El vergonzoso papel de Alejandro Moreno: destruir al PRI y de paso a la oposición de México

Alejandro Moreno, presidente del PRI |  FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM. FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM
Alejandro Moreno, presidente del PRI | FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM. FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM

Se llevaron a cabo las elecciones que anteceden la disputa por el poder federal en 2024. En Coahuila el ganador fue Manolo Jiménez, candidato del PRI, PAN y PRD. La mayor parte del mérito de su triunfo se debe conceder al gobernador, Miguel Ángel Riquelme, que supo elegir a quien será sucesor en el gobierno del estado.

En el Estado de México el triunfo fue para Delfina Gómez, quien será la primera gobernadora en la historia de la entidad y fue candidata de Morena, PT y Partido Verde. Su designación para competir la debe a Andrés Manuel López Obrador, que con 10 meses de anticipación la sacó de la Secretaría de Educación Pública y la ubicó en el Edomex como súper delegada de Morena, que le permitió llevar a cabo durante más de un año el trabajo político que se coronó con su triunfo.

La jornada política deja lecciones que deben ser destacadas. Se confirmó la tendencia del retroceso del PRI que, en el sexenio de López Obrador, participó en 25 elecciones estatales de las que perdió en 23. Mantiene los gobiernos de Durango y Coahuila, entidades que lo marcan como un marginal de la política actual y la que vendrá en el escenario de 2024.

La derrota del PRI debe acreditarse a Alejandro Moreno “Alito”, que desde que asumió la presidencia del partido trabajó para tener el control mayoritario de su estructura interna, nombrando a sus incondicionales, y tomar las determinaciones importantes. Así logró su estancia en el encargo hasta después de las elecciones de 2024 y la oportunidad de postularse como candidato.

En los cuatro años que “Alito” tiene como presidente del PRI se ha visto envuelto en escándalos de corrupción, algunos ventilados por la gobernadora Layda Sansores desde Campeche, estado del que fue gobernador. Para dominar al interior del Partido fragmentó su estructura, desatendió a los sectores que lo integran, Obrero, Campesino y Popular y se rodeó de los incondicionales que se benefician de su “liderazgo”. Los gobernadores que militaban en el PRI “perdieron” las elecciones y aceptaron embajadas de López Obrador.

Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI; Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD; Alejandra del Moral, candidata de la Alianza Va Por el Estado de México, y Marko Cortés, presidente nacional del PAN; en conferencia de prensa tras el cierre de las casillas en que se declararon ganadores de la elección para gobernadora del Estado de México. Horas después, los tres líderes se desaparecieron y Alejandra del Moral tuvo que su asumir sola su derrota.
FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM

El antecedente remoto del PRI está en el año 1929. Hoy atraviesa por el peor momento de su historia y da la impresión de que su decadencia corresponde a un modelo diseñado de antemano.

La elección la más importante para el futuro del PRI fue la del Estado de México. No sólo por tener el padrón electoral más grande del país, sino por sus recursos financieros con los que en 2024 podría ser beneficiado el candidato o candidata de Morena a la presidencia. Aparentemente todo salió mal para Alejandro Moreno que no supo o no quiso, impulsar a la candidata Alejandra del Moral, al mantener, con su actitud, las diferencias que tuvo con el gobernador Alfredo del Mazo, desde que no pudo imponer a su candidata. Su omisión y participación marginal es parte de las causas que mantienen al PRI en agonía.

Para Alejandro Moreno el final de la jornada electoral en el Estado de México fue la oportunidad para exhibir su imagen, al portar una camisa con su apodo “Alito”, como si la figura principal fuera él. Presionó para que Alejandra del Moral se autoproclamara vencedora, sin serlo. Al reconocer su derrota al lado de la candidata del PRI estaba Santiago Creel. Destaca la ausencia del Alejandro Moreno que corrió a levantar la mano de Manolo Jiménez en Coahuila. En la derrota la soledad es compañera.

El resultado de las elecciones en el Estado de México tendrá consecuencias en el futuro inmediato de Alejandro Moreno, la alianza que mantiene con el PAN y PRD, desde su PRI, podría ya no ser conveniente para Acción Nacional. En el 2024 estaría cargando el peso muerto del PRD y al moribundo PRI. Una posible ruptura de la Alianza tendría más que ver con las ambiciones y fantasías de Alito de ser candidato del PRI a la presidencia de la república.

Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI; Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD; Alejandra del Moral, candidata de la Alianza Va Por el Estado de México, y Marko Cortés, presidente nacional del PAN; en conferencia de prensa tras el cierre de las casillas en que se declararon ganadores de la elección para gobernadora del Estado de México. Horas después, los tres líderes se desaparecieron y Alejandra del Moral tuvo que su asumir sola su derrota. FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM
Alejandro Moreno, presidente del PRI | a FOTO: CUARTOSCURO.COM

El animal político que vive en Alejandro Moreno dice que para él perder en el Estado de México no significa estar derrotado porque en su horizonte se abre la posibilidad de establecer otra alianza, esta vez con Morena, y construir una mayoría legislativa para cambiar la Constitución a modo del partido dominante, tal y como lo hizo el PRI en el siglo pasado.

El negociante que vive en Alito le dice que desde la presidencia del PRI podrá ser candidato, pero también lucrar con las candidaturas de los puestos de elección popular que estarán en juego en todo el país en 2024.

Si hubo un modelo a seguir para destruir al PRI “Alito” ha sido del todo eficaz. Si pudo acabar con el partido es porque no existe una militancia real y solo se “opone” ocasionalmente, la cúpula de políticos que se beneficiaron por décadas. Recordemos que la política y la disputa por el poder no tiene relación con la moral. No debe confundirse.

El resultado electoral en el estado de México deja a dos mujeres felices. Delfina Gómez que será gobernadora y Claudia Sheinbaum que le cumplió al presidente el encargo de llevar al poder a la maestra. Este día termina la marcha y empieza la carrera para alcanzar el poder en 2024.

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