¿Podrían ser contagiosas enfermedades que hoy consideramos no contagiosas?

IMAGEN La propuesta de un grupo de investigadores implicaría que enfermedades como el cáncer o la diabetes podrían tener su origen en la transmisión de microbios
La propuesta de un grupo de investigadores implicaría que enfermedades como el cáncer o la diabetes podrían tener su origen en la transmisión de microbios

La polémica está servida. La prestigiosa revista Science publicó hace tan solo unos días un controvertido artículo que ha abierto un debate inesperado. El texto, incluido dentro de su sección Insights Perspective y clasificado como una “hipótesis” por la propia revista, cuenta con el apoyo de un buen número de científicos e instituciones de prestigio repartidas por todo el mundo. Si no fuera por la importancia del journal que lo ha publicado y por los investigadores de prestigio que han participado en ese artículo no tendría mayor interés puesto que la hipótesis que sugiere, a primera vista, puede sonar descabellada.

Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades no transmisibles son un grupo de afecciones que incluyen enfermedades cardiovasculares, cáncer, problemas de salud mental, enfermedades respiratorias o diabetes, y que actualmente representan la mayor causa de muerte a nivel mundial. Los descubrimientos y avances del siglo pasado han descartado la participación microbiana en la aparición de este tipo de enfermedades y en su lugar se centra en factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. En nuestros días, hemos marcado una clara diferenciación entre este tipo de enfermedades no transmisibles y las enfermedades infecciosas, causadas por la transmisión de patógenos entre individuos.

Y es aquí donde se abre la polémica cuando este grupo de investigadores plantea la posibilidad de que muchas de que esas afecciones que actualmente consideramos no transmisibles, como el cáncer, la obesidad o la diabetes, puedan tener también un componente microbiano.

Los propios investigadores reconocen que solo es una hipótesis para animar el debate y la aparición de estudios más detallados | imagen Finlay, B. B., et al
Los propios investigadores reconocen que solo es una hipótesis para animar el debate y la aparición de estudios más detallados | imagen Finlay, B. B., et al

“Se propone que la microbiota disbiótica, particularmente en el intestino, se pueda transmitir a otras personas, alterando a su vez su microbiota. Esto podría contribuir a la propagación de enfermedades no transmisibles (ENT), incluida la obesidad, un factor de riesgo clave para muchas ENT, así como posiblemente enfermedades cardiovasculares y enfermedades inflamatorias intestinales”.

La idea contradice cientos de estudios y conocimientos adquiridos en las últimas décadas y apenas habría tenido repercusión, si no fuera por el aval de centros de gran prestigio como el Instituto Pasteur de Francia, el Weizmann Institute of Science, las Universidades de British Columbia, Hawaii, o la propia Revista Science que ha publicado el texto. Es cierto que en los últimos años hemos asistido a un notable aumento de las publicaciones relacionadas con la microbiota y que, casi a diario, se descubren nuevas relaciones ocultas entre el microbioma humano y diferentes enfermedades, sin embargo el texto publicado tan solo teoriza sobre esa posibilidad sin aportar ninguna prueba.

En descargo de los autores del texto y de la propia revista Science que lo ha publicado hay que señalar que los investigadores reconocen que su idea es tan solo una hipótesis y que su intención tan solo es iniciar un debate y propiciar más trabajos que investiguen a fondo esa posible relación. Por tanto hay que dejar muy claro que este texto no es un estudio, no es un análisis clínico, no es un artículo científico… en realidad, tan solo es una declaración de intenciones. En sus propias palabras, el objetivo de los autores “es que esta hipótesis estimule la discusión e investigación adicionales”, sin duda un objetivo loable aunque seguramente la manera de presentar su idea no ha sido la más adecuada. Los debates se inician cuando se presentan pruebas sólidas para su discusión, de lo contrario tan solo añaden más confusión al asunto y al público no especializado.

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Referencias científicas y más información:

Finlay, B. B., et al. “Are Noncommunicable Diseases Communicable?Science, vol. 367, n.o 6475, enero de 2020, pp. 250-51. science.sciencemag.org, DOI:10.1126/science.aaz3834.

Sharon Kirkley “Heart disease contagious? Study suggests 'non-communicable' diseases might be spread through gut bacteria” National Post