Cinco entrevistas imperdibles de Vicente Rojo con EL UNIVERSAL

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 18 (EL UNIVERSAL).- El pintor y escultor Vicente Rojo falleció la noche del miércoles 17 de marzo a los 89 nueve años. A lo largo de su carrera, se sentó a conversar en múltiples ocasiones con EL UNIVERSAL.

A través de estas entrevistas, podemos conocer más detalles sobre quién era Vicente Rojo, un catalán exiliado en México, que se enamoró de la capital por ser "luminosa". También el artista perteneciente al movimiento de la Ruptura, reveló en 1990 a esta casa editorial que él preferiría la palabra "enriquecimiento" porque no buscaba romper nada.

También descubrimos sobre el amor que le profesaba a uno de sus materiales de trabajo: los lápices; “es riquísimo el olor a la madera y al grafito”, dijo el artista en 2011.

Sobre su padre, sus trabajos en su época de Barcelona, su faceta como diseñador gráfico y su sentir a la pandemia, son algunos de los temas que abordó el artista Vicente Rojo en sus conversaciones. Acá te presentamos cinco entrevistas que no puedes perderte.

--La última conversación con Vicente Rojo, en medio de la pandemia

"No sé que tan normal vaya a ser el futuro”, dijo Vicente Rojo en entrevista en abril del 2020. El artista plástico hablo sobre cómo estaba viviendo la pandemia de Covid-19 en su estudio en Cuernavaca, lugar donde se refugió durante el confinamiento.

"En esa conversación, Rojo describió a la pandemia como una nube negra que posa sobre todo México. Esta sensación sólo la podía comparar con el franquismo en España. “Contemplar este panorama en el país me tiene muy inquieto", dijo y agregó que desde que desde que habían aparecido "estos bichos" no podía trabajar en su arte con la soltura de antes.

Entonces estaba trabajando en una serie de jardines. En la entrevista explica los retos que esto implicaba, porque no quería usar el color verde, característico de la naturaleza. Los colores que le ofrecía Cuernavaca lo alentaban a querer probar otros tonos: "Abro la ventana del cuarto y lo primero que veo es una bugambilia. En México sí es todo más del tono que yo suelo usar, más apagado, más grisoso, más neutro".

También habló sobre su rutina durante el confinamiento: crear de 10 de la mañana a 3 de la tarde. Casi no leía, le costaba trabajo ni veía cine, porque ya no era el cine "tan importante" que a él le gustaba. Pero lo que sí, es que la música era su gran compañera, al igual que la escritora Bárbara Jacobs, su pareja, quien le ayudaba con todos los asuntos relacionados a computadoras e internet.

"Bárbara lo maneja muy bien. He podido ver en el teléfono a mis cuatro nietos; ha habido que crear también espacios nuevos y maneras de entendimiento y colaboración, de mantener el cariño, y muchas llamadas telefónicas".

--Soy mexicano desde que llegué; Yo de aquí no me muevo

En junio de 2019, con motivo de la inauguración del vitral "Versión celeste" en el Monte de Piedad, Vicente Rojo habló sobre su relación con México y la preocupante situación por recortes presupuestales a cultura, ciencia y salud.

Entonces, Rojo cumplía 70 años de haberse exiliado en México, por eso mismo preparaba una muestra sobre el tema del exilio español con la que buscaba homenajear a su padre.

"Yo tengo totalmente un habla mexicana, a pesar de que no he perdido mi acentito. Soy mexicano desde que llegué; al día siguiente dije: 'Yo de aquí no me muevo'. Me encontré con mi padre, casi no lo conocía; lo había dejado de ver cuando tenía siete años; estaba un poco inquieto de que tuviera un hijo al que le gustaba dibujar, trabajar en cosas artísticas. Pero tenía, desde los cuatro años, la vocación de tener un lápiz y un papel, dibujar, recortar, pegar; eso sigue siendo hasta la fecha", dijo.

Habló sobre sus inicios profesionales en la escena cultural mexicana, cuando trabajó en un INBA "tan pequeño", con personalidades como Salvador Novo.

Respecto al panorama cultural, a meses de que iniciara la administración de Andrés Manuel López Obrador, Rojo expresó sobre los recortes que se aplicarían en esa área y también en ciencia y salud -aún en un mundo prepandémico.

"Se suponía que con el combate a la corrupción México iba a tener dinero, pero por lo visto el combate a la corrupción todavía no está muy claro. Cultura, ciencia y salud están en momentos peligrosos. Afortunadamente, yo sigo pensando que México es un país riquísimo en cultura y creo que ese poder cultural que tiene México, y como cara al exterior, se va a mantener a pesar de toda esta cierta preocupación que producen los recortes. Creo que en cultura nos vamos a poder defender; los científicos necesitan quizás más ayuda y en salud se necesita mucha mayor ayuda".

--"Quizás yo ya no lo vea"

En junio de 2010, Vicente Rojo dio una entrevista a propósito de "Circos", un libro en colaboración con José Emilio Pacheco. Habló sobre su amistad con el escritor, para quien hacía “paréntesis” en medio de sus series; así como de su relación con Carlos Monsiváis, quien había fallecido unos días antes.

En aquella ocasión, Rojo habló sobre el recuerdo, un recurso a partir del cual el artista plástico hacía sus obras. "El recuerdo para mí es una presencia, no algo que queda allá atrás", aseguró.

Con respecto a los recuerdos, Vicente Rojo habló sobre la primera impresión que tuvo la Ciudad de México en él, recién llegado como exiliado de España. En 1949, para él era una ciudad muy luminosa que lo "deslumbró", sin embargo, reconoció su decadencia al punto de afirmar que la capital estaba en crisis.

"La sigo viendo como muy luminosa, a pesar de que ya no lo es. (…) Estamos en crisis. Es una crisis profunda. Pero me he movido siempre en el campo de la cultura y de la edición, y creo que la cultura es un gran antídoto contra la barbarie".

Declaró que confiaba que la cultura mexicana y sus instituciones sólidas harían que la Ciudad de México superara esa crisis, pero "quizás yo ya no lo vea", concluyó.

--"Cuando tengo un lápiz, yo le puedo sacar el provecho si me da lo que necesito"

A un día de recibir la Medalla Bellas Artes, en 2011, Vicente Rojo conversó sobre el exilio y su arte, pero se detuvo en detallar con atención el cariño que le tiene hacia uno de sus materiales de trabajo: el lápiz.

"Es riquísimo el olor a la madera y al grafito", dijo el artista, quien reconoció que no tenía ni idea de cuál era la diferencia entre lápices B1, B2, o un H3; "cuando tengo un lápiz, yo le puedo sacar el provecho si me da lo que necesito", concluyó.

Rojo explicó que seguía trabajando "a la antigüita", con herramientas como el compás, las tijeras y el pegamento. "Comencé a trabajar con esos materiales y sigo con ellos", aseguró.

Entonces también habló de su pasado artístico en Barcelona, lugar donde "hay muy mala escuela" por lo que sus estudios de esculturas habían sido muy malos, confesó.

"En Barcelona, la única manifestación estética a la que podía asistir era el cine, me gustaba hacer anuncios de las películas, dibujaba a artistas, hacía las letras, a veces hasta ponía un comentario, pero no sabía que eso era diseño gráfico; jugaba con imágenes y letras".

--¿Vicente Rojo realmente fue partidario del movimiento de la Ruptura?

Nos remontamos hasta el 1 de septiembre 1990. En entrevista por una exposición en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, en la Ciudad de México, Vicente Rojo dijo con seguridad: "No sé si ruptura sea la palabra correcta. Yo hablaría de un enriquecimiento".

El pintor y escultor explicó que lo que el buscaba era aportar algo, no pelear ni de acabar con algo.

Respecto a su faceta de diseñador gráfico, entonces, aseguró que le daba mayor satisfacción que la de la pintura porque era útil.

"Me gusta sentirme útil, digamos que me siento socialmente útil como diseñador. Como pintor realmente nunca he tenido la intención de ser útil para nada. Mi pintura me parece perfectamente inútil", concluyó.