Eurocopa 2024: Rumania ganó un partido después de 24 años y con el sello de la Academia Hagi

Razvan Marin, surgido de Viitorul Constanța, celebra el segundo gol de Rumania frente a Ucrania; es un claro ejemplo de la renovación desde las fuentes
Razvan Marin, surgido de Viitorul Constanța, celebra el segundo gol de Rumania frente a Ucrania; es un claro ejemplo de la renovación desde las fuentes - Créditos: @Peter Kneffel

La primera referencia que viene a la mente argentina sobre Rumania data del Mundial 1994. Fue un mano a mano por los octavos de final de la Copa del Mundo de los Estados Unidos, en el que el conjunto europeo eliminó al seleccionado albicelest­­­e, dirigido por Alfio Basile, aún en shock por la exclusión de Diego Maradona del plantel por un caso de doping por efedrina.

¿A qué viene todo esto? A que Rumania sorprendió este lunes en la Eurocopa con un rotundo 3-0 sobre Ucrania. Son otros tiempos, pero un apellido se repite: Hagi. Aunque no de manera tan directa sobre el seleccionado. Los efectos se verán más adelante.

Otro Razvan Marin, surgido en Viitorul Constanța, el club que comando durante algunos años Gheorghe Hagi
Otro Razvan Marin, surgido en Viitorul Constanța, el club que comando durante algunos años Gheorghe Hagi - Créditos: @Antonio Calanni

En aquellos tiempos, a mediados de los noventa, Gheorghe Hagi era la figura rumana y, en comparaciones sin tanta lógica, se lo llamaba el Maradona de los Cárpatos. Ahora, a la distancia, hay otro Hagi en el grupo, Ianis, hijo del crack, sin tanta ascendencia directa en el plantel, pero con una cultura bien instalada.

Casi sin jugadores procedentes de las ligas más potentes de Europa, Rumania, dirigida por Edward Iordanescu, disputa la sexta Eurocopa de su historia, ocho años después de su última participación. Aquel no fue un torneo feliz para el equipo amarillo, que terminó último en su grupo, detrás de Francia, Suiza y Albania. Llegaban, al fin, los tiempos de replanteo. Pero en el fondo, si se lo mira bien, tal vez haya sido un trampolín.

A partir entonces, y si bien ya funcionaba desde hacía tres años, el fútbol rumano giró hacia un perfeccionamiento sobre la base los juveniles. Y mucho tuvo que ver Gheorghe Hagi, que fundó su propia academia de fútbol en la ciudad portuaria de Constanța, en el Mar Negro, al sureste del país. A la par, asumió el mando en el club Viitorul Constanța –fundado en 2009–, en un movimiento de pinzas para relanzar el fútbol de la región.

La idea no tenía dobleces. Hagi intentaba seleccionar a los mejores futbolistas infantiles de la región con una clara proyección: dotar a los juveniles de su club y, a la larga, al equipo de Primera.

Y todo eso se proyecta a la competencia de los seleccionados. Rumania fue la revelación en los dos últimos campeonatos europeos Sub 21. Especialmente, en el de 2019, cuando alcanzó las semifinales con algunos jugadores que, en la actualidad, pasaron al conjunto mayor. Ianis Hagi y George Puşcaş, por citar dos ejemplos, fueron estrellas de aquel certamen y cuatro años más tarde se convirtieron en pilares para la clasificación a la Eurocopa. Menor presencia, por ahora, tiene la camada 2021, aunque dejó una buena imagen para el simpatizante promedio. Dirigidos en aquella ocasión por el mítico Adrian Mutu, exjugador de Fiorentina, Inter o Juventus.

Gheorghe Hagi, el Maradona de los Cárpatos, en su despedida en 2001
Gheorghe Hagi, el Maradona de los Cárpatos, en su despedida en 2001

Viitorul Constanța se disolvió en 2021, pero las raíces estaban echadas. Por allí pasaron el propio Ianis Hagi (Alavés), Florinel Coman (FCSB), Cristian Manea (Cluj), Tudor Băluță (Farul Constanța), Alexandru Cicâldău (Konyaspor), Radu Boboc (Voluntari), Dragos Nedelcu (Farul Constanța) y Andrei Ciobanu (Rapid Bucureşti).

De la camada 2021 podrán citarse a Alexandru Matan (Rapid București), George Ganea (Újpest), Marco Dulca (Celje) y Catalin Itu (Politehnica Iași. Eso en lo que a nombres recientes respecta, porque entre los veteranos puede mencionarse a Răzvan Marin (Cagliari) o Florin Tănase (Al-Okhdood). Todos ellos se nutrieron en las inferiores de un Viitorul Constanța que, aunque fuese un club vendedor, se volvió la cantera del seleccionado rumano.

Viitorul Constanța se fusionó en 2021 con Farul Constanța. Se empezó a llamar Farul Constanța. No hay que dudarlo: se trató de un nominal, ya que los Hagi’s boys se siguen formando en la Academia de Gica. Su presidente es el mismo que en el Viitorul Constanța: otro héroe del fútbol rumano, como Gheorghe Popescu, exjugador de Barcelona entre 1995 y 1997.

Hoy todos hablan de Rumania en la Eurocopa. No es para menos. El seleccionado logró recién su segunda victoria en una Eurocopa y la primera en 24 años. La anterior victoria había sido en 2000, nada menos que un 3-2 frente a Inglaterra. Las lágrimas cayeron cuando sonó el himno, luego de ocho años de ausencia en las grandes competencias.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Francia aparta la política y bate a Austria pero Mbappé se fractura la nariz