The New York Times
NUEVA YORK -- En el Hospital Infantil Presbiteriano Morgan Stanley de Nueva York, uno de los hospitales mas respetados de la ciudad de Nueva York, un rumor se difundio la semana pasada sobre que la fila para la vacuna contra la COVID-19 en el noveno piso no estaba vigilada y que cualquiera podia discretamente formarse y recibir la inyeccion.Segun las reglas, los trabajadores de salud mas expuestos debian ir primero, pero al poco tiempo, empleados de departamentos de bajo riesgo, incluyendo algunos que han trabajado desde casa durante gran parte de la pandemia, ya estaban siendo vacunados.El lapso, que ocurrio dentro de las 48 horas posteriores a la llegada de las primeras dosis a la ciudad, genero molestia entre miembros del personal (y una disculpa de parte del hospital)."Me decepciona y entristece que esto haya ocurrido", escribio un alto ejecutivo del Hospital Infantil Presbiteriano Morgan Stanley de Nueva York, Craig Albanese, en un correo electronico al personal, el cual fue obtenido por The New York Times.La llegada de miles de dosis de vacunas a los hospitales de la ciudad de Nueva York la semana pasada fue recibida con un torrente de esperanza de parte de medicos y enfermeras que trabajaron durante la devastadora primera ola en marzo y abril. Sin embargo, por ahora, la vacuna esta muy escasa y algunos hospitales parecen haber dado tropiezos en su aplicacion.En entrevistas para este articulo, mas de media docena de medicos y enfermeras en hospitales del area de Nueva York dijeron que estaban molestos sobre como se estaba distribuyendo la vacuna en sus instituciones. Describieron lo que habia ocurrido al Times, pero la mayoria solicito que sus nombres no fueran usados porque los hospitales han mostrado una disposicion a despedir o sancionar a empleados por hablar con los medios informativos durante la pandemia.En algunos de los principales hospitales en Manhattan, medicos y enfermeras recordaron haber revisado las redes sociales y detenerse para hacer un juicio apresurado cada vez que veian una selfi publicada por alguno de sus colegas tras haber recibido la vacuna: ¿esa persona merece ser vacunada antes que ellos?"Sentimos que nos menosprecian y nos faltan al respeto debido a nuesta prioridad de segundo nivel para la vacunacion", escribio en una carta un grupo de anestesiologos del Hospital Monte Sinai a los administradores durante el fin de semana.Los trabajadores de la salud dijeron que los rumores se difundieron a traves de grupos de WhatsApp y en conversaciones en el quirofano. Han comenzado a circular historias sobre un cirujano plastico que logro que lo vacunaran antes de tiempo, con dosis que un hospital en Manhattan queria desechar debido a una mala planeacion. En chats grupales, medicos debaten ahora sobre como (y si deberian) intentar ser vacunados antes de tiempo.En el Hospital Monte Sinai, algunos medicos les dijeron a otros que podian lograr recibir una vacuna tan solo al formarse en la linea y repetir que hacen "procedimientos relacionados con la COVID", recordo un medico de esa institucion, quien solicito anonimidad por temor a represalias.Un medico en el Hospital Infantil Morgan Stanley dijo: "Claramente, estamos decididos a pasar por encima del otro por ella".Muchos de los rumores no han resultado ciertos. Aun asi, ilustran una creciente desconfianza y una actitud de "salvese quien pueda", dijo otro medico de Monte Sinai.Trabajadores de la salud, asi como residentes y empleados de asilos forman la que se llama Fase 1 del plan de distribucion de la vacuna del estado de Nueva York. Alrededor de dos millones de personas estan en ese grupo y la asignacion inicial de la vacuna en el estado muy probablemente significa que la Fase 2, que incluye a los trabajadores esenciales, no comenzara sino hasta finales de enero. (La distribucion general quiza comience hasta el verano, segun han dicho funcionarios).No obstante, el estado practicamente ha dejado que cada institucion de salud cree su propio plan de vacunacion durante la primera fase. La primera semana de vacunaciones, muchos hospitales eligieron a una amplia variedad de trabajadores de la salud (enfermeras, medicos, empleados de limpieza) de las salas de urgencias y unidades de terapia intensiva para ser los primeros en sus instituciones en recibir la vacuna. Sin embargo, durante los dias posteriores a las celebraciones que acompañaron a las primeras inyecciones, los animos en los hospitales han cambiado.Cuando se le pregunto sobre los trabajadores que se infiltran en la fila de la vacuna en el Hospital Infantil Morgan Stanley, la institucion dijo en un comunicado: "Estamos orgullosos de haber vacunado a miles de empleados que estan en contacto con pacientes en poco mas de una semana y continuaremos haciendolo hasta que todos reciban una vacuna. Estamos siguiendo todos los lineamientos del Departamento de Salud del estado de Nueva York sobre la prioridad de la vacuna, con nuestro enfoque inicial en el personal de la unidad de terapia intensiva y el departamento de urgencias y un acceso equitativo para todos".Aun asi, el Times entrevisto a cuatro trabajadores de salud en el Hospital Infantil Morgan Stanley, los cuales expresaron resentimiento contra colegas y consternacion de que los administradores del hospital hayan permitido que el sistema de distribucion de vacunas tuviera este retroceso.En algunos lugares, medicos y enfermeras que trabajan en unidades dedicadas a la COVID-19 no fueron incluidos en el grupo prioritario.Ivy Vega, una terapeuta ocupacional que ha estado tratando a pacientes con COVID-19 en otro hospital presbiteriano de Nueva York, el Centro Medico Irving de la Universidad de Columbia, dijo que se sentia cada vez mas frustrada al esperar a ser vacunada mientras otros recibian la inyeccion. Recibio su primera dosis el miercoles."Ha habido un sentido de compañerismo, que es lo que nos ha ayudado a continuar durante la pandemia", dijo. "Y ahora esto que deberiamos estar celebrando, la llegada de esta vacuna tan anticipada, se esta convirtiendo en una rivalidad. Existe competitividad, escepticismo y desconfianza".En el Hospital Infantil Morgan Stanley, algunas enfermeras dijeron que todavia no habian sido vacunadas una semana despues de que la vacunacion comenzo."Pienso que lo triste es que las personas estan comenzando a volverse unas contra otras", dijo un medico que trabaja en el hospital. "¿Honestamente puedes decir que este asistente la merece antes que yo? No, pero nadie la merece antes que otra persona".Otro medico que trabaja en una unidad de terapia intensiva en el hospital infantil recordo una escena de la semana pasada: un grupo de miembros del personal caminaban con largos y energeticos pasos hacia los elevadores, donde se encontraba una estacion de vacunacion. Uno de ellos incluso explico al pasar que estaban en camino a obtener la vacuna."Era una 'ley de la selva'", dijo el doctor, quien pidio conservar su anonimato por temor a represalias del hospital.Albanese, el director de operaciones del hospital infantil, hablo sobre esta "ley de la selva" en el correo electronico, al culpar al equipo de vacunacion por no limitar las vacunas a las personas en su lista."Necesitamos dar prioridad a los equipos con el mayor riesgo", escribio.En el Hospital Monte Sinai en Manhattan, la distribucion de la vacuna se ha desarrollado a vista de todos en el atrio del hospital, que los miembros del personal cruzan durante la jornada laboral o visitan para comer un refrigerio o tomar un cafe. Muchos medicos y enfermeras dicen que se asomaban para ver que personas estaban formadas en la fila y si estas encajaban con las recomendaciones del gobierno sobre quienes debian tener la prioridad."A pesar de nuestras estrictas politicas y procedimientos de vacunacion, estamos conscientes de un puñado de acusaciones de casos inapropiados", dijo el Monte Sinai en un comunicado. "Debido a la confidencialidad, no podemos hablar sobre ningun tema especifico; sin embargo, cualquier acusacion de algun paso en falso sera investigada de manera apropiada y exhaustiva".El fin de semana pasado, anestesiologos, que han desempeñado un papel crucial en la atencion a los pacientes mas enfermos durante el brote en Nueva York, se quejaron de que habian observado a otros ser vacunados antes que ellos.Eso llevo a la carta anonima enviada a los administradores del hospital."El limite se rebaso cuando atestiguamos que se administraban vacunas, al parecer de manera aleatoria, a empleados que no eran parte de la cohorte originalmente planeada", se leia en la carta, la cual fue enviada en nombre de "miembros preocupados del personal" del departamento de Anestesiologia, Perioperatorio y Medicina del Dolor. Politico fue el primer medio en informar sobre la carta.En entrevistas, varios anestesiologos en el Monte Sinai señalaron que sus colegas en otros hospitales ya habian sido vacunados.Los anestesiologos dijeron que esperaban desempeñar un papel importante en la segunda ola si las hospitalizaciones seguian aumentando y en dias recientes algunos en el departamento han sido vacunados.This article originally appeared in The New York Times.(C) 2020 The New York Times Company