ENFOQUE-Refugios en Latinoamérica se esfuerzan por ayudar a víctimas de violencia doméstica en cuarentena

Imagen de archivo referencial de una fotografía enmarcarada de la fallecida Eugenia Machuca junto a un par de zapatos rojos de mujer, en una exhibición de la artista visual mexicana Elina Chauvet para protestar contra la violencia de género y el feminicidio en la plaza El Zócalo, en Ciudad de México

Por Anastasia Moloney, Christine Murray y Oscar Lopez

BOGOTÁ/CIUDAD DE MÉXICO, 10 abr (Fundación Thomson Reuters) - El modesto refugio para víctimas de violencia doméstica en la ciudad fronteriza de Tapachula en México ha estado al máximo de su capacidad desde enero y su directora Elsa Simón ya ha tenido que negar el ingreso a tres mujeres que buscaban escapar del abuso de sus parejas.

A medida que se intensifica el confinamiento por la pandemia de coronavirus, a Simón le preocupa que pueda verse forzada a rechazar a más y más personas que llegan al refugio, uno de los recintos en Latinoamérica que ofrecen apoyo ante los crecientes casos de violencia doméstica y feminicidios en la región.

El feminicidio clama las vidas de decenas de mujeres por día en América Latina, que incluye a 14 de las 25 naciones con la tasa más alta de asesinatos producidos por la violencia de género en el mundo.

Casi 70 centros de apoyo para víctimas mujeres de violencia operan en varias zonas de México como parte de la organización sin fines de lucro Red Nacional de Refugios. A menudo trabajan cortos de presupuesto y sus ubicaciones se mantienen en secreto.

Ya que las familias han quedado confinadas en sus casas por órdenes de las autoridades para ayudar a contener la pandemia, surgen discusiones y peleas por temas simples y al mismo tiempo apremiantes para una gran mayoría. La pérdida de un empleo, por ejemplo, puede escalar fácilmente hasta desatar violencia.

"Sus hogares se transforman en un caos", dijo Simón a la Fundación Thomson Reuters. "Las mujeres y los niños están bajo estrés".

"En ese momento no pueden irse porque no sabemos lo que puede ocurrirles allá afuera", explicó.

AUMENTO DE DENUNCIAS

Países en todas partes del mundo han reportado casos de violencia doméstica durante las cuarentenas, lo que llevó a Naciones Unidas a hacer llamados a los gobiernos para que tomen acciones urgentes.

En Brasil, la central telefónica del gobierno, "Liga 180" para víctimas de violencia doméstica registró un incremento del 18% en las denuncias entre el 15 y el 25 de marzo, en comparación con las primeras dos semanas de ese mes.

En Bogotá, una línea de ayuda instalada por el Gobierno recibió cuatro veces más llamados de lo usual durante el primer fin de semana de cuarentena que comenzó en la capital colombiana el 20 de marzo.

De todas formas, un alza de las denuncias podría no reflejar la verdadera escala de la violencia, dado que a muchas mujeres ahora les cuesta más pedir ayuda, de acuerdo a expertos.

"Hay mujeres que simplemente no pueden llamar porque su pareja les ha quitado el teléfono celular (...) y él las está observando todo el día", dijo Nina Chaparro, una investigadora de derechos de género en Dejusticia, una organización activista de Colombia.

"En ese momento, no hay escapatoria", dijo.

El Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa en el estado de Chiapas, en el sur de México, normalmente recibe entre 5 y 10 víctimas de violencia doméstica por día.

Pero en la semana previa a que el país declarara una emergencia de salud, el 30 de marzo, solo llegaron dos personas, según Jazmín Hernández, quien dirige el departamento legal del centro.

La disminución no indica menos abuso, sino que muestra que las víctimas tienen menos oportunidades de buscar ayuda, sostuvo.

"El comportamiento de una persona agresiva es el control y el control sobre absolutamente todo", afirmó. "Si estas mujeres pasan las 24 horas del día con su agresor, ¿cuándo van a poder hacer una llamada telefónica?".

"LA VIOLENCIA NO HA DISMINUIDO"

Un refugio en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul está ahora a menos de la mitad de su capacidad, y Salette Marinho de Sa, superintendente de la Secretaría de Derechos Humanos del estado, espera que la cantidad de víctimas que buscan refugio caiga a pesar de que los abusos continúan.

"Estamos seguros de una cosa: la violencia no ha disminuido", declaró.

Para abordar la crisis, gobiernos en Chile, Argentina y Colombia han ampliado las líneas directas, agregando servicios de mensajería en línea y WhatsApp y mantienen abiertos los refugios y los tribunales de familia.

El Gobierno mexicano ha declarado que los refugios para mujeres víctimas de violencia son servicios esenciales que deben permanecer abiertos durante la pandemia. Se han confirmado más de 3.400 casos de coronavirus en el país.

Pero un programa de subvención anual que financia a los refugios apenas empezó a entregar fondos esta semana, más tarde de lo esperado, complicando aún más los presupuestos de estas organizaciones.

Simón debió pagar necesidades urgentes -como gel antibacteriano y mascarillas- con su tarjeta de crédito.

Dentro del refugio en Brasil, las residentes se mantenían alejadas unas de otras, turnándose para usar la cocina y las instalaciones de lavandería a fin de prevenir la propagación del virus.

"Estas son medidas que debemos tomar", dijo Marinho de Sa.

(Reporte adicional de Fabio Teixeira en Río de Janeiro. Editado en español por Marion Giraldo. La Fundación Reuters es una unidad de noticias de Thomson Reuters que cubre temas de derechos humanos, violencia de género y LTGB+, activismo, cambio climático y trata de personas, entre otros. Visita: http://news.trust.org)