Primer estudio de concentraciones de metales en tampones ¿Qué sabemos?
Un estudio reciente de la Universidad de Berkeley reveló que los tampones podrían contener metales pesados, algunos de ellos tóxicos, como el arsénico, el mercurio y el plomo. No obstante, se desconoce si estos pueden ser absorbidos por el tejido vaginal y circular por nuestro organismo.
Los tampones son productos que absorben el flujo sanguíneo menstrual al ser introducidos dentro de la vagina. Aunque fueron inventados en 1929, es hasta un siglo después que se está estudiando si su contenido podría ser peligroso para las mujeres.
“No me gustaría causar pánico en las mujeres, porque eso generaría algo contrario a lo deseado, que es el seguir investigando respecto a este tema; no se trata de que los productos no existan sino que se vuelvan lo más seguros posibles para la salud de la mujer”, aclara la ginecóloga Sitara Mehmood, fundadora de la organización Medicina Sin Violencia.
El tejido vaginal: un órgano vulnerable ante productos químicos
La vagina (parte interna) y la vulva (parte externa) están compuestas por tejidos más hidratados y permeables que cualquier otro del cuerpo. Además, sus membranas cuentan con un gran número de vasos sanguíneos y vasos linfáticos, las cuales permiten el traslado directo de cualquier sustancia química al sistema sanguíneo.
“El tejido es la mucosa, y esta absorbe más que por la vía oral porque está conectada con vasos plexos venosos, los cuales recogen la sangre desoxigenada y la distribuyen al corazón y al resto del cuerpo. Por eso es más absorbente”, aclara la ginecóloga.
Hoy en día han disminuido los casos de síndrome de shock tóxico, una infección corporal causada por la acumulación de bacterias, por uso de tampones. No obstante, aún existe el riesgo de infección por un uso prolongado debido a la alta capacidad de absorción vaginal, según el Instituto Nacional de Salud en Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés).
Así, esta área del cuerpo es potencialmente más vulnerable ante la exposición de los productos químicos tóxicos e irritantes.
¿Qué nos dice el estudio?
En el estudio, las investigadoras analizaron los niveles de 16 metales en 30 tampones de 14 marcas en Estados Unidos, y encontraron todos los metales en al menos un tampón muestra de cada marca: arsénico, bario, calcio, cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, manganeso, mercurio, níquel, plomo, selenio, estroncio, vanadio y zinc.
El químico Carlos Rius, académico de la Facultad de Química de la UNAM, adjudica el origen de los diversos metales encontrados a la capacidad de absorción de los tampones. “La viscosa/rayón y el algodón son los principales materiales de estos productos, y están compuestos de fibras de celulosa, las cuales absorben una gran cantidad de sustancias”, explica el químico Rius.
“Si el algodón es cultivado en un lugar que trate con muchos químicos, como herbicidas o insecticidas, va a absorber estos; si crece en un suelo que tenga arsénico, pasa lo mismo”, dice.
Según la autora principal del estudio, Jenni Shearston, el plomo detectado no tiene un nivel de exposición “seguro”, y se ha comprobado en otros estudios que el plomo se almacena en los huesos y puede impactar en el decrecimiento de las funciones cognitivas, como la atención, la memoria y la capacidad de aprendizaje.
Pese a esto, las mismas autoras de la investigación reconocen que existen muchas limitaciones en cuanto a su estudio, y concluyen que no se pueden estimar los riesgos ni determinar que los metales representan un peligro para la salud, ya que no se realizó un estudio clínico que evaluara la salud de mujeres que usan estas marcas.
Al mismo tiempo, el químico Rius hace notar que en la investigación se registra una dispersión muy grande en cuanto a las concentraciones de metales encontradas entre los tampones muestra de una misma marca o línea de producto, “una muestra puede dar un resultado diez o cien veces más bajo que el primer resultado”.
No obstante, “el estudio es alentador, en el sentido de que se está hablando de algo que no se ha investigado ni por la superficie, y es importante que se conozca más respecto al contenido de estos productos”, señala la doctora Mehmood.
Gestión menstrual en México
Pese a que las toallas desechables son el producto menstrual más usado en México de acuerdo a la Primera encuesta nacional de gestión menstrual de la UNICEF en 2022, los tampones son a su vez muy utilizados ya que representan una opción bastante cómoda por su capacidad de absorción y duración.
Lamentablemente no existe una estadística o reportes que monitoreen la gestión menstrual en el país, y, de acuerdo a la misma encuesta de la UNICEF, 20% de las encuestadas que estudiaban o trabajaban no contaban con la infraestructura necesaria para la gestión menstrual en sus escuelas, oficinas u hogares.
“Respecto al estudio publicado, sería inconsciente emitir una alarma injustificada, ya que se necesitan llevar a cabo más investigaciones; además de que las mujeres en México tienen un limitado acceso a determinados productos, y esto puede dificultar su gestión menstrual”, apunta la ginecóloga Mehmood.
Si bien las personas especialistas consultadas no han alentado a suspender por completo el uso de estos productos, incitan a tener en consideración otros productos de gestión menstrual para aquellas personas que decidan explorar medios más externos, como toallas sanitarias, copas, e incluso ropa interior para la menstruación.
Aún más, existen muy pocas investigaciones que han buscado entender cómo funciona la absorción vaginal, y esto sería el primer paso para intentar comprender los efectos que los metales tendría sobre la salud de la mujer, de acuerdo con la ginecóloga Mehmood. “Antes de suspender su uso, es plausible que se sigan haciendo estudios para analizar contaminantes en productos de gestión menstrual”.