Errores que estropean tu ensalada de pasta

Una ensalada de pasta nunca te fallará cuanto tienes prisa y quieres sacar adelante un plato fácil, nutritivo y que a todo el mundo le guste. Sin embargo, si la ensalada de pasta nunca te falla, no le falles tú a ella, y haz que no caiga en desgracia arruinándola con pequeños detalles que podrás mejorar con muy poco esfuerzo.

Cuidado con la cocción

Que la pasta sea sencilla de preparar no evita que tengamos que prestar un poco de atención a su punto de cocción. Una pasta pasada se vuelve muy poco atractiva al paladar, porque su textura se hace amorfa y pegajosa. Además, desde un punto de vista nutricional, cuando la pasta ya no está al dente los carbohidratos se han transformado en glucosa, algo que será peor para tu dieta. Ten en cuenta respetar el tiempo de cocción que te indique el fabricante, e incluso no está de más empezar a probar cómo está cuando apenas faltan un par de minutos para que termine de cocer.

No te olvides de que, además, uno de los ingredientes necesarios para este plato tan socorrido es la paciencia. Si tienes prisa y después de cocer quieres emplatar, probablemente se te ocurra la fatídica idea de meter la pasta debajo del grifo de agua fría para que cambie rápidamente de temperatura y así poder añadirle el resto de ingredientes y servir. Pues bienm esto arruinará tu plato, porque le restarás todo su sabor y harás que su textura se acartone. La única forma de conseguir que una pasta se enfríe, manteniendo todas sus propiedades, es dejarla airearse un rato con un chorrito de aceite de oliva para que no se pegue.

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Errores que estropean tu ensalada de pasta
Errores que estropean tu ensalada de pasta

También es importante considerar que, aunque la ensalada de pasta es un plato muy sufrido, no la puedes elaborar con mucha antelación y consumir cuando mejor te venga. La pasta no aguanta tanto porque, aunque no se pone mala, se vuelve pegajosa y después se acartona. Además las frutas y hortalizas también van cambiando de estado según pasa el tiempo; por ejemplo, el tomate libera agua y la lechuga se oscurece.

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Ingredientes originales sí, puzzle no

La mala fama que pueda llegar a tener la ensalada de pasta se debe a la idea de que todo vale con ella, y que podemos lanzarle ingredientes sin control porque todo es bienvenido. No hay que pasarse de imaginativos y es mejor pensar que hay ciertos experimentos que merece la pena meditar antes de hacer. Importante: no utilices la ensalada de pasta como plato de última oportunidad para las sobras de alimentos que no sabes cómo aprovechar.

De la misma forma, piensa que los clásicos granos de maíz y trozos de remolacha pueden sustituirse por otras verduras. El maíz y la remolacha aportan muchos hidratos, aunque no tienes por qué prescindir de ellos. Simplemente prueba a introducir setas, rábanos, palmitos, alcachofas y pepino. Haz que esta ensalada de pasta sea una fiesta de colores, texturas y sabores.

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No utilices salsas preparadas

La pasta es la estrella de estas ensaladas, pero la salsa también es muy importante y de ella depende que consigamos un buen efecto. Cualquier salsa preparada de origen industrial puede arruinar el plato, porque tienen un altísimo contenido en azúcar, sal y grasas, además de sabores que pueden acabar con el del resto de ingredientes.

Podemos simplemente aliñar con aceite de oliva virgen, con ese sabor tan característico, o también con limón o vinagres que puedan dar un toque de originalidad al plato. Pero si queremos triunfar, optar por hacer una salsa casera es la forma de hacer de este plato una experiencia inolvidable. Puedes utilizar, por ejemplo, queso fresco batido y añadirle menta, alcaparras o mostaza.

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