Este lago iraní se ha vuelto rojo en apenas unos meses

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La imagen superior corresponde a dos capturas satelitales del lago Urmía en Irán tomadas con una diferencia temporal de tan solo unos meses. A la izquierda la imagen de la masa de agua en abril de este mismo año, y a la derecha, la fotografía del mismo lugar hace solamente unos días, el 18 de julio. Ambas fotografías han sido realizadas por el espectroradiómetro de imágenes de media resolución (MODIS) de la NASA y nos muestran un evidente cambio de color en las aguas del lago debido a un fenómeno tan curioso como inquietante.

Por supuesto, lo primero que uno podría pensar para explicar este repentino cambio es que alguien está realizando algún tipo de vertido en las aguas, sin embargo la verdadera razón no radica en lo que se pudiese estar añadiendo, sino en todo lo contrario: lo que está desapareciendo. La solución al enigma no es que se esté añadiendo algo a las aguas, sino que se está restando…

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La pieza clave de este rompecabezas es la sequía. Este gran lago que en tiempos fuese uno de los mayores de Oriente Medio se está secando y es precisamente la escasez de agua la que está cambiando su color de verde azulado a rojo cada vez más intenso.

Si os fijáis en la imagen más reciente del lago, en la que aparece de color rojo, podréis observar que en los márgenes se marcan claramente unas extensas zonas blancas: Son salinas procedentes de la evaporación del agua. El lago Urmía posee unas altas dosis de sal y cuando llega la sequía, la concentración salina aumenta puesto que el volumen de agua es menor.

Estamos ante un fascinante proceso en cadena que se inicia con la sequía, la evaporación del agua del lago, el aumento de salinidad de las aguas remanentes y finalmente con la actuación de un tipo de microalgas conocido como Dunaliella salina que reacciona químicamente ante el aumento de sal, volviéndose de un fuerte color rojo.

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Las más desfavorecidas por esta situación son sin duda las incontables especies que subsisten en sus alrededores, sobre todo aves migratorias que necesitan irremediablemente esta escala para continuar sus viajes. Además el Lago Urmía está considerado como uno de los humedales más significativos dentro del Convenio Ramsar, por lo que además de las aves, un gran número de fauna acuática, anfibios, reptiles y pequeños mamíferos se están viendo afectados por la desecación de su hábitat.

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No es la primera vez que se ha registrado este cambio de color en el lago ya que el fenómeno de las microalgas reaccionando ante la elevada salinidad se ha estudiado en años anteriores. Sin embargo, al igual que ya ocurriera tristemente con el Lago Aral, los investigadores temen que este cambio de color debido a la intensa sequía es tan solo un primer paso hacia su desaparición.

El comportamiento del Lago Urmía se ha estado siguiendo durante las últimas décadas y los datos no son nada alentadores: En la actualidad se estima que está desapareciendo a un ritmo de 220 kilómetros cuadrados al año. Si tenemos en cuenta que el lago poseía en sus mejores tiempos una extensión de 5.200 kilómetros cuadrados, y que ha perdido casi el 60% de su superficie en la última década, nos enfrentamos a la desaparición total en apenas unos años.

Las causas son múltiples pero las principales son evidentemente el calentamiento de la zona que ha llevado al incremento de las sequías y a la actividad humana que utiliza buena parte del caudal para la agricultura.

Referencias y más información:

NASA Earth Observatory: Lake Urmía changes color

FA Rad, N Aksoz, MA Hejazi “Effect of salinity on cell growth and β-carotene production in Dunaliella sp. isolates from Urmia Lake in northwest of Iran” African Journal of Biotechnology.

Viva Bolova “Iran’s Lake Urmia Turns Bright Red” Eatglobe