En las elecciones del 4 de junio lo que se juega es la democracia


DE TIEMPO Y CIRCUNSTANCIAS

El proceso electoral en el Estado de México entra en su fase final. Cuando concluya la elección, el resultado mostrará muchas lecturas. Tenemos por un lado el hecho de que el presupuesto del Estado de México será una bocanada de oxígeno para el vencedor, y esto puede ser la tablita de salvación para el PRI; o el apoyo económico para los programas clientelares del presidente López Obrador, vitales en su proyecto de permanencia en el poder. Por otro lado, nuestra democracia corre el riesgo de convertirse en dictadura de partido si el resultado es favorable a Morena. El Estado de México es, en el concierto nacional, la entidad más importante, tanto en presupuesto como en cantidad de votantes en el país.

El INE ha avalado un padrón de más de 12 millones de votantes que habrán de acudir a las urnas. Al momento de escribir este artículo, Morena ha venido perdiendo una ventaja considerable, que la oposición ha descontado hasta convertirla en una ventaja leve. De modo que aún no hay nada escrito. Existe la posibilidad de que al momento de la votación haya una sorpresa y que gane Alejandra del Moral con la alianza de PRI, PAN y PRD.

La cantidad de recursos desplegada por Morena para apoyar a su candidata, Delfina Gómez, supera por mucho a lo que la alianza PRI, PAN, PRD puede aportarle a su candidata, Alejandra del Moral. Sin embargo, la segunda ha venido, como apuntamos anteriormente, descontando la ventaja.

UN ESTADO FALLIDO

La elección sucede en un momento álgido. Por un lado, está reciente la “expropiación temporal” de la concesión ferroviaria, y el retiro de la oferta de venta de Citibank de su banco en México; Banamex, al ver que su comprador retiró su oferta de compra y el presidente de la república expresó su interés en el banco, retiró su oferta de venta y la pospuso para 2025, cuando haya otro presidente.

Esto hace evidente que la confianza de los inversionistas en el gobierno es prácticamente inexistente, y esa falta de confianza se puede traducir en un apoyo a la alianza opositora para conservar el Estado de México fuera de la esfera de influencia de Morena. La situación en la que estamos se encuentra definida en la clasificación de Estado fallido.

Esto en función de varios tópicos: la pérdida de los índices de seguridad y el crecimiento del dominio de organizaciones criminales que ya han penetrado las estructuras políticas como parte integrante de estas aprovechando la política de abrazos no balazos; en Estados Unidos, el jefe del Comando Norte denunció —en marzo de 2021— que 35 por ciento del territorio nacional está dominado por el narco; la pérdida de los niveles educativos con un proyecto educativo interesado en mantener bajos niveles académicos; la pérdida de los niveles de atención médica y, como consecuencia, el aumento de mortandad en la población. Y estos son solo algunos de los rubros que evidencian la condición de Estado fallido en que se instala el gobierno lopezobradorista.

AMLO Y LAS LEYES

La encuesta de Massive Caller da 46.4 por ciento para Delfina y 42.1 por ciento para Alejandra, lo que reduce la ventaja morenista de 5 a 4.3 por ciento, y hay todavía un 11 por ciento de indecisos. El corredor azul, conformado por los municipios de Naucalpan, Atizapán, Tlalnepantla y Cuautitlán, podría ser el factor que revierta la elección. Sin embargo, una decisión apretada a favor de Alejandra no será aceptada por el presidente López Obrador.

AMLO se ha ostentado como un presidente que sin el menor tapujo ha traicionado la promesa de respetar y hacer valer la Constitución de México y viola el ordenamiento legal cada que se opone a sus intereses. Así, emite decretos inconstitucionales para evitar la rendición de cuentas de sus obras magnas, viola las disposiciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y hace promoción de los candidatos de Morena en contra de lo establecido en la ley electoral, ignorando las amonestaciones del tribunal electoral. De esta forma, el presidente demuestra que no tendrá límites en su cruzada para mantenerse en el poder y que la democracia, si va en contra de su interés, habrá de violarla.

Si Alejandra del Moral consigue más de dos terceras partes del 11 por ciento de los votantes indecisos quedaría con 51 por ciento de la preferencia electoral, lo cual es una diferencia escasa y AMLO impugnará la elección por todos los medios a su alcance.

RECONQUISTAR LA DEMOCRACIA

El presidente ahora encara el fracaso de su gestión como gobernante. Estamos frente a una crisis fiscal y se avecina una crisis económica. El presidente lo sabe y en una de sus conferencias la anunció para 2025. Esto lo lleva a tomar decisiones drásticas para conservar el poder. Las sorpresas que pueden depararnos el próximo año traen consigo la pérdida de nuestra democracia, y esto es de la mayor importancia.

La oferta de Morena es un Estado autoritario con elecciones simuladas y sin el mínimo estado de derecho donde la corrupción y la opacidad de la administración pública sean el común denominador. Esto es lo que se juega en la elección del Estado de México.

Dos son los sectores en el Estado de México. Uno, el de los beneficiados por los programas sociales que están temerosos de perder los beneficios. Y otro, el de los ciudadanos que se percatan de la ruta de fracaso para el país a la que nos conduce López Obrador. Se supone que habrá una asistencia del 53 por ciento de los votantes registrados en el padrón electoral, pero si se lograse abatir la abstención electoral y llegaran 60 por ciento de votantes, la elección podría voltearse.

La democracia así, como cualquier democracia, depende de que los votantes se concienticen y acudan a ejercer sus derechos. Es la última llamada, y es imperioso atenderla. Si el electorado no asiste masivamente a las urnas, el pecado de la abstención hará que terminemos llorando la pérdida de la democracia; si se atiende al llamado se dará un paso más, pero faltarán muchos, para reconquistar la democracia que hoy Andrés Manuel López Obrador amenaza con arrebatarnos.

VAGÓN DE CABÚS

La marcha por la SCJN para retirar a los agitadores que la bloqueaban tuvo éxito, y se desbloqueó el acceso, así como que se retiraron los carteles vejatorios a la corte y a la ministra presidenta. El hecho de haber agredido, a través del gobernador de Veracruz y un grupo de choque, al máximo tribunal del país es un anuncio clarísimo de los tiempos por venir. Ojalá que aún sea posible detener la debacle. N

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Salvador Casanova es historiador y físico. Su vida profesional abarca la docencia, los medios de comunicación y la televisión cultural. Es autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.

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