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‘Escenario de pesadilla’: cómo la FPL manipuló en secreto una elección al Senado de Florida

La Florida Power & Light tenía un problema.

Un fuerte retador demócrata amenazaba con desbancar a un titular republicano en una contienda al Senado estatal del área de Gainesville en 2018. La FPL, una de las empresas de servicios públicos más grandes del país, necesitaba asegurar que el Partido Republicano retuviera el escaño.

Así que usó un oscuro grupo sin fines de lucro para financiar secretamente a un candidato aguafiestas, un antiguo demócrata llamado Charles Goston, según nuevos documentos obtenidos por el Miami Herald. Al presentarse como candidato sin partido en las elecciones generales, Goston ayudó a dividir el voto liberal, desviando suficientes votos de la aspirante demócrata para inclinar la contienda hacia el titular del Partido Republicano.

Los documentos muestran que FPL envió $200,000 a la organización sin ánimo de lucro, un grupo con sede en Washington DC llamado Broken Promises en el otoño de 2018. En cinco semanas, Broken Promises había donado $20,000 al comité político de Goston y había gastado aproximadamente $115,000 en correos y publicidad para apoyarlo.

Lo mejor de todo para la FPL: debido a su estatus de organización sin fines de lucro, Broken Promises no tenía que revelar a sus donantes, lo que significa que el dinero en efectivo era imposible de rastrear. Nadie sabría que la FPL había pagado para manipular secretamente una elección estatal a favor de los republicanos. Los electores no sabían quién financiaba a Goston y por qué.

Los registros que vinculan ala FPL con Broken Promises —que provienen del interior de la empresa de consultoría política de la empresa— marcan la primera vez que el dinero de la FPL ha sido directamente vinculado a una serie de escándalos electorales que sacuden la política de la Florida. Plantean preguntas sobre si la empresa de servicios públicos “subvirtió” unas elecciones libres en Gainesville, dijo Saurav Ghosh, director de Reforma de Financiación de Campañas federales en el no partidista Centro Legal de Campañas en Washington DC.

“Este es más o menos el escenario de pesadilla”, dijo Ghosh. “Tenemos un poderoso participante corporativo en la política de la Florida que usa sus recursos financieros para derrotar a un candidato sin revelar nada al público. ... Esto es un fraude electoral”.

Charles Goston, un ex comisionado de la ciudad de Gainesville, se postuló como candidato sin partido en la contienda de 2018 para el Distrito 8 del Senado estatal. La campaña de Goston desvió suficientes votos de la demócrata Kayser Enneking para permitir que el titular republicano Keith Perry mantuviera su escaño.
Charles Goston, un ex comisionado de la ciudad de Gainesville, se postuló como candidato sin partido en la contienda de 2018 para el Distrito 8 del Senado estatal. La campaña de Goston desvió suficientes votos de la demócrata Kayser Enneking para permitir que el titular republicano Keith Perry mantuviera su escaño.

Como empresa, la FPL puede contribuir a las campañas políticas. Pero según las leyes estatales y federales, no se le permite ocultar las contribuciones a través de donantes “de paja”. Y las organizaciones sin ánimo de lucro exentas de impuestos, como Broken Promises, que la FPL usó como intermediario, no pueden participar directamente en la política.

La empresa de servicios públicos, un gigante multimillonario, es una de las fuerzas políticas más poderosas de la Florida, acostumbrada a salirse con la suya gracias a una Legislatura flexible y a la junta reguladora del estado. Pero en el último año, reportes han revelado sus esfuerzos por manipular la política del estado, redactar en secreto la legislación para mantener su control sobre el mercado de la energía solar, adquirir una empresa de servicios públicos en Jacksonville, presionar para que se aumenten las tarifas de los clientes residenciales, seguir a un periodista que le disgustaba usando investigadores privados y usar como arma un sitio web de noticias supuestamente independiente para atacar a los críticos.

La FPL está sintiendo el impacto: una empresa de inversión ha degradado sus acciones y una legisladora demócrata de Tampa ha pedido al Departamento de Justicia que investigue sus actividades políticas.

En un correo electrónico, el portavoz dela FPL, Christopher McGrath, dijo que la empresa no ha hecho nada indebido, citando una investigación interna —que la empresa se niega a compartir— que dice lo mismo. No negó que FPL financiara a Broken Promises.

“FPL exige que sus contribuciones 501(c)(4) se hagan en cumplimiento de todas las leyes aplicables”, dijo McGrath, refiriéndose al nombre formal de los grupos exentos de impuestos como Broken Promises. “No controlamos ningún 501(c)(4) y cuando donamos dinero a una organización, independientemente de su situación fiscal, ya no controlamos cómo se gasta ese dinero. Creemos que cualquier afirmación en sentido contrario es infundada”.

Los documentos que arrojan luz sobre los escándalos provienen de un servidor interno de la antigua empresa de consultoría política de la FPL, Matrix, con sede en Alabama, y fueron filtrados de forma anónima al Miami Herald y a otros medios noticiosos. Incluyen correos electrónicos, cartas, mensajes de texto, estados de cuenta bancarios, transferencias bancarias y libros de contabilidad.

Ni los empleados de FPL ni los de Matrix han sido acusados formalmente de cometer infracciones. Pero los fiscales han acusado hasta ahora a otras cinco personas, incluido un ex senador estatal, por una serie de escándalos electorales sorprendentemente similares en 2020 con vínculos con FPL. Esas contiendas presentaron a los llamados candidatos “fantasma” que apelaron a los electores progresistas y ayudaron al Partido Republicano a mantener tres escaños cruciales en el Senado estatal. La FPL ha negado su participación.

‘Este texto se autodestruye’

Broken Promises era dirigido por un consultor político de Alabama llamado Sean Jason Anderson, quien nombró a su madre para que se uniera a él en la junta directiva de la organización sin fines de lucro.

Aunque Broken Promises parecía ser independiente de la FPL y Matrix, eso era solo una ilusión, muestran los mensajes de texto entre los ejecutivos de la FPL y Matrix.

En un intercambio de textos de 2016, el entonces presidente ejecutivo de Matrix, Jeff Pitts, aseguró al vicepresidente de la FPL Daniel Martell que tenían pleno control sobre otros dos grupos sin fines de lucro dirigidos por Anderson y otro aliado, y que las organizaciones sin fines de lucro no tendrían vínculos públicos con la FPL porque no tenían que revelar a sus donantes.

Sin mencionar, dijo Pitts, que Anderson era un viejo amigo. (Un tal “Jason Anderson” figura como antiguo cabildero de Matrix en los registros públicos de Alabama).

“En resumidas cuentas, somos nosotros los que tenemos los talonarios de cheques y el control [de las organizaciones sin ánimo de lucro]”, dijo Pitts a Martell.

El vicepresidente de la FPL respondió como si se tratara de Misión Imposible: “Este mensaje se autodestruye en 30 segundos”.

“Sí, por eso me gusta el cara a cara”, respondió Pitts.

Los mensajes de texto parecerían contradecir la afirmación de la FPL de que no tenía ningún control sobre las organizaciones sin ánimo de lucro creadas por sus consultores políticos.

Eric Silagy, presidente ejecutivo de Florida Power & Light, se comunicaba regularmente con los ejecutivos de Matrix, la empresa de consultoría política de la empresa de servicios públicos con sede en Alabama, a menudo a través de direcciones de correo electrónico privadas o con seudónimo en lugar de su cuenta corporativa.
Eric Silagy, presidente ejecutivo de Florida Power & Light, se comunicaba regularmente con los ejecutivos de Matrix, la empresa de consultoría política de la empresa de servicios públicos con sede en Alabama, a menudo a través de direcciones de correo electrónico privadas o con seudónimo en lugar de su cuenta corporativa.

Pitts dejó Matrix a finales de 2020 para crear su propia empresa de asesoría. Él y el fundador de Matrix, Joe Perkins, se han demandado mutuamente. Perkins dijo que Pitts y otros ex empleados habían actuado de forma deshonesta en nombre de FPL.

“Joe Perkins filtró documentos selectos e impulsó una narrativa falsa en su esfuerzo desesperado por chantajear y difamar al señor Pitts”, dijo Jesse Dreicer, abogado de Pitts, en un comunicado. “Estas acusaciones son falsas, cansinas y una continuación de sus calumnias y ataques difamatorios”.

Perkins ha negado ser la fuente de los documentos enviados a los medios noticiosos.

No fue posible contactar a Anderson. Su madre no respondió a una solicitud de entrevista.

Una prueba

El papel de la FPL en la trama de Gainesville permaneció oculto durante años.

Pero ahora los escándalos del candidato fantasma de 2020 han salido a la luz pública, gracias a extensas investigaciones penales y a rencorosas demandas civiles.

Las consecuencias han revelado las entrañas de una operación diseñada por Matrix para inclinar las elecciones a favor de los republicanos tanto en 2018 como en 2020, usando organizaciones sin ánimo de lucro secretas como Broken Promises.

Kayser Enneking, la demócrata que perdió la elección de Gainesville en el Distrito 8 del Senado estatal, dijo que lo que le sucedió en 2018 se sintió como la realización de una prueba del esquema de candidatos fantasma que dos años más tarde derribaría al demócrata de Miami José Javier Rodríguez, cuyas críticas a la FPL habían enfurecido a Eric Silagy, presidente ejecutivo de la empresa de servicios públicos.

(Los candidatos fantasma se presentaron en otras dos contiendas al Senado estatal en 2020, pero sus votos no fueron decisivos para la victoria del candidato del Partido Republicano. Rodríguez, por otra parte, perdió ante la republicana Ileana García por solo 32 votos).

“Creo que vieron el éxito que tuvo en mi contienda y cómo era una forma relativamente barata de desviar votos”, dijo Enneking, quien perdió ante el titular del Partido Republicano Keith Perry por unos 2,000 votos, mientras que el candidato fantasma Goston recibió 4,300.

Enneking, Perry y sus comités políticos gastaron más de $2.6 millones juntos en sus contiendas. La campaña de Goston costó menos de $145,000.

La Dra. Kayser Enneking perdió por poco una contienda para el Senado estatal por Gainesville en 2018 después de que FPL financiara secretamente a un candidato sin partido en las elecciones generales que desvió los votos de su campaña.
La Dra. Kayser Enneking perdió por poco una contienda para el Senado estatal por Gainesville en 2018 después de que FPL financiara secretamente a un candidato sin partido en las elecciones generales que desvió los votos de su campaña.

Enneking dijo que no veía ninguna razón política por la que FPL apoyaría a Goston, un ex comisionado de la ciudad de Gainesville, aparte de preservar una mayoría favorable a las empresas en el Senado estatal, el cual confirma el nombramiento de los miembros del regulador de servicios públicos del estado, la Comisión de Servicios Públicos.

“En los debates políticos con él, no había ni un ápice de diferencia entre lo que él defendía y lo que yo defendía”, dijo Enneking.

Perry, el republicano, dijo que no sabía de las actividades de la FPL y Broken Promises durante las elecciones de 2018.

“No coordino, ni tengo conocimiento, ni planeo con ninguno de estos grupos”, dijo al Herald.

También señaló que las empresas, al igual que los individuos, tienen el derecho de donar a las campañas para influir en el resultado, pero dijo que está abierto a reexaminar las políticas que permiten que el dinero de la campaña se canalice a través de organizaciones sin fines de lucro opacas como las creadas por los consultores políticos de la FPL.

“Es una cuestión de si debería haber más transparencia en el proceso y cómo hacerlo, sin ahogar la libertad de expresión”, dijo Perry.

El senador estatal Keith Perry dijo que no tenía conocimiento del papel secreto de FPL en su exitosa candidatura a la reelección de 2018.
El senador estatal Keith Perry dijo que no tenía conocimiento del papel secreto de FPL en su exitosa candidatura a la reelección de 2018.

Los esfuerzos por contactar a Goston fueron infructuosos. A diferencia de los candidatos que se postularon en tres distritos del Senado estatal en 2020, Goston no era un candidato “fantasma” porque realmente hizo campaña, en lugar de depender únicamente de los correos directos a los electores.

Aun cuando el gobernador Ron DeSantis ha creado una nueva Oficina de Delitos y Seguridad Electorales para ir tras el fraude electoral, se ha negado a comentar sobre los escándalos vinculados a FPL, que se esbozaron por primera vez ampliamente en el Orlando Sentinel. El jefe de la nueva oficina, Pete Antonacci, no quiso responder si las posibles violaciones de la financiación de las campañas estarán entre los supuestos delitos que investigará su agencia.

Filtración de registros

Los empleados de Matrix llevaron registros detallados de sus actividades, incluyendo un libro de contabilidad de los gastos políticos de FPL en el ciclo electoral de 2018.

Las anotaciones en el libro de contabilidad muestran que la FPL envió $100,000 a Broken Promises el 26 de septiembre de 2018 y otros $100,000 el 16 de octubre de 2018. La infusión de la FPL representó todos los ingresos de Broken Promises ese año, muestran las declaraciones de impuestos federales.

Tres días después de recibir su primera ronda de fondos del FPL, Broken Promises dio un cheque de $20,000 a un comité político llamado Friends of Charles Goston, según los registros financieros de la campaña estatal. En el plazo de dos semanas, Broken Promises gastó otros $52,000 en publicidad por correo en apoyo de la campaña de Goston. Luego, después de recibir su siguiente ronda de dinero de la FPL, Broken Promises gastó otros $63,000 en publicidad para Goston.

En las declaraciones de impuestos, Broken Promises afirmó que ninguno de sus gastos se calificaba como “gasto político directo o indirecto”.

“Esa presentación no parece precisa en absoluto”, dijo Ellen Aprill, profesora emérita de derecho fiscal en la Universidad Loyola Marymount que revisó las declaraciones de Broken Promises para el Herald. “Esta es actividad política”.

No está claro en los registros de Matrix hasta qué punto FPL financió directamente a Broken Promises y hasta qué punto usó a otros grupos como intermediarios del dinero. Los registros de impuestos federales muestran que otra organización sin fines de lucro controlada por Matrix, llamada Alliance for Consumer Protection, donó $100,000 a Broken Promises en 2018.

El director de la Alliance for Consumer Protection figura como David Calvert, un gerente de construcción y ex compañero de habitación de Pitts en la universidad, según un texto entre Pitts y Martell.

No fue posible contactar a Calvert.

José Javier Rodríguez, entonces senador estatal de Miami, lleva un mensaje sobre el cambio climático en sus botas de lluvia mientras inspecciona el Parque José Martí en La Pequeña Habana en busca de signos de inundación durante la Marea Real de la mañana del 9 de octubre de 2018. La firma de consultoría política de FPL, Matrix, estuvo involucrada en un esquema de 'candidato fantasma' que lo derrotó en las elecciones de 2020. El director general de FPL, Eric Silagy, había pedido a Matrix que le hiciera la vida a Rodríguez...

Philip Hackney, experto en Derecho Fiscal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pittsburgh, dijo que personas poderosas están usando organizaciones sin fines de lucro para influir secretamente en las elecciones en todo el país.

“Esto es usado principalmente por los actores ricos y los que dirigen las corporaciones”, dijo Hackney. “Es una oportunidad para que metan los dedos en la balanza de las elecciones... sin que el público tenga idea alguna. Para que funcione una democracia libre y justa, es necesario que la gente opere a la luz, con veracidad y franqueza”.

Señaló que FPL pudo simplemente haber financiado la campaña de Goston abiertamente —como la empresa de servicios públicos hizo cuando contribuyó con $20,000 al comité político de Perry en su propio nombre— sin canalizar el dinero “turbio” a través de una organización sin fines de lucro.

“Hay que preguntarse por qué no lo hicieron”, dijo. “Esto indica que les preocupa revelar su apoyo a este candidato a los electores y que tenían la intención de ocultarlo”.

Mothers for Moderation

Broken Promises no fue la única forma en que la FPL fue contra Enneking.

FPL también financió a un grupo sin ánimo de lucro similar llamado Mothers for Moderation que atacó a Enneking en las primarias demócratas.

Mothers for Moderation pagó $100,000 por correo directo y publicidad televisiva en apoyo de un comité político de la Florida, Liberation Ocala African American Council, que respaldó a la oponente de Enneking en las primarias de 2018, Olysha Magruder. También pagó $75,000 a la empresa de consultoría política de Anderson, con sede en Alabama, según una copia de un cheque en los registros de Matrix.

Casi toda la financiación de Mothers for Moderation provino de la FPL. Los registros muestran que la empresa de servicios públicos contribuyó con $13.9 millones a Mothers for Moderation en 2018. (La directora de la organización sin fines de lucro, Stephanie Egan, es la hermana de un ex empleado de Matrix y maestra de escuela primaria en Alabama. No respondió a las solicitudes de declaraciones).

Whitfield Jenkins, presidente del comité político de Liberation Ocala, dijo que no recordaba a Mothers for Moderation, aunque proporcionó los únicos fondos que recibió su grupo.

Magruder, la oponente de Enneking en las primarias, dijo al Herald que no tenía nada que ver con los mensajes de Liberation Ocala.

“Mi campaña no tenía ningún control sobre lo que ocurría fuera de nuestra campaña”, dijo Magruder, quien ahora se postula como candidata al Distrito 22 de la Cámara de Representantes de la Florida. “Éramos la campaña más progresista y con menos probabilidades en ese momento, así que no teníamos ninguna forma de luchar contra lo que estaba sucediendo y usaron mi imagen y mi nombre sin ningún permiso de mi parte”.

La campaña de Olysha Magruder para la nominación primaria demócrata de 2018 para un escaño del área de Gainesville en el Senado estatal fue respaldada en secreto por el dinero de FPL. Magruder dijo que no tenía idea.
La campaña de Olysha Magruder para la nominación primaria demócrata de 2018 para un escaño del área de Gainesville en el Senado estatal fue respaldada en secreto por el dinero de FPL. Magruder dijo que no tenía idea.

A pesar del bombardeo de publicidad, Enneking venció ampliamente a Magruder en las primarias del 28 de agosto de 2018.

Al día siguiente, Broken Promises fue formado por el amigo del director ejecutivo de Matrix, aparentemente para intentar nuevamente derribar a Enneking, en las elecciones generales. Esta vez el esfuerzo tuvo éxito.

Enneking dijo que no era una crítica notablemente estridente de FPL, pero que su escaño era uno de los tres en 2018 que los demócratas tenían la oportunidad de voltear, amenazando al control republicano del Senado estatal.

“Se trató más de retener la mayoría republicana que de mi campaña”, dijo Enneking.

En los dos años que siguieron a la victoria de Perry sobre Enneking, el Senado liderado por los republicanos y la Comisión de Servicios Públicos (PSC) dieron a la FPL lo que pedía.

En 2019, por ejemplo, los legisladores aprobaron el Proyecto de Ley 796 del Senado, que creó un nuevo proceso para que las empresas de servicios públicos transfieran los costos a los clientes por proyectos de protección contra tormentas, como la instalación de líneas eléctricas soterradas. En 2020, la PSC aprobó la propuesta de la FPL de recuperar los costos de capital de la construcción de energía solar incorporando el gasto a su base tarifaria y trasladando los cargos a sus clientes, más una utilidad.

‘Donantes de paja’

En 2020, un grupo vigilante presentó una queja ante el IRS sobre las Broken Promises.

En la denuncia, Citizens for Ethics and Responsibility (CREW) alegó que Broken Promises había violado la ley federal “al no revelar adecuadamente sus contribuciones políticas” y “estaba siendo usada como un intermediario para las contribuciones políticas”.

CREW señaló que casi todos los gastos de Broken Promises se destinaron a causas políticas, principalmente a la campaña de Goston, aun cuando según las normas del IRS la actividad principal del grupo exento de impuestos 501(c)(4) se supone que es apoyar actividades de “bienestar social”, no políticas.

En los documentos fiscales federales, Broken Promises indicaba que su propósito de bienestar social 501(c)(4) era “desarrollar y defender la legislación, las regulaciones y los programas gubernamentales para mejorar el ambiental [sic] social, la economía y el ambiente social [sic]”.

El grupo, que estaba registrado en un almacén de UPS en Washington DC, solicitó su disolución dos semanas después de la denuncia, según los registros comerciales locales.

Una foto de fichaje del ex senador estatal Frank Artiles, fechada el 18 de marzo de 2021. Fue un estrecho aliado del FPL cuando estaba en la Legislatura y fue arrestado en relación con el escándalo del candidato fantasma que derrotó al senador estatal demócrata José Javier Rodríguez en 2020.
Una foto de fichaje del ex senador estatal Frank Artiles, fechada el 18 de marzo de 2021. Fue un estrecho aliado del FPL cuando estaba en la Legislatura y fue arrestado en relación con el escándalo del candidato fantasma que derrotó al senador estatal demócrata José Javier Rodríguez en 2020.

Los grupos 501(c)(4) como Broken Promises suelen ser criticados como grupos de “dinero turbio” porque pueden usarse para enmascarar la verdadera identidad de los contribuyentes políticos. De acuerdo con las leyes federales y estatales, el gasto político debe ser revelado, y es ilegal usar donantes de paja y empresas ficticias para ocultar las verdaderas fuentes del gasto electoral.

Las actividades de FPL pudieran infringir la prohibición de los donantes de paja de la Florida, dijo Ghosh, del Campaign Legal Center.

“Parece que estos grupos C4 se organizaron como un mecanismo deliberado para ocultar la verdadera fuente de los fondos que se usan para fines electorales”, dijo. “En ese caso, lo que se tiene es que FPL es el verdadero contribuyente y están usando a una [501(c)(4)] como donantes de paja”.

Matthew Corley, investigador en jefe de CREW, dijo que FPL tenía una razón para tratar de ocultar sus contribuciones políticas.

“La transparencia ayuda a luchar contra la posible corrupción, que es uno de los principales objetivos de la divulgación de la financiación de las campañas”, dijo. “Cuando la gente le da la vuelta, la pregunta obvia es: ¿está ocurriendo algo ilícito?”.

La redactora del Miami Herald Julia Coin contribuyó a este artículo desde Gainesville.