ENTREVISTA-Ex alcalde colombiano, el inesperado rival a vencer del presidente Santos

Por Luis Jaime Acosta y Helen Murphy BOGOTA (Reuters) - Hace dos meses no figuraba en el mapa, pero las promesas de atacar la desigualdad de Colombia convirtieron a un ex alcalde de la capital en un dolor de cabeza para Juan Manuel Santos y sus intentos por retener el poder en las elecciones de mayo. Enrique Peñalosa, un canoso economista que no quiere ser etiquetado con una ideología pero es de un partido donde militan izquierdistas, subió vertiginosamente en los sondeos montado en el hartazgo de los colombianos con los partidos tradicionales. Aunque varias encuestas lo ubican en segundo lugar -como mínimo a 10 puntos del favorito Santos- el opositor le quitaría votos suficientes al presidente como para forzarlo a una segunda vuelta. Y en el balotaje, al menos dos sondeos pronostican vencedor al jovial Peñalosa. Como alcalde, Peñalosa ganó buena fama remozando a Bogotá y construyendo grandes obras de infraestructura y escuelas, y mejorando el transporte público a fines de la década de 1990. Pese a eso, fracasó dos veces seguidas en sus intentos por retomar las riendas de la ciudad y se abocó a ser consultor de urbanismo, con un alto perfil en los medios. Su repentino regreso a la arena política fue precedido de una consulta interna en su partido Alianza Verde en la que arrasó como precandidato presidencial con dos millones de votos. Pero nadie vio venir a Peñalosa, un hombre que evita las corbatas y prefiere moverse en bicicleta por la ciudad. Tiene propuestas económicas parecidas a las de los otros candidatos, pero el corpulento ex alcalde de 59 años confiesa que, si con algo está obsesionado, es con lograr la igualdad en una nación que sufre de una abismal brecha entre ricos y pobres. "Creo en la propiedad privada y en economía de mercado, no porque tengan nada de sagrado sino porque es la mejor manera de administrar los recursos de la sociedad, incluso para beneficio de los más pobres", dijo en una reciente entrevista con Reuters. "Más importante que la derecha o la izquierda, es hacer una política distinta, pero si es de izquierda darle prioridad a la igualdad, esa es mi obsesión", agregó. Su mensaje parece haber calado en un país donde, a pesar del saludable ritmo económico y de la estabilidad, cerca del 40 por ciento de los habitantes es pobre y mucho están cansados del caprichoso desempleo. Para Peñalosa la economía colombiana necesita crecer por encima del 5 por ciento anual a fin de garantizar el gasto social en educación, salud y poder fortalecer al sector agrario. Durante la última década la actividad se expandió por arriba del 4 por ciento cada año. Y para eso, asegura que es clave la inversión privada. ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ Sondeo de elecciones en Colombia: http://link.reuters.com/kax68v ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ PAZ, PERO SIN DAR TREGUA Si llegara a la presidencia, Peñalosa dijo que continuará con las negociaciones de paz que mantiene el Gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para acabar con un conflicto interno de más de medio siglo que ha dejado 200.000 muertos y a miles de desplazados. Hasta ahora las conversaciones en La Habana no han logrado grandes avances y Santos apuesta a cerrar algunos compromisos significativos antes de las elecciones del 25 de mayo. "Las negociaciones de La Habana son como las relaciones internacionales, deben trascender cualquier gobierno, no pueden ser tema de campaña política", dijo Peñalosa. Incluso aseguró que si resulta electo ratificará a los miembros del equipo de negociadores del actual gobierno para evitar que las FARC dilaten un posible acuerdo. Sin embargo, cree que las Fuerzas Armadas deben seguir su ofensiva contra el grupo rebelde, que cuenta con unos 8.000 combatientes en la selva. "El que nosotros respaldemos las negociaciones en La Habana no implica de ninguna manera que tengamos una simpatía por las FARC o por los crímenes que han cometido contra Colombia y contra los colombianos, muchos incluso de lesa humanidad", dijo. (Reporte de Luis Jaime Acosta. Editado por Pablo Garibian)