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Europa necesita una agencia que controle el uso de armas, según expertos

Policía belga armada patrulla una estación de metro en Bruselas. 25 de noviembre 2015. Si no eres un cazador o practicas tiro resulta casi imposible comprar legalmente armas en Francia. Sin embargo, las estrictas leyes no son suficientes para mantenerlas fuera del alcance de militantes islamistas. REUTERS/Yves Herman

Por Andrew Chung PARÍS (Reuters) - Si no eres un cazador o practicas tiro resulta casi imposible comprar legalmente armas en Francia. Sin embargo, las estrictas leyes no son suficientes para mantenerlas fuera del alcance de militantes islamistas. Lagunas en las leyes, sentencias blandas y la ausencia de una agencia europea similar a la oficina estadounidenses de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés), con un presupuesto de miles de millones de dólares y miles de agentes al frente, son los principales problemas a los que se enfrentan Francia y sus vecinos, que ahora se centran en la lucha contra el tráfico de armas por los atentados del 13 de noviembre en París, comentaron varios expertos. Los ataques coordinados, que mataron a 130 personas, han adquirido una dimensión transfronteriza. Dos de los suicidas vivieron en Bélgica y la policía alemana arrestó a un hombre que, según un periódico, podría haber vendido las armas que usaron los militantes. "Necesitamos una ATF europea", dijo Jean-Charles Antoine, un investigador del Instituto Geopolítico Francés y autor de dos libros sobre tráfico de armas. "El tráfico de armas siempre atiende la necesidad de armas. Y ahora mismo son los terroristas los que las necesitan", añadió. Francia ya posee una de las leyes sobre armas más estrictas del mundo. Las pistolas automáticas están prohibidas y para muchas otras se requiere la autorización del Gobierno y un examen médico, además de un permiso para cazar o pertenecer a una federación deportiva de tiro. Los ciudadanos franceses apoyan de forma general esta legislación porque su actitud hacia las armas ha cambiado drásticamente en décadas, según el abogado parisino Laurent-Franck Lienard. "Hace 30 años Francia era una ciudad en la que todo el mundo tenía un arma y era considerado normal", comentó. El problema del endurecimiento de las leyes, dijo Lienard, es que "sólo aplican a aquellos que las respetan". En cambio, las armas ilegales son otra cosa. Lienard explicó que los gangsters balcánicos solían gestionar el flujo de armas en Francia durante los noventa. Hoy en día, existe un gran comercio con el robo de armas a portadores legales. Se estima que hay 15 millones de armas legales e ilegales circulando en Francia, según Antoine, de las que unas 15.000 podrían ser "armas de guerra". El plan que considera Francia incluye una base de datos para rastrear las redes de tráfico, siguiendo el modelo usado para la lucha antidrogas, y también daría a la policía mayores poderes para trabajar de forma encubierta y hacer un seguimiento de los vendedores o compradores por internet, entre otras propuestas. (Información de Andrew Chung. Información adicional de Chine Labbé; Editado por Janet McBride; Traducido por Ana Vicario)