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¡Encontré el clítoris! Y ahora, ¿qué sigue?

Dijo Claude Lévi-Strauss: “El sabio no es el hombre que da respuestas verdaderas; es el que plantea las verdaderas preguntas”.

Quizás estaba hablando sobre las metodologías de la antropología o quizás estaba hablando del siguiente meme:


Porque sí. Hay una insistencia grande en visibilizar el clítoris como un órgano sexual increíblemente sensible, en contraste con la vagina, que no lo es tanto.

Los datos llevan ahí décadas: el clítoris es el órgano más sensible al placer sexual del cuerpo humano y, para muchísimas mujeres, es la única vía que tienen al orgasmo.

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La brecha orgásmica que existe en el sexo heterosexual se suele deber a su falta de estimulación (y que, a su vez, es reflejo de la poca atención y el poco conocimiento que solemos tener de la vulva).

Por lo tanto, esta insistencia va dirigida a cualquier persona que se relacione sexualmente con personas con clítoris, sobre todo hombres heterosexuales, quienes no solemos poner atención a este órgano.

Y creo que una pregunta que algunos hombres cisgénero podríamos realizar una vez que se ha hallado es: ¿Qué hacemos con el cliptori? ¿Cómo estimular este órgano que se siente tan distinto a los que tenemos en nuestro cuerpo?

(Dato curioso: en realidad no es tan distinto, pero ese es tema de otra columna).

Conócelo

Por si no lo habías visto, te presento al clítoris:

donde esta el clitoris
donde esta el clitoris

Como puedes ver, hay mucho más que lo evidente a los ojos.

Es importante tomar en cuenta que las terminaciones nerviosas del clítoris, aunque se concentran en el glande (que es lo que se puede ver desde afuera), se reparten en realidad por todo el órgano y por lo tanto, pueden ser estimuladas directa e indirectamente.

Pero ya llegaremos a eso.

La importancia del clítoris no es menor. Es EL órgano sexual que más placer puede otorgar al ser estimulado y el que más fácil puede llevar a una persona al orgasmo (y en la gran mayoría de las ocasiones, es la única vía).

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Como dice la doctora en psicología y facilitadora Bodysex, Fabiola Trejo:estimular el clítoris no es el preámbulo, es el objetivo. No es para prepararla para estar lista para que la penetres ni para facilitar la lubricación. Si te interesa su placer, estimular su clítoris es prioridad”.

Estimulación directa vs estimulación indirecta

Hay dos formas principales de estimular el clítoris: de manera directa y de manera indirecta.

La estimulación directa es la evidente: masajeas el botón del diablo (o el cristori, dependiendo de cómo lo veas) con contacto directo de tus dedos, tu lengua, tu pene, un juguete sexual o cualquier otro objeto que decidan usar.

Aunque la estimulación oral es una de las más comunes y más placenteras, Fabiola Trejo sugiere no estancarse ahí: “Apóyate de masajes, caricias, frotaciones con diferentes partes del cuerpo y con vibradores para ampliar el repertorio de sensaciones de placer”.

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Como en todo en la vida, la diversidad es tu aliada.

La estimulación indirecta puede lograrse de varias maneras: a través de la pared superior de la vagina, de modo que se estimule el cuerpo del clítoris, usando un juguete sexual como un succionador de clítoris (que no toca directamente al órgano sino que lo estimula a través de succión o de ondas sónicas), o de frotamiento del prepucio que lo cubre cuando no está erecto, entre otras.

Incluso existen algunas posiciones de penetración coital que pueden llegar a estimular indirectamente al clítoris.

Delia Ochoa, sexóloga y psicoterapeuta, aconseja que, cuando la anatomía lo permita, estimules el clítoris sobre el prepucio y no sobre el glande.

La terapeuta sexual, Laurie Mintz, sugiere en su libro Becoming Clitorate iniciar trazando círculos de forma suave sobre el prepucio, e ir incrementando la vigorosidad conforme tu pareja se vaya excitando más.

Por su parte, la activista por el placer Alicia Delicia recomienda iniciar con estimulación indirecta y avanzar hacia la directa una vez que tu pareja avance en la meseta.

Y una vez que notes que tu pareja está disfrutando lo que haces, Fabiola Trejo exhorta a mantener esa estimulación y no cambiar de ritmo ni de velocidad, pues es justo eso lo que anda disfrutando.

Además de la estimulación directa e indirecta del clítoris recuerda que no es sólo ese órgano sino toda la vulva la que tiene posibilidad de producir placer.

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El clítoris es el órgano más importante y sensible, sí, ¡pero no olvides lo demás!

En resumen: inicia despacio y avanza conforme tu pareja lo vaya expresando y/o solicitando. Y recuerda, cuando no sepas qué hacer (e incluso cuando sí)…

Pregunta

“La cosa más bonita que puedes llevar a la cama es no asumir que sabes lo que a la otra persona le gusta, sino que sea una conversación”, dice Alicia Delicia.

Ella sugiere preguntarle a tu pareja sexual cómo le gusta masturbarse e, incluso, cuando sea el caso, pedirle que te muestre cómo se masturba para observar directamente, así como preguntarle también por la intensidad, la presión y la velocidad ideal.

Al cuerpo que fueres, haz lo que vieres.

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Alicia Delicia también sugiere aplicar “el semáforo”, y yo agregaría que es una excelente técnica no sólo por si te da pena preguntar, sino también puede ser un juego muy erótico.

Funciona así: mientras estimulas a tu pareja, ella puede utilizar un código de colores para indicarte cómo le está resultando lo que haces.

  • Rojo = no me está gustando lo que haces, detente.

  • Amarillo = cambia lo que estás haciendo, pero no necesariamente detengas la estimulación.

  • Verde = me gusta lo que haces, sigue.

  • Azul = POR FAVOR SIGUE CON ESO, NO TE DETENGAS.

Al respecto, Fabiola Trejo también tiene un consejo muy atinado: “Detente cuando ella te lo diga o veas que se siente incómoda o adolorida. Pon atención a su lenguaje corporal porque para algunas mujeres puede ser complicado expresar su incomodidad o pedir que te detengas”.

La verdad es que, en el sexo, siempre es buena idea preguntarle a la otra persona qué es lo que quiere y qué es lo que le gusta.

Toma en cuenta la sensibilidad

Una de las cosas más importantes a tomar en cuenta es que el clítoris es un órgano muy sensible.

Por lo tanto hay que tocarlo menos como una tornamesa de DJ y más como, eh, bueno, pues un órgano del que se ha estimado que podría tener alrededor de 8,000 terminaciones nerviosas muy pegadas entre sí. Ni más ni menos.

Delia Ochoa sugiere considerar que “las terminaciones nerviosas están distribuidas de forma distinta en cada clítoris, por lo tanto puede variar un chingo qué tan directa puede ser la estimulación en el glande”.

Por lo tanto, coincidiendo con Alicia Delicia, antes de masturbar o hacerle sexo oral a alguien lo mejor es preguntar qué tanta estimulación le gusta.

Y si haces sexo oral, Delia Ochoa tiene una recomendación: “Usa los labios y el resto de la cara, no solo la punta de la lengua”.

Lubrica

Algo importantísimo: no toques el clítoris en seco (a menos que la otra persona te lo pida, pero incluso entonces, ten cuidado).

Antes que cualquier cosa, lubrica. La saliva es útil si vas a hacer sexo oral, pero idealmente utiliza la propia lubricación de tu pareja o un lubricante de base agua.

Como dice Fabiola Trejo: “El lubricante es tu mejor amigo. Hará las sensaciones más detalladas y complejas, potenciando las posibilidades de placer”.

Es importante recordar que, aunque la lubricación suele aparecer durante la actividad sexual conforme la excitación incrementa, la cantidad puede variar de persona en persona.

A veces, incluso, una persona puede estar muy excitada y no lubricar, del mismo modo en que otra podría estar muy excitada y no tener una erección.

El consentimiento se otorga con el deseo, por lo que si el cuerpo no está lubricando pero desean tener sexo, ¡usen lubricante, sin miedo ni pena! Y si está lubricando y quieren aumentar las sensaciones, ¡también!

Conversa

Se dice mucho: el sexo es una conversación. Lo verbal es importantísimo, sí, pero la realidad es que, la mayoría de las veces, el sexo es un diálogo donde se privilegia el lenguaje del cuerpo: las caricias, las contorsiones y los gemidos son lo que te indicará si a tu pareja le está gustando o no lo que haces.

La escucha atenta y empática es el secreto para el buen sexo.

Hay un motivo por el cual este texto no se enfoca en técnicas de estimulación del clítoris: no necesitas ser un virtuoso de la técnica.

Necesitas conocerla, sí, así como necesitas conocer al menos lo básico de la anatomía de la vulva, y por eso este texto incluye las recomendaciones que me concedieron directamente distintas profesionales de la psicología y expertas en placer, para que puedas seguirlas en sus redes y aprender de lo que comparten.

El libro de Laurie Mintz que mencioné antes también es un gran recurso.

Está la Pussypedia, una enciclopedia en línea que contiene mucha información muy interesante sobre la vulva.

También el sitio OMGYES, en donde puedes encontrar información en español sobre distintas técnicas de masturbación.

Y si te interesa leer un libro puedes buscar She Comes First, del doctor Ian Kerner, que es específicamente un manual para hacer sexo oral. Tienes Google, el mundo entero está a tu disposición.

(Y, por tu bien, si encuentras alguna página donde recomienden trazar el abecedario con tu lengua o dedo en el clítoris, huye de ella como si de una persona sin cubrebocas tosiendo en la calle se tratara).

Esta investigación es útil y necesaria, sin embargo, si te concentras en la técnica y no en la escucha, lo más probable es que te termines perdiendo todas las señales verbales y no verbales que tu pareja podría otorgarte y con las que podrías aprender, genuinamente, cómo estimular su cuerpo y su mente para darle placer.

Como sugiere Fabiola Trejo: “Recuerda que es una persona completa, que se note que estás interesado en toda ella y no solo en encontrar el movimiento ideal. Notamos cuando están más concentrados en la tarea que en nosotras”.

Para coger bien hay que pensar menos, sentir más y disfrutar todavía más.