España siempre es favorita de las candidatas pero eso no significa serlo de verdad

DOHA, QATAR - DECEMBER 1: Álvaro Morata celebrando el gol que adelantó a España en el marcador ante Japón. (Foto de Jean Catuffe/Getty Images)
DOHA, QATAR - DICIEMBRE 1: Álvaro Morata celebrando el gol que adelantó a España en el marcador ante Japón. (Foto de Jean Catuffe/Getty Images)

En España nunca supimos ser aspirantes y sí candidatos antes del ciclo ganador de la selección entre 2008 y 2012. Antes de cada Mundial o cada Eurocopa nos cargábamos de razones para argumentar que España estaba entre las favoritas al título. Después la hierba dictaba sentencia y los palos tras cada tropiezo de la selección española eran históricos. Cómo si España hubiera sido una selección ganadora por tradición. España desde comienzos del Siglo XX y hasta el año 2008 sólo ganó una Eurocopa en 1964 y tres medallas Olímpicas. Dos platas, en Amberes 1920 y Sidney 2000, y el oro de Barcelona 92. Poco bagaje para considerarnos favoritos a ningún Mundial.

Tras la exhibición de la selección española entre 2008 y 2012, los años posteriores ha sido aún peor. En primer lugar porque es muy difícil poner fecha de caducidad a la generación más importante de la historia del fútbol de un país. Y eso para España ha sido un penar y un transcurrir de 10 años y cuatro seleccionadores. Realmente ha sido Luis Enrique el que decidió ya definitivamente cortar de raíz con casi todo lo anterior. Algunos jugadores ya estaban retirados o jugando en un fútbol menos competitivo, lógico por la edad, y otros que empezaron contando se fueron cayendo de los planes del seleccionador por diferentes motivos.

Solo hay dos, Sergio Busquets y Jordi Alba, que mantienen el vínculo con la generación dorada y además siguen siendo muy importantes en la selección española actual. El resto conforman una selección joven y nueva donde prima el conjunto por encima de las individualidades. Lo que no cambia es la forma de afrontar un campeonato en el entorno de la selección. Las filias y las fobias personalizadas en el seleccionador Luis Enrique y en su confección de la lista. La afición y un gran sector del Periodismo opina con la camiseta del club puesta y así es muy complicado llegar al consenso.

La victoria exagerada ante Costa Rica desencadenó un estado de euforia excesivo. España hizo un partido brillante, pero siempre conviene ser cauto en un Mundial. El empate ante Alemania dejó las primera dudas en un partido disputado en el que la selección española fue de más a menos. En el tramo final Alemania logró el empate y la sensación es que el triunfo estuvo más cerca del lado germano que del hispano.

DOHA, QATAR - DECEMBER 01: Players of Japan celebrate after the FIFA World Cup Qatar 2022 Group E match between Japan and Spain at Khalifa International Stadium in Doha, Qatar on December 01, 2022. (Photo by Salih Zeki Fazlioglu/Anadolu Agency via Getty Images)
La victoria de Japón puso los pies en la tierra a España en Qatar 2022. Foto: Salih Zeki Fazlioglu/Anadolu Agency via Getty Images.

El partido ante Japón se enfocó de forma equivocada desde fuera. El pensamiento general estaba en buscar el camino, a priori más sencillo, para evitar a Brasil en cuartos de final. Eso antes de jugar los octavos y lo que es más grave, antes de estar matemáticamente clasificados para disputarlos con tres posibles rivales en el horizonte antes de jugarlos, Croacia, Bélgica o Marruecos. Finalmente será Marruecos, una selección mucho más complicada de lo que parece.

En un Mundial es mucho más importante estar tú bien que elegir el rival. La emboscada está a la vuelta de la esquina. Precisamente la selección española de Luis Enrique compite mucho mejor ante rivales supuestamente más potentes que ante otras que pueden parecer más asequibles de inicio. Pensar en Brasil antes de estar ni siquiera clasificados para octavos, es el ejemplo perfecto de por qué no sabíamos ser aspirantes, antes del ciclo 2008-2012 siempre éramos favoritos según nosotros. Y ahora igual después de haber ganado. Y en fútbol si no respetas al rival es muy posible que lo termines pagando.

Es evidente que el cuerpo técnico intentó que la selección ante Japón funcionase con los cinco sentidos puestos en certificar la clasificación, pero yo creo que al final todo el ruido exterior termina calando. España, tras una buena primera parte, terminó haciendo una segunda parte muy mala y Japón le dio la vuelta al marcador. España está en octavos porque Alemania hizo los deberes y se empeñó en remontar un partido en el que pudo hacer diez goles, pero que lo fue perdiendo durante unos minutos porque ya no es aquel equipo que sobre todo marcaba la diferencia en las áreas.

Lo verdaderamente preocupante es la sensación que España va de más a menos en el torneo. Y eso en un Mundial es una de las peores sensaciones posibles. Ante Japón no funcionaron Nico Williams y Balde en el once, probablemente porque aún están verdes y es lógico. Y tampoco los cambios. Y no porque al final se perdiera, porque ante Alemania solo funcionó el cambio de Morata y estaban bien hechos los demás, si no porque España no supo encontrar las formas de abrir la defensa de Japón. Los de Moriyasu cerraban con mucha gente por dentro y España balanceaba el balón de un lado a otro sin crear ocasiones claras. Morata es clave en la selección por sus goles, lleva tres, y porque con él la selección amenaza siempre al rival.

Ahora empieza de nuevo el Mundial y España parte de cero. Con peores sensaciones que hace unas semana pero con las esperanzas intactas. Todo pasa por intentar acercarse al nivel de juego del primer partido ante Costa Rica, pero respetando a Marruecos. O ya estamos pensando en unos posibles cuartos ante una Portugal que no sabe si será primera o segunda. No tenemos remedio... ¿O sí?

Vídeo | La alegría de los japoneses: "Si hemos ganado a España y Alemania... ¡podemos ganar el Mundial!"