Esto es lo que tus arrugas podrían estar diciendo sobre tu salud

Mi mamá dice que las arrugas de su entrecejo son de familia. Sus hermanos las tienen, su abuela las tenía y yo las tengo. Siempre pensé que tienen que ver con la forma de dormir, pues hasta las sábanas y las almohadas influyen en la aparición de líneas de expresión en el rostro, pero no. Las líneas de expresión nos dan unas cuantas pistas acerca de nuestra salud.

Es normal que, con el paso del tiempo aparezcan arrugas en la piel. El envejecimiento es un proceso natural del organismo y no hay manera de detenerlo. Las estructuras de la piel comienzan a deteriorarse, perdemos grasa, colágeno, agua y, aunque son inevitables, podemos prevenir y retrasarla la aparición de algunos signos informándonos.

En el caso de las arrugas del entrecejo, aparecen principalmente si somos personas que gesticulamos demasiado. Al ir perdiendo la elasticidad de la piel, se van haciendo más pronunciadas y si sueles fruncir el entrecejo más aún. Y aquí se concentra el conocimiento: ¿por qué frunces el entrecejo? Por un dolor crónico, por estrés, por mal manejo de la preocupaciones cotidianas, o ansiedad, lo cual genera unos cuantos problemas de salud. También puedes estar teniendo dificultades de la vista o del sueño. Pueden ser muchas las causas y eso es lo que esas arrugas nos tratan de decir.

Según María de los Ángeles Muñoz, especialista en comunicación no verbal y lectura del rostro, entrevistada por la BBC, las arrugas nos cuentan la historia de una persona y sus emociones, y asegura que los movimientos del rostro están conectados directamente con el cerebro, con lo cual las arrugas nos pueden hablar de su temperamento y de sus emociones.

Quizás a esta teoría puede faltarle soporte científico, con lo cual también hay que recurrir a esta área para saber qué tiene que decirnos sobre el real significado de las arrugas.

Según una investigación reseñada por Medical News Today, las arrugas pronunciadas en la frente pueden ayudar a detectar de forma rápida si las personas tienen riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, como arteroesclerosis.

La investigación que duró más de veinte años y en la que participaron más de 3000 individuos, sugiere que hay una relación directamente proporcional entre lo pronunciadas o notorias que son las arrugas en la frente y el riesgo de morir por una afección cardiovascular. Tal como se publica en este medio especializado, “tanto las arrugas como la arteroesclerosis están sujetas al estrés oxidativo y a cambios en los niveles de proteína de colágeno… Los vasos sanguíneos de la frente son especialmente finos, lo que podría significar que son más sensibles a la acumulación de placa que caracteriza a la aterosclerosis”.

Aunque esta investigación se enfocó en las arrugas de la frente por ser muy fáciles de determinar, el estrés oxidativo y la pérdida de colágeno influye en la aparición de todas las arrugas, con lo cual, cualquiera de estas líneas arrugas puede darnos señales interesantes como esta.

La exposición al sol acelera el envejecimiento y promueve la aparición arrugas de todo tipo, especialmente en las mejillas, además de manchas en la piel que se empeoran con el sol, y esto puede decirle al especialista que la persona no se ha protegido de los rayos ultravioleta adecuadamente, con lo cual podría tener más riesgo de sufrir cáncer de piel.

Asimismo, un artículo de la Universidad de Yale, señala que las arrugas también pueden revelar la propensión de una mujer a sufrir fracturas. “La gravedad y la distribución de las arrugas de la piel y la calidad general de la piel podrían indicar el historia de la densidad mineral ósea en mujeres con menopausia temprana” dice la nota y agregan que al compartir estructuras comunes, se puede establecer que así como esté la piel están más o menos afectados los huesos.

"Descubrimos que la profundización y el empeoramiento de las arrugas de la piel están relacionados con una menor densidad ósea entre los participantes del estudio”, dijo Lubna Pal, especialista a cargo de la investigación.

Procurar mantener en equilibrio nuestra salud, evitando hábitos que aceleren el envejecimiento integral, se hace necesario no solo para una apariencia más fresca, sino también -y definitivamente- para ayudar a nuestro cuerpo también por dentro.

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