante ello, “la Tesorería Municipal reconoce que en la proyección de la Ley de Ingresos se lograría un incremento presupuestal de 8 mil 343 millones de pesos a más de 9 mil millones de pesos, lo que avala una solidez en el tema financiero y se traduce en un beneficio para la siguiente administración 2021-2024”.
Respecto a los tres créditos contratados por financiamientos inscritos en el Fideicomiso Público, Irrevocable de Administración, contratados por anteriores gobiernos, Standard & Poor’s Global Ratings consideró que el Ayuntamiento de Tijuana cuenta con la capacidad de pago de compromiso monetario mxAA+.
En este contexto, aún cuando exista un próximo periodo electoral, se visualiza una continuidad para generar políticas fiscales y de deuda prudente, subrayó la Tesorería Municipal.
“La obtención de las dos evaluaciones: la ‘mxA+’, al municipio y ‘mxAA+’ al manejo de los tres créditos bancarios contratados, es un plus que favorece la atracción de inversiones, así como una mayor ejecución de obra o también una mejor recaudación de ingresos en la búsqueda de no depender tanto de la Federación y del Estado”.
Acorde con el estudio, la calificación crediticia de emisor de largo plazo en escala nacional –CaVal-de ‘MXa+’, constituye una opinión sobre la calidad crediticia de las entidades o sobre su capacidad en general para cumplir con obligaciones financieras específicas en relación con otros emisores y emisiones en el mercado mexicano.
No obstante a la calificación positiva, la administración a cargo de Karla Ruiz MacFarland aseguró que proyecta “una disminución de gastos innecesarios en la adquisición de recursos materiales del sector público ante una política de contención”.
Las calificaciones crediticias de emisión en escala nacional de S&P Global Ratings se basan en el análisis de la probabilidad relativa de pago, la naturaleza y disposiciones de la obligación; la protección existente y la relativa posición de la obligación respecto a circunstancias de declaración de quiebra. Además son un termómetro que buscan impulsar el crecimiento y ayudar a inversionistas a tomar sus decisiones con confianza.
El reporte indica que cada crédito cuenta con una afectación individual del Fondo General de Participaciones (FGP) y tomaron como punto de partida la calificación crediticia de emisor de ‘mxA+’ de la ciudad e incorporaron los niveles de cobertura del servicio de la deuda proyectados bajo escenarios de estrés.
De continuar con el mismo escenario, la calificación de Tijuana podría subir en un promedio de 12 a 18 meses si se logra una recuperación económica más alta que el promedio nacional, lo que significaría su recaudación local, toda vez que la ciudad reduciría su dependencia de las transferencias federales que mejoraría su flexibilidad fiscal.
El estudio de la empresa S&P Global Ratings arrojó que después del refinanciamiento de la deuda de la ciudad, el municipio logró beneficios de tasas de interés más bajas y una reducción en el FGP comprometido.
Además, los analistas resaltaron que la actual administración ha logrado cambios en la gestión financiera, lo que demuestra un nivel adecuado de experiencia técnica y compromiso con políticas prudentes de deuda y ante la proximidad del cambio de gobierno para el periodo 2021-2024, con lo que se espera una transición política ordenada.
Entre los principales desafíos para la ciudad, reporta la empresa calificadora, será el restablecimiento total de la dinámica económica entre Estados Unidos y México, el incremento de su planeación financiera de mediano y largo plazo, además de fortalecer la institucionalización de las políticas de liquidez para evitar la vulnerabilidad que generan los cambios gubernamentales.