Una escuela humilla a niñas que infringen el código de vestimenta

Una chica de 17 años se ha manifestado contra el código de vestimenta de su escuela. Concretamente se queja de que los pantalones que el personal administrativo obliga a llevar puestos a las chicas que infringen dicho código son “humillantes”.

Lydia Cleveland, estudiante de último año en la escuela secundaria James River, afirma estar sorprendida por la novedad que introduce este año el código de vestimenta de la escuela. A las infractoras –hasta ahora solo mujeres, según asegura– se les está obligando a llevar puesto un pantalón con las palabras “código de vestimenta” (“dress code”) escritas en una pierna. “No se puede aceptar la humillación como método de castigo a los estudiantes. En este caso, lo que están haciendo realmente es humillar únicamente a las chicas”, explica Lydia a Yahoo Parenting. “Se nos dice que el código de vestimenta sirve para promover y preservar un ambiente profesional, pero al mismo tiempo nos castigan obligándonos a llevar puestos esos pantalones; nada más lejos del profesionalismo que predican. Si fuera un lugar de trabajo de verdad, porque todo el personal nos dice que pensemos en esos términos de la escuela, entonces se podría decir que hay un ambiente de trabajo hostil”.

El código de vestimenta de todas las escuelas públicas en el distrito escolar del condado de Chesterfield está estipulado en la guía del estudiante, y enumera hasta nueve piezas de ropa que las chicas no pueden llevar puestas, como por ejemplo “ropa con escote” y “tops, camisetas con espalda descubierta o camisetas de tirantes”.

Una alumna de la escuela fue a la escuela vestida así y la obligaron a cambiarse y ponerse los pantalones con las palabras “código de vestimenta” escritas en la pierna.

Lydia explica que este año entraron dos personas nuevas en puestos de administración y supervisión. Ella cree que son ellos los que están detrás de los nuevos pantalones y de otras restricciones que se han añadido al código de vestimenta, como por ejemplo, prohibir pantalones cortos deportivos para las alumnas. “Hay chicas que han tenido problemas por llevar puestos pantalones cortos, mientras que los chicos visten así todos los días”, asegura. “Una amiga mía tuvo problemas por llevar puestos unos shorts vaqueros porque, según los administradores, le ‘quedaban demasiado ajustados’. Esto de hacer caminar a los estudiantes ante los administradores, que nos miren de arriba a abajo buscando posibles elementos distractores en nuestra ropa, es muy grave. Si los chicos van con un sombrero en la cabeza, solo les dicen ‘sácate el sombrero’. Nada más, no hay más consecuencias”.

En respuesta a la invitación de Yahoo Parenting a comentar esta cuestión, Tim Bullis, el director de relaciones comunitarias de las escuelas del condado de Chesterfield, envió una copia ampliada del código de vestimenta del distrito escolar y la misma presentación en Power Point que recibieron todos los estudiantes de la escuela secundaria James River. En el Power Point se incluyen seis páginas dedicadas a las infracciones del código de vestimenta y a los castigos correspondientes. También incluye nueve ejemplos fotográficos de lo que no pueden llevar puesto las chicas, mientras que hay solo dos de chicos.

Esta página de la presentación en Power Point de la escuela muestra dos piezas de ropa – pantalones cortos deportivos y shorts vaqueros– con las que las chicas no pueden vestirse para ir a la escuela secundaria James River.

Según la presentación, la primera vez que un alumno infrinja el código, las consecuencias serán “cambiarse la ropa / llamar a los padres / castigo [horas extras en la escuela]”. En ningún momento se mencionan unos pantalones largos con las palabras “código de vestimenta” escritas en un lateral, que son comparados por Lydia con las orejas de burro. “No hay ninguna diferencia entre los dos castigos”, explica.

El 18 de septiembre Lydia entregó una carta a todo el personal de administración de la escuela explicando lo mucho que le preocupaba el código de vestimenta. Escribió la nota de forma conjunta con otros estudiantes que quieren permanecer en el anonimato. “El Power Point de expectativas para el último curso ofrece dos fotos de infracciones masculinas y nueve fotos para las chicas; las discutimos en voz alta durante diez minutos. De esta forma se está diciendo a chicas inteligentes que es su culpa si los demás las sexualizan con la mirada”, dice la carta. Y añade: “Entendemos y apreciamos la necesidad del código de vestimenta para mantener un ambiente profesional en la escuela, pero nos parece que humillar a las chicas y a los chicos se aleja bastante de ese objetivo. Todos los alumnos o alumnas con los que hemos hablado que ya han pasado por este castigo, han dicho que supuso un gran ridículo y humillación frente a sus compañeros, haciéndoles perder un valioso tiempo lectivo. Eso queda bastante lejos de los valores de grupo y cohesión que transmiten, y que nosotros entendemos y defendemos”.

Lydia dice que no ha recibido ninguna respuesta por parte de la administración.

Esta obsesión de centrarse en las mujeres del código de vestimenta, incluyendo el tema de los pantalones, no hace más que promover la sexualización de niñas y adolescentes, según asegura Lydia. “Cuando se castiga solo a uno de los géneros, se está diciendo a las mujeres que su educación tiene menos valor, que son una distracción, la causa de la corrupción del carácter de los chicos. Se está diciendo a las chicas que valen menos, que las dejan estar ahí pero que los chicos son la prioridad”, dice. Y agrega: “En poco tiempo comenzaré la universidad y estoy al tanto de las agresiones sexuales que ocurren en algunos campus. Se presenta a las chicas como las culpables por querer aparentar ser mayores o por actuar como tales, como si el hecho de aparentar o actuar fuese motivo de consentimiento. Me alarma mucho ver lo que ocurre a nuestro alrededor y ahora soy consciente de que todo comienza con algo tan pequeño como el código de vestimenta de una escuela”.

Lydia ha sido acusada de hacer frente a esta situación porque quiere vestirse con ropa más provocativa, pero asegura que nada más lejos de la realidad. “Me pongo ropa pasada de moda. No me visto de forma provocativa”, explica. Lo que le perturba es el hecho de que esta discriminación de género envía un mensaje equivocado tanto a los estudiantes varones como a las chicas. “No se está diciendo a los chicos que se respete a las mujeres”, explica. “En lugar de eso, se está diciendo a la chicas que es su responsabilidad cubrir su cuerpo. Y si no, que se atengan a las consecuencias”.

Fotos: la de arriba y la del medio: Lydia Cleveland. La de abajo: Escuelas públicas del condado de Chesterfield County Public Schools (Chesterfield County Public Schools).

Rachel Bertsche