El Eurogrupo evita cargar contra el plan energético alemán, pero pide unidad

Luxemburgo, 3 oct (EFE).- Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona evitaron el lunes hacer una crítica frontal al paquete de medidas de 200.000 millones anunciado por Alemania para abaratar la factura de la luz, pero hicieron una llamada a la unidad y la coordinación en su respuesta a la crisis energética.

Lejos de las críticas directas al proyecto de Berlín para intervenir el mercado del gas lanzadas el pasado viernes por algunos ministros de Energía, especialmente Bélgica y Luxemburgo, los titulares de Finanzas optaron por enviar mensajes sobre la necesidad de que el bloque actúe unido.

"Todos los gobiernos están tomando medidas para responder a la crisis energética. Sabemos que es necesaria una mayor coordinación de las medidas nacionales y tener una respuesta común a las consecuencias crecientes de la guerra", defendió en una rueda de prensa el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe.

El irlandés se apoyó en la declaración sobre política fiscal que los Diecinueve adoptaron precisamente en su cita de este lunes, en la que Donohoe ve un "compromiso renovado" para acompasar la reacción de la zona euro a la crisis.

A juicio del también ministro de Finanzas de Irlanda, dicho texto ahonda sobre "el valor de la coordinación, los "pasos a seguir para preservar la integridad del mercado único" y la importancia de articular de forma conjunta las medidas de forma que alivien y no "profundicen" las tensiones inflacionistas.

En la declaración común de siete párrafos plagada de llamadas a la unidad, el Eurogrupo promete, por ejemplo, "coordinar las medidas (frente a la crisis energética) para preservar la igualdad de condiciones del mercado único, también evitando ajustes fiscales dañinos".

"Subrayamos la importancia de una coordinación estrecha y de soluciones a nivel europeo, cuando sea adecuado, y estamos comprometidos con lograr nuestros objetivos de forma unida", reitera el texto pactado por los Diecinueve.

También fue preguntado por el impacto del macroproyecto alemán el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, quien remarcó la necesidad de evitar "fragmentación y divergencias" entre los socios del euro y pidió continuar con la coordinación mostrada durante la pandemia, aunque en un contexto económico "completamente diferente".

"No es el momento de culpar al esfuerzo de este o aquél Estado miembro, es el momento de tratar de elevar el nivel de solidaridad común", zanjó el italiano.

Antes del encuentro del Eurogrupo, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, llamó a garantizar la igualdad de condiciones para competir en el mercado europeo y abogó por adoptar una estrategia común europea para responder a la crisis energética con tres pilares: cooperación, solidaridad y medidas selectivas para los hogares y empresas más necesitados.

"Esto supone que, más allá de decisiones individuales legítimas tomadas por los Estados miembros definamos una estrategia económica global", dijo Le Maire, quien eludió acusar directamente a Berlín de favorecer la fragmentación del mercado europeo y recordó que otros Gobiernos también han adoptado medidas.

Su homólogo alemán, Christian Lindner, defendió antes de presentar el plan al Eurogrupo que este es "proporcionado" tanto al tamaño de la economía alemana como al periodo de vida de las ayudas, que estarán en vigor hasta 2024, e insistió en que esperan utilizar el menor volumen posible de los 200.000 millones disponibles.

"No es nuestra intención impulsar la demanda de la economía, ni eliminar completamente todas las cargas de los hogares privados, es solo una medida para proteger la estructura clave de nuestra economía", dijo el político liberal, para quien este paquete es, en proporción, comparable a los aprobados por otros socios europeos.

Por otra parte, Donohoe anunció que el jueves convocará una junta de gobernadores del fondo de rescate europeo -formada por los mismos ministros del Eurogrupo- para elegir al sucesor de Klaus Regling al frente de la institución ya que todavía no se ha encontrado un candidato de consenso para sustituirle a partir del viernes 7 de octubre.

Los dos aspirantes al puesto, los ministros de Finanzas de Luxemburgo y Portugal, Pierre Gragmegna y Joeao Leao, se retiraron de la carrera el mes pasado por falta de apoyos tras meses de negociación entre los Diecinueve.

(c) Agencia EFE