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El Europarlamento acepta la etiqueta "verde" para el gas y la energía nuclear

FOTO DE ARCHIVO: Vista general de las cuatro torres de refrigeración y los reactores de la central nuclear de Electricite de France (EDF) en Cattenom, Francia

Por Kate Abnett

BRUSELAS, 6 jul (Reuters) -El Parlamento Europeo apoyó el miércoles etiquetar las inversiones en centrales de gas y nucleares como respetuosas con el medio ambiente, echando por tierra un intento de bloquear una propuesta legislativa que ha sacado a la luz profundas diferencias en el bloque europeo sobre cómo luchar contra el cambio climático.

La votación allana el camino para que la propuesta de la Comisión Europea se convierta en ley, a menos que 20 de los 27 Estados miembros del bloque decidan oponerse a la medida, lo que se considera muy poco probable.

Las nuevas normas añadirán a las centrales de gas y nucleares a la "taxonomía" de la Unión Europea, una lista de actividades económicas que los inversores pueden etiquetar y comercializar como ecológicas en el bloque.

De los 639 legisladores presentes, 328 se opusieron a la moción de bloqueo de las propuestas de la UE en materia de gas y energía nuclear, mientras que 278 votaron a favor. Otros 33 se abstuvieron.

Quienes se oponían a las nuevas normas no consiguieron los 353 votos necesarios para obtener la mayoría en una cámara de 705 escaños.

Esto supondrá un alivio para la Comisión Europea, que propuso las normas en febrero tras más de un año de retraso y una intensa presión por parte de distintos Gobiernos y de los sectores del gas y la energía nuclear.

"No habrá 'lavado' verde", dijo el martes la comisaria de Servicios Financieros de la UE, Mairead McGuinness.

Con su taxonomía, la UE pretende aclarar el turbio mundo de la inversión sostenible, garantizando que cualquier producto financiero que haga afirmaciones ecológicas cumpla unas normas estrictas.

El debate sobre las normas del gas y la energía nuclear ha dividido a los países de la UE, al igual que a legisladores e inversores. Bruselas ha reformulado las normas varias veces, dando vueltas a la posibilidad de conceder a las centrales de gas una etiqueta verde. Su propuesta final suscitó un intenso debate sobre cómo alcanzar los objetivos climáticos en medio de la crisis de suministro de gas con Rusia.

La energía nuclear no emite CO2, pero produce residuos radiactivos. El gas es un combustible fósil que produce emisiones que calientan el planeta, pero que algunos países de la UE ven como una vía de salida del carbón, más sucio.

Francia, que depende de la energía nuclear, y Polonia, que utiliza mucho carbón, son algunos de los países que apoyan la nueva normativa.

Los Gobiernos de Austria y Luxemburgo han amenazado con demandar a la UE si su propuesta se convierte en ley, mientras que Dinamarca y otros países advirtieron de que la medida socavaría la credibilidad del bloque en la lucha contra el cambio climático si califica de verde el gas, que emite CO2.

Los legisladores tampoco se ponen de acuerdo sobre el impacto de la ley en los mercados financieros, ya que algunos advierten que los proyectos de gas y nucleares podrían enfrentarse a mayores costes de capital si se les deniega la condición de "verdes".

Otros sugieren que el simbolismo político de la taxonomía supera con creces el impacto que tendrá en los inversores, ya que la ley no prohíbe las inversiones en actividades sin la etiqueta verde.

(Reporte de Kate Abnett; edición de Kim Coghill y Edmund Blair; traducido por José Muñoz y Darío Fernández)