Una escultura de la argentina Claudia Fontes podría llegar al High Line de Nueva York

Tres figuras humanas abrazadas en círculo, en pacífica comunión con los pájaros que se posan sobre ellas, elevadas sobre el ruidoso tráfico de Nueva York. Eso podría verse en un futuro próximo en el High Line de Manhattan si resulta seleccionado en una convocatoria internacional el proyecto Foreigners ("Extranjeros"), de Claudia Fontes, artista que representó a la Argentina en la Bienal de Venecia de 2017 con la impactante instalación El problema del caballo.

"¿Es una propuesta apropiada para el High Line? ¿Para Nueva York? ¿Para nuestro tiempo?", pregunta en una encuesta online la organización sin fines de lucro que administra el parque construido sobre antiguas vías de tren, con el fin de sumar la opinión de la comunidad a la de los curadores para la selección final del concurso, que abarca ochenta artistas de cuarenta países. Entre ellos se cuenta también el argentino Matías Duville con Roll Over, proyecto de una escultura de bronce cubierta con impresiones de plantas de distintas partes del mundo.

Al frente de la iniciativa se encuentra Cecilia Alemani, curadora italiana responsable del programa de arte público del High Line, que también tuvo a su cargo hace dos años el circuito Rayuela durante la Art Basel Cities Week en Buenos Aires.

La escultura de Fontes, que imita la textura de un arrecife de coral, "está hecha de hormigón submarino, con agujeros y poros que pueden funcionar como hábitat para las aves locales durante la exhibición y, después, para las ostras en el agua del río Hudson", explica Fontes en la página del High Line en referencia a Foreigners. El título corresponde a una serie que busca "desnaturalizar" esa palabra, asociada con la discriminación y la negatividad en la cultura inglesa, creada por esta artista nacida en Buenos Aires en 1964 que reside en Gran Bretaña desde hace más de una década.

Para esta versión amplificada de pequeñas piezas de porcelana similares, ya exhibidas en ferias internacionales como arteBA, Frieze NY y ARCO por las galerías Nora Fisch e Ignacio Liprandi, Fontes aclaró que su punto de partida fue considerar el Plinth -el sitio del parque donde se instalaría la obra- como "un portal entre dos modelos sensoriales -humanos y no humanos- que cohabitan el High Line y sus alrededores".

Experiencia no le falta: además de haber participado de algunas de las muestras más relevantes de arte contemporáneo a nivel mundial, como la Documenta de Kassel y la Bienal de San Pablo, la artista es autora de una de las esculturas públicas más populares de Buenos Aires: la que evoca a un adolescente desaparecido durante la dictadura desde el Río de la Plata, frente al Parque de la Memoria.

Las propuestas de los ochenta artistas, nominados por un comité internacional, están siendo evaluadas por un jurado que incluye a los curadores latinoamericanos Pablo León de la Barra, Manuela Moscoso, Gabriel Pérez-Barreiro y Miguel Ángel López. Entre los proyectos presentados también se cuentan los del peruano Ishmael Randall Weeks y el colombiano Iván Argote.

Las dos obras que resulten elegidas se instalarán durante 18 meses en 2022 y 2024, como parte de la tercera y cuarta edición de un programa de arte público iniciado el año pasado con la escultura Brick House, de Simone Leigh. Ese monumental busto de bronce que representa a una mujer negra aún puede verse sobre las antiguas vias que cruzan la unión de la décima avenida con la calle 30. El proyecto que reemplazará a esa obra se anunciará en los próximos meses, y luego continuarán los seleccionados entre los que ahora se encuentran en evaluación.