La historia tras la foto de la reacción impactante de varios chimpancés al ver a un compañero muerto

Es una duda muy razonable. Después de ver la imagen que encabeza este post, nos preguntamos si realmente estos chimpancés están penando por su compañera muerta. ¿Lo hacen realmente? ¿O es lo que queremos pensar, asociando emociones humanas a actos animales?

Y la verdad es que no resulta nada sencillo responder una pregunta así. Hasta hace no mucho tiempo, la conclusión más habitual es que no, que los animales no tienen esos sentimientos humanos. A este tipo de ideas se las conoce como antropomorfización, o como lo llaman algunos “el efecto Disney” de poner a los animales como seres humanos.

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Pero la cosa no es tan sencilla. Porque, aunque esto ocurre en muchas ocasiones, aquí estamos hablando de la muerte de un miembro del grupo social. Y estos dos factores son importantes. La muerte es algo que todos los seres vivos tienen presente, y más aún aquellos con sistemas nerviosos más complejos, como mamíferos o aves.

Aunque lo realmente importante es que sea alguien del grupo social. Porque en chimpancés se forman vínculos sociales muy fuertes. Y más en un grupo como este, que tiene una historia muy particular.

Estos primates habitan un refugio para chimpancés que se encuentra en Camerún. Todos ellos fueron recogidos como crías, y todos ellos eran huérfanos. En esta zona de África es muy común la caza de chimpancés para vender su carne. La gran mayoría de los chimpancés que viven en Centro de Rescate de Chimpancés de Sanaga-Yong fueron recuperados aún agarrados a los cadáveres de sus madres.

Sumando todos los datos, tenemos a unos animales con capacidad para procesar comportamientos complejos, que ya se han enfrentado a la muerte de seres cercanos antes, y que viven en sociedades bien estructuradas. Todo hace pensar que lo que vemos es una forma de aflicción, pero ya sabemos que la ciencia no funciona así.

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Hay que analizar el comportamiento mostrado por los primates. Al ver a su compañera tendida en el suelo, más de una docena de miembros de su grupo se juntaron a observar. Permanecieron en silencio, sin apenas moverse, y tratando de entrar en contacto físico con los demás – pasando el brazo por los hombros de otros chimpancés.

Desde luego, una situación así no es la normal en esta especie. Muestra un cambio de comportamiento claro respecto a la situación normal. Decir que estaban de luto tal vez sea arriesgado, pero podemos afirmar que eran conscientes de que algo había ocurrido.

Me enteré leyendo aquí.