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El reclamo de Eugenio Derbez a Hollywood que evidencia su ingratitud y arrogancia

Perdón, pero no entiendo qué es lo que quiere Eugenio Derbez. Lo tiene todo: dinero, prestigio, una residencia en Los Angeles, una bella esposa (Alessandra Rosaldo, que además de guapa es talentosa y encantadora), una linda hija (Aitana) y una carrera exitosa que lo ha llevado a estar hasta en la sopa en los medios en español en EE.UU.

Eugenio Derbez en el show de Jimmy Fallon. (Photo By: Kristen Hurlock-Jones/NBC/NBCU Photo Bank via Getty Images)
Eugenio Derbez en el show de Jimmy Fallon. (Photo By: Kristen Hurlock-Jones/NBC/NBCU Photo Bank via Getty Images)

¿Qué más quiere? Eugenio debería estar consciente de sus limitaciones, como lo está de sus aciertos. Al menos para no ir a dar la nota como la otra noche en el programa de Jimmy Fallon —que aquí entre nos, siempre me ha parecido un tipo infumable, desde que salía en 'Saturday Night Live'— y se quejó de que Hollywood (claramente usó el eufemismo para no decir 'el mercado blanco-anglosajón') no lo toma en serio, lo que ostensiblemente ha resultado en que no haya podido completar el 'crossover' que tanto anhela.

Hay que tomar en cuenta que los intentos de Eugenio para ser un actor en proyectos anglos han tenido un éxito desigual en EE.UU., (acá en México siempre pegan con tubo, pero ya se sabe que el público nacional no es terriblemente exigente con lo que va a ver a las salas, aún después del encierro por covid), y sus apariciones en 'El cascanueces' de Disney y la desastrosa 'Geotormenta' (aunque hay que ser honestos: la película fue muy mala pero no es culpa suya) pasaron casi desapercibidas, si bien ha mantenido una racha imparable de trabajo.

Pero en el 'The Tonight Show' en Nueva York, en donde además de promover su papel en la película 'CODA', en la que aparece como maestro de música, Derbez se quejó: "He hecho comedia toda mi vida, es por eso que la gente no me toma en serio para papeles dramáticos", así que anunció que iba a copiar a Tom Hanks y Jim Carrey y buscar roles que lo alejaran de su pasado.

Bueno. Si lo vas a anunciar, es porque de plano se trata de algo que vas a hacer. Y compararse con Hanks —que ya no pudo volver a hacer comedia— y Carrey —al que se le botó la canica— es un poquito demasiado arrogante por parte de Derbez, ahí sí, que me perdone.

¿Pues qué esperaba realmente de Hollywood? ¿Va a echarle la culpa al hecho de que es comediante? Eso es una ingratitud y un feo terrible a los que con él compartieron oficio por años en México y que no tuvieron la suerte ni la lana para irse a Estados Unidos a cumplir caprichos. ¿Será que ya se le subió a Eugenio? (Bueno, otras veces ya se le han subido los humos y luego se le bajan).

Su santa madre, doña Silvia, una de las más eximias divas de la TV en México y madre de la telenovela (era la protagonista villana de 'Senda prohibida' la primera que se realizó en México en 1958), jamás hizo a menos ninguno de los géneros en que incursionó, ni se expresó mal de las telenovelas, de las que se volvió emblemática.

Pero Eugenio quiere otra cosa y lo dejó claro, aunque yo —que ya llevo bastantes años dedicándome a la crónica de espectáculos como para que me desconcierten esta clase de desplantes públicos—me pregunto cuál es el concepto que tiene de ser "tomado en serio" o de tener éxito. Digo, obvio no es Tom Hanks, así que decir que quiere lo mismo que él e ir a decirlo al programa nocturno de mayor audiencia en EE.UU. es francamente un lance un tanto ridículo (¡y frívolo! A menos de que fuera un ardid publicitario, de lo que tiene pinta) considerando que el propio hecho de que esté allí, por segunda vez, es en sí un síntoma de su triunfo en el mercado estadounidense.

Esto me pone a pensar que quizá la transición que tanto anhela no se ha logrado porque en realidad no tiene el talento suficiente para hacer algo más serio. Eugenio (que por cierto, cumple 60 años el jueves 2 de septiembre, para que lo feliciten) ha explotado por más de 30 años una imagen de comediante ingenioso y astuto, burlándose en su momento de los comediantes de la vieja escuela, como Jorge Ortiz de Pinedo (cuyo estilo podrá haber sido lo vetusto que quieras, oye, pero Eugenio le faltó al respeto a él y a Chespirito, y se vale, pero su condescendencia en su momento fue un exceso de arrogancia).

Francamente, yo no puedo ver a Eugenio haciendo otra cosa que no sea lo que ya ha hecho. Claramente no heredó la versatilidad de su madre —que ella sí que sí, podía darse el lujo de hacer lo que le diera la gana, desde telenovela, hasta tragedia griega o comedia fina— y querer compararse con Hanks o Carrey (o hasta Jason Sudeikis, el de 'Ted Lasso') es ya demasiada gula.

Si de veras va a buscar hacer algo dramático de calidad, Eugenito tiene que tener el apoyo de un director que crea en él, como hicieron los grandes Jonathan Demme o Peter Weir o Milôsz Forman con Hanks y Carrey, y que de verdad pueda ver las posibilidades. No todo es ir a la tele y decir "esto quiero", después de todo, como mexicano debería estar familiarizado con el popular refrán "Dios no concede caprichos ni endereza jorobas", así que tendrá que seguir buscando oportunidades, aún si está expuesto al gusto de un público (el anglo) que hasta hoy le ha demostrado que él no les gusta tanto.

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