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¿Estamos locos o qué? Una modelo XXL amenazada por perder 107 kilos

Con una dieta alta en proteínas y carbohidratos, y una rutina diaria de box y yoga logró bajar 100 kilos en dos años, situación que la ha puesto en el ojo del huracán

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(Foto: Instagram)

Aunque a lo largo de su vida ha pasado por situaciones realmente desagradables y hasta denigrantes, la han llegado a humillar públicamente por sus kilos de más, Rosie Mercado se decidió a cambiar de talla por motivos de salud. También ha reconocido que el no poder ocuparse plenamente de sus hijos ni disfrutar de ellos (tuvo que contratar a una niñera para que jugara con sus hijos) actuó como revulsivo.

Alcanzada la meta, esta joven norteamericana de 35 años quiso mostrar al mundo los resultados de su tremendo esfuerzo mostrando sus pronunciadas curvas en su perfil de Instagram, y se armó el belén.

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En estas fotos se aprecia el cambio radical del nuevo referente ‘curvy’ (Foto: Instagram).

Pero para que entiendas realmente de que va la vaina te voy a contar cómo empezó todo esto. Rosie nunca fue delgada, pero su vida transcurría con cierta normalidad, era madre de tres niños y trabajaba como modelo. De hecho, tenía una exitosa carrera.

A medida que pasaban los años su relación con la comida se complicó, no paraba de ganar peso y los golpes de la vida hicieron mella.

“Tomé malas decisiones y elegí opciones muy pobres. Mi menú habitual era hamburguesa con patatas fritas en lugar de frutas y verduras”, cuenta Rosie al New York Post. “Mi salud era mi última prioridad, y estaba afectando a todo lo que hacía, sobre todo, no podía pasar tiempo de calidad con mis hijos.”

Las cosas más sencillas empezaban a resultarle difíciles. Hasta que un día escuchó esto: “Señora, usted no va a caber en un asiento. Necesita comprar otro para poder viajar”. Fue lo que le dijo una azafata de vuelo. Rosie se quedó llorando de la rabia y vergüenza.

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Aunque le sobraban muchos kilos, Rosie no paraba de trabajar. (Foto: Portada de la revista Belleza XL)

“Fue muy grosero, me lo dijo delante de todo el mundo y me morí de la vergüenza. Pero contesté: ‘sí, claro’, porque no sabía qué decir”, cuenta en el Daily Mail. En ese momento vio claro que tenía que cambiar su vida.

Definitivamente ese fue el detonante, lo que la hizo reaccionar. “Toqué fondo y empecé a ganar peso. Le diagnosticaron a mi hijo una parálisis cerebral leve y mi matrimonio se vino abajo”, ha contado la modelo de talla grande sobre los factores que la llevaron a la obesidad mórbida.

Así fue como abandonó la comida rápida, redujo al máximo el consumo de alimentos grasos y aumentó la ingesta de vegetales y agua. Obviamente en un caso de obesidad como el suyo esto no es suficiente. Además de la dieta, empezó a hacer ejercicio y se sometió a una cirugía para reducir su estómago.

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Con franqueza, sin filtros ni complejos, así es como se ha mostrado Rosie en su perfil. (Foto: Instagram)

Hoy pesa casi la mitad de lo que pesaba antes (perdió 107 kilos) , pertenece a la agencia True Models y es la cara de numerosas marcas de ropa. Además, es una talentosa actriz y participa en programas de televisión.

Su vida ha mejorado en todos los aspectos, excepto en uno: los haters no la dejan en paz.

“Los fans que me odiaban por ser gorda me odian ahora por bajar de peso. Tengo correos en los que me dicen que me tire por un puente y me suicide”, ha contado a People.

Rosie sabe que sigue sin ser ‘perfecta’, que tiene sobrepeso, celulitis, cartucheras y estrías pero ha aprendido a quererse tal y como es.

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A pesar de la críticas, Rosie se siente orgullosa de sus logros. (Foto: Instagram)

“Ambos pesos me han dado lecciones que nunca olvidaré y me han hecho ser mejor persona, tener determinación y persistencia. Gracias a todos por los correos de apoyo”, ha escrito la modelo en su perfil de Instagram, acompañando a una foto de su ‘antes y después’.

Su meta jamás fue lucir medidas concretas, sino sentirse sana y en forma. “Lo haría todo de nuevo porque soy capaz de llevar ropa que nunca había lucido, puedo correr y sin sentir la tracción de mi piel”, cuenta Rosie.

Aún así deja claro que su compromiso con ella misma y su familia es cuidarse. Por eso además de cuidar la alimentación, va al gimnasio para hacer ejercicio.

“A pesar de todo siendo ‘plus size’, tengo curvas; pero ahora soy capaz de hacer muchas más cosas. Mi confianza viene no solo por la forma en que me veo, sino por la libertad que me proporciona", asegura Rosie.

Tras la avalancha de críticas se han sucedido los mensaje de apoyo en pro de la ‘belleza real’. Un poco de cordura… y de humanidad, sin favor. ¡Ole tú Rosie!

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