Eva Perón y sus recuerdos desde el limbo

Alejandra Perlusky, en Yo elegí ser Evita
Alejandra Perlusky, en Yo elegí ser Evita

★★★ Libro: Marta Avellaneda. Dirección: Diego Rinaldi. Elenco: Alejandra Perlusky y Mónica Lerner. Iluminación y audiovisuales: Martín Gómez Márquez. Vestuario: Vanesa Abramovich. Pelucas: Fabián Sigona. Teatro: Picadilly, Corrientes 1524. Funciones: viernes, a las 19.20. Duración: 70 minutos.

A lo largo de los años la figura de Eva Perón ha sido motivo de numerosos libros, películas y obras de teatro. En este último rubro se inscriben espectáculos tan disímiles como Eva Perón (de Copi) y Eva y Victoria (de Mónica Ottino) y los musicales Evita (de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber) y Eva (de Pedro Orgambide, Nacha Guevara y Alberto Favero).

Ahora se suma Yo elegí ser Evita, de Marta Avellaneda, que se imagina a la ex primera dama en 2002, a 50 años de su muerte, en un espacio de tránsito, en una suerte de limbo donde aguarda encontrar la paz del espíritu para poder pasar a otro estado.

Hasta allí se traslada Estelita Avellaneda, una periodista del mundo real vinculada a la alta sociedad. Su intención es descubrir a la mujer detrás del mito. Eva ya no recuerda quién fue, pero con su ayuda se remonta a sus tiempos de actriz, a su primer encuentro con Perón y a su vínculo con los descamisados. Revela cómo era en realidad la relación con su esposo en la intimidad; y se llena de odio cuando se entera que, después de su muerte, la nueva mujer de Perón, Isabel Martínez, logró ser su compañera de fórmula (algo que a ella el establishment le negó) y hasta llegó a ser Presidenta de la Nación. El diálogo punzante entre ambas mujeres es frontal y crítico, pero no está exento de humor ni de ternura.

A Yo elegí ser Evita se le agradece cierta imparcialidad y, fundamentalmente, la interpretación plena de matices de Alejandra Perlusky (una actriz con una larga e importante carrera en comedias musicales) que conmueve sin distinción “de bandos”, en el papel que da título a la obra.

Yo elegí ser Evita
Yo elegí ser Evita


Yo elegí ser Evita