"Tienes que conocer tus límites": advierten que el yoga puede causar lesiones serias en las caderas

La práctica del yoga añade a la rutina diaria de muchas personas un momento único de conexión espiritual que además ayuda a mejorar el rendimiento físico en todos los sentidos. Pero para los instructores de esta disciplina existen algunos riesgos graves.

Getty Creative
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Un número cada vez mayor de profesores de yoga están sufriendo daños serios en las articulaciones, y muchos se han visto obligados a someterse a operaciones de cadera poco después de cumplir 40 años.

Así lo ha comprobado el fisioterapeuta inglés Benoy Matthews, especialista en cadera y rodilla y miembro de la Chartered Society of Physiotherapists, quien atiende de cuatro a cinco maestros de yoga al mes.

En entrevista con la BBC, Matthews explica que muchas personas ponen demasiado estrés sobre sus articulaciones repetidamente para lograr posturas “prescritas”, cuando su fisiología se lo impide.

“Tienes que conocer tus límites”, dice el especialista. Quienes practican yoga tienden a confundir el dolor en las articulaciones -lo que significa que deben detener el movimiento- con la rigidez que tienen que superar.

El exceso de estiramientos cuando la fisiología del practicante no puede aguantarlo puede requerir a largo plazo un tratamiento médico o cirugía, incluida de reemplazo total de cadera.

“Todos conocemos los beneficios para la salud del yoga. Lo practico yo mismo (…) Pero, como todo, puede causar lesiones. No podemos ponerlo en un pedestal”, agregó.

Para Matthews la clave está en comprender tu propio cuerpo y conocer dónde están tus límites. “Lo que es posible para uno podría no serlo para otros y las personas tienden a hacer las mismas posiciones establecidas, en lugar de lo que les es factible”.

“El ego te lleva a intentar una posición 'hasta el final' cuando deberías detenerte donde sea cómodo”, insiste. Hacer yoga exclusivamente, añade, y no “mezclarlo” con otro tipo de ejercicio también podría ser un error.

El mismo ejercicio “una y otra vez”, puede causar problemas. “Debes mezclarlo en términos del tipo de ejercicio que haces”.

Matthews cuenta que recibe en su consulta a profesores de yoga de entre 40 y 42 años. Algunos llegan cojeando y no pueden caminar más de 10 metros. “No hay cantidad alguna de fisioterapia que pueda ayudarlos”, asegura.

A veces deben someterse a una cirugía de artroscopia de cadera, pero también podrían necesitar un reemplazo total, advierte el experto.

Pip White, asesor profesional de la Chartered Society of Physiotherapy, coincide con Matthew. Como con cualquier forma de ejercicio, dice, es importante hacerlo de manera segura y comprender los límites personales.

“Todos estamos hechos de manera diferente. El yoga no se trata de competir con nadie más. Si te das cuenta de tus habilidades y practicas dentro de tus propios límites, obtendrás todos los grandes beneficios que esta práctica tiene para ofrecer”, sostuvo.