El equipo del Gobierno exhibió fallas de instrumentación en la diaria

Alberto Fernández transitó sus primeros seis meses de gestión en un marco de completa excepcionalidad. Fue así desde el día uno, porque el Presidente definió trabajar sin ley de presupuesto y porque tomó como primera medida la redacción de un proyecto de emergencia que le otorgó atribuciones extraordinarias por la crisis económica.

Con el coronavirus se inauguró, el 12 de marzo, la emergencia sanitaria y desde entonces, fueron sancionados más de 20 decretos de necesidad y urgencia. El más controvertido, leotorgó al jefe de Gabinete la potestad de ampliar y redistribuir los fondos del Estado dedicados a la pandemia hasta fin de año, sin pasar por el Congreso.

Con una dinámica muy atípica, la gestión exhibió algunos problemas de implementación y demoras para poner en práctica las medidas de carácter inédito que se tomaron en el marco de la pandemia.

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Fue lo que -conjugado con otros factores- eyectó por primera vez del gabinete a un alto funcionario: el extitular de la Anses, Alejandro Vanoli, apartado por "una gestión lenta e ineficaz".

Lo que terminó de detonar su salida fue haber cometido olvidos en el calendario para efectuar el recambio de 50 directores en representación del Estado que habían sido designados en empresas privadas durante el gobierno de Mauricio Macri.

Pero sobre sus espaldas cargaba con serias dificultades operativas para pagar la primera cuota del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que se decretó en abril. Vanoli había fijado un cronograma de pagos que se extendía hasta principios de julio. Su sucesora, Fernanda Raverta, reconfiguró todas las fechas y logró terminar con los pagos el 3 de junio, más de dos meses después del anuncio. La asistencia abarca a unos 9 millones de beneficiarios, muchos de ellos no registrados. La segunda ronda de IFE, se espera, se completará dentro de este mes.

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"Las medidas que se tomaron en el marco de la pandemia son inéditas, no hay un programa en América Latina como el IFE o el ATP. Son programas de mucha escala y nuevos, no están montados sobre canales burocráticos previos, por lo que lógicamente tienen dificultades de implementación", justificó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, consultado por la nacion.

Demoras

Otra de las medidas que mostró demoras fue el pago del bono a los empleados de la salud, una gratificación para los trabajadores que están en el frente de la batalla de la pandemia, muchos con sueldos muy bajos. El Gobierno había anunciado la iniciativa apenas seis días después de iniciada la cuarentena. A más de dos meses el bono de $5000 destinado a los trabajadores de la salud todavía sigue sin cobrarse. La oposición tomó nota de la demora e hizo un pedido de informes.

El propio Fernández reconoció en la última conferencia de prensa en Olivos que el bono "se dilató por cuestiones burocráticas". En el Gobierno aseguran que la semana que viene se pagarán las cuotas de ambos meses juntas, con un único pago de $10.000.

"El problema es que es un padrón de unos 460.000 trabajadores muy complejo, porque combina al sistema público y el privado", argumentaron en la Casa Rosada. Por su parte, Raverta explicó: "Firmamos un convenio con el Ministerio de Salud, pero todavía se está consolidando la información de quiénes son los trabajadores de la salud que se inscriben, no existía un padrón".

Los créditos blandos para empresas afectadas por la parálisis, otra de las primeras medidas tomadas en la pandemia, también habían exhibido problemas de instrumentación.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, terminó por reclamarle públicamente a los bancos que agilizaran el financiamiento a las pymes.

Más allá en el tiempo, el Gobierno había reconocido un error no forzado aquel viernes negro de abril, con el fallido operativo para el pago a los jubilados, que derivó en colas interminables en los bancos, con alto riesgo sanitario para una población de riesgo.

El presidente Fernández se había llenado de bronca aquel día, pero la medida más drástica, el apartamiento de Vanoli, llegaría recién semanas después. Ese día dejó en claro que no hay lugar para la ineficiencia.