Eran amigas desde la infancia, pero ahora descubren que son parientes
Durante más de cuarenta años, Lisa Henry y Joyce Schnur han mantenido una bonita amistad. El hecho de haber vivido a unas pocas cuadras, además de coincidencias en los gustos y en el trato con los otros, hizo que terminaran siendo muy buenas amigas.
“Todo el mundo pensaba que estábamos emparentadas desde mucho antes -recuerda Schnur-. Yo la conocí porque alguien pensó que yo estaba saliendo con un chico llamado Bernie, y yo a él ni siquiera lo conocía. ¡Entonces supe que era ella! Era ella la que estaba saliendo con Bernie …”
“No estaba saliendo con él, solo me gustaba” -aclaró Lisa en medio de las risas.
Pero el destino les tenía reservada una sorpresa a estas dos mujeres de Pensilvania que, de jóvenes, habían coincidido hasta en el mismo ginecólogo-obstetra cuando estuvieron embarazadas.
De hecho, sus hijos se criaron también bastante cerca los unos de los otros.
“Solíamos decirnos ‘tú eres parte de mi familia’, y cuando descubrimos que en realidad estábamos vinculadas, aquello fue una locura”, aseguró Henry, ahora de 52 años, para InsideEdition.com.
“Y tu mamá dijo, ‘¡yo lo sabía!’” -agregó Schnur, su mejor amiga, de 53 años.
Todo empezó a aclararse cuando con motivo de su más reciente cumpleaños, el esposo de Henry le regaló un kit genético para conocer a tus ancestros, y ella quedó fascinada con los resultados.
Después de varios meses de escuchar a su amiga Henry hablar de aquello, Schnur se decidió a comprar el suyo.
Y aquí vino la sorpresa.
Cuando llegaron los resultados, Schnur llamó a Henry y le pidió ayuda para dar con los resultados.
“Le dije, esto está genial, esto te mostrará quién está emparentado contigo”, relató Henry.
“Ella hizo clic y me dijo: ‘¡Te estoy mirando! ¡Estás ahí, estás allí!'”
Según Schnur, de los 177 parientes que participaron en el 23AndMe, Lisa terminó en el número seis.
“Fue una locura -dice-. Le dije ‘¡Lisa, eres el número seis! ¡Eres el seis!'”
Acto seguido, ambas amigas descubrieron que la bisabuela de Schnur y el bisabuelo de Henry habían sido hermanos.
“La pasamos muy bien con eso -asegura Henry-. Fuimos a la iglesia y se lo contamos al pastor; cuando nos enteramos por primera vez de aquello nos dio muchísima ilusión”.
La mejor parte de todo es ahora cuando le dicen a la gente que son familia.
“En realidad no estamos diciendo algo que no sea cierto”, bromea Schnur.
“No podemos estar más cerca ahora de lo que ya estábamos”, concluye Schnur.