¿Estás buscando música de Aretha Franklin tras su muerte? Hay una explicación científica

Aretha Franklin canta en el Nokia Theatre L.A. Live (ahora Teatro Microsoft) el 25 de junio de 2012, en Los Ángeles (Foto: Kevin Winter / Getty Images).
Aretha Franklin canta en el Nokia Theatre L.A. Live (ahora Teatro Microsoft) el 25 de junio de 2012, en Los Ángeles (Foto: Kevin Winter / Getty Images).

Es de esperar que en los próximos días se escuche mucho la palabra “respeto”.

Tras la muerte de la prolífica e incomparable Aretha Franklin, de 76 años, no hay duda de que sus fans recurrirán al repertorio de clásicos, entre los que se incluyen no solo la canción que se convirtió en el himno de la lucha por los derechos civiles y de la lucha por los derechos de las mujeres, sino también a otros como “(You Make Me Feel Like) A Natural Woman”, “Think” y muchos más.

La muerte de un artista suele significar un nuevo impulso para su obra. Las ventas de la música de Tom Petty aumentaron más de un 6 000 % a raíz de su muerte en octubre de 2017. Cuando murió Prince en abril de 2016, Nielsen Music informó que las ventas de sus álbumes se dispararon un 42 000 %. Los fans compraron como si fueran panes calientes sus sencillos, sus álbumes completos ‒incluido Purple Rain‒ y una colección de sus temas imprescindibles: The Very Best of Prince.

Hay decenas de otros ejemplos de obras de artistas que aumentan su popularidad tras su muerte, algunas veces durante años o décadas más tarde. Los músicos desaparecidos como Michael Jackson, muerto en 2009, Elvis Presley, muerto en 1977, y Bob Marley, muerto en 1981, recalaron a los cinco primeros puestos de la lista de la revista Forbes en 2017 dedicada a los famosos muertos que más cobran, con unos 75 millones de dólares hasta octubre de 2017.

Como Prince y esos otros artistas, Franklin logró trascender con su arte los géneros musicales y tuvo una prolífica producción. La reina del soul vio como 73 de sus canciones eran incluidas en la lista de 100 temas más populares de Billboard durante más de cinco décadas, y se convirtió en la primera mujer incluida en el Salón de la Fama de Rock & Roll, entre otros muchos logros. Su música está lista para invadir las ondas y también las listas de éxitos.

El experto en comportamiento humano, Patrick Wanis, explica que la razón por la que revisitamos la obra de un artista cuando este muere es bastante simple.

“Queremos acercarnos lo más posible a ellos”, dice Wanis a Yahoo Entertainment. “Porque queremos asegurarnos de tener una parte de ellos lo más cerca posible”.

Por supuesto, apreciamos a esas personas, pero también tiene que ver con revivir los recuerdos que asociábamos con ellas. En realidad se trata más de nosotros.

“La razón por la que nos afecta [la muerte de un famoso] es porque en muchos sentidos, de forma acertada o no, los famosos son parte de nuestra identidad”, dice Wanis. “Nos identificamos con ellos, estamos asociados a ellos, tenemos algún tipo de vínculo o conexión, aun cuando solo sea unidireccional. Y entonces pensamos para nosotros mismos que ahora que esta persona se ha ido, ¿qué pasa con esos recuerdos? Lo que ocurre normalmente es que, cuando nos sentimos perdidos, nos aferramos a algo con más fuerza. Nos aferrarnos más con la muerte de un famoso, vamos y nos apropiamos de su música, nos apropiamos de su arte”.

También es una forma de sobrellevar el duelo, explica Samita Nandy, directora del Centro de Estudios de Medios y Famosos con sede en Toronto.

Ella dice que buscar la obra creada por una persona después de su muerte puede tener efectos “parcialmente sanadores”. Al fin y al cabo, el músico o actor permanece vivo a través de su arte, ¿no?

“La mayoría de fans han llorado la muerte de famosos echando la vista atrás a su trabajo previo como una expresión de su inmortalidad”, dice Nandy says. “Hoy la diferencia es el uso de herramientas digitales para mezclar y producir obras y, durante el proceso, desarrollar una intimidad virtual con el famoso o la famosa”.

En otras palabras, Internet ‒y las redes sociales en particular‒ nos ayuda a sentirnos más cerca de los famosos de lo que nunca nos hemos sentido. Hubo un tiempo en el que uno tenía que esperar meses hasta que un artista famoso lanzara nueva música, una película o un nuevo episodio de su programa de televisión. Ahora tenemos un acceso constante: sus fotos con la familia, las selfies tomadas entre bastidores en las galas de premios, lo que han cenado. En ocasiones, incluso interactúan directamente con un fan. El resultado de esto es que una persona se siente tan afectada por la muerte de un famoso como si fuera la de alguien cercano.

“Porque si creemos que tenemos una relación cercana con un famoso, entonces nos conmociona su muerte”, dice Wanis. “Y concretamente eso significa lo que representó o no el famoso para ti. No es una cuestión de música. Es una conexión y una relación emocional que hemos creado con el famoso”.

Aretha Franklin sostiene su álbum Soul ’69 en los estudios de Atlantic Records el 9 de enero de 1969, en Nueva York (Foto: Michael Ochs Archives / Getty Images).
Aretha Franklin sostiene su álbum Soul ’69 en los estudios de Atlantic Records el 9 de enero de 1969, en Nueva York (Foto: Michael Ochs Archives / Getty Images).

Por otro lado, no hay nada de malo en el duelo.

“Siempre les digo a mis clientes”, dice Wanis. “Hagan lo que les ayude a superar el duelo y simplemente dense cuenta de cuándo esa acción se vuelve obsesiva o adictiva, o cuándo comienza a controlarlo o a perjudicar su vida”.

Así que, adelante, canta “sin cortarte”. Eso te hará sentir mejor.

Raechal Leone Shewfelt