El tsunami de lodo que ha provocado el mayor desastre ambiental de Brasil

Durante 17 días, la gigantesca masa gelatinosa marrón atravesó lentamente más de 500 kilómetros en el río Doce de Brasil para desembocar en el océano Atlántico. Hacia el este, en el mar, la mancha de lodo y residuos minerales se extiende ahora a lo largo de cinco kilómetros y siete hacia el sur, dejando tras sí 800 peces muertos.

REUTERS/Ricardo Moraes
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Esa es la imagen del mayor desastre ambiental en Brasil. Se desató el 5 de noviembre, con el colapso del dique de una mina de hierro en Bento Rodrigues, un pequeño pueblo próximo a la ciudad de Mariana, en el estado de Minas Gerais, dejando 12 personas muertas y otras 12 desaparecidas. 55 millones de metros cúbicos de lodo y desechos –que podrían llenar 25,000 piscinas olímpicas- se abrieron paso en el sureste de Brasil, llegaron al río Doce y lo surcaron hasta salir al mar.

El dique pertenecía a la empresa Samarco, propiedad de la brasileña Vale y la anglo-australiana BHP Billiton. La prensa brasileña, que ha dado amplia cobertura al desastre ambiental, se refiere a él como “tsunami de lodo”.

El Instituto de Gestión del Agua de Minas Gerais asegura que ha detectado en el lodo sustancias tóxicas como el mercurio, el arsénico, el cromo y el manganeso en niveles superiores a los límites de consumo humano. Los biólogos creen que podría tomar 30 años sanear la cuenca del Rio Doce.

Otros son más pesimistas.

"El flujo de nutrientes en toda la cadena alimentaria en la tercera parte de la región del sudeste de Brasil y la mitad del Atlántico sur se verá comprometida por un mínimo de 100 años", afirmó a BBC Andrés Ruchi, director de la Escuela de Biología Marina en Santa Cruz, en el estado de Espirito Santo, el segundo afectado por la catástrofe.

Al menos dos toneladas de peces muertos fueron retiradas del río Doce entre el 22 y el 23 de noviembre, de acuerdo con la red Globo.

REUTERS/Ricardo Moraes
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Muchas especies de vida marina se alimentan y se reproducen cerca de la desembocadura del río, incluyendo tortugas laúd y caguama, ballenas y delfines. Los científicos dicen que el sedimento del lodo podría reducir el oxígeno y alterar los niveles de pH en el agua, causando un gran daño a la vida acuática.

El lodo amenaza también la reserva natural Comboios, uno de los pocos sitios de anidación regulares para la tortuga laúd, que está en peligro de extinción. El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) y el Instituto de Conservación y Biodiversidad Chico Mendes (ICMBio) también observan de cerca las tortugas marinas caguama, que ponen sus huevos en las playas cerca de la desembocadura del río.

Activistas y empleados de las organizaciones gubernamentales han comenzado a evacuar tortugas jóvenes de la zona, en un esfuerzo por proteger a las especies más amenazadas y de la biodiversidad de la región.

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Costosas labores de limpieza

Samarco, el operador de la mina donde se encontraba el dique, ha contratado a pescadores locales para enterrar a los peces muertos, y les paga 27 dólares diarios, una verdadera fortuna en Brasil. Otros le rentan sus barcos a la empresa minera por un cargo extra.

La compañía erigió nueve kilómetros de barreras flotantes en un esfuerzo por proteger la orilla del río. También ensanchó la desembocadura para permitir que el lodo fluya más rápido en el océano, donde las toxinas se diluirán al extenderse en un área mucho más amplia.

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Samarco ha acordado pagar unos mil millones de reales (262 millones de dólares) para cubrir los gastos e indemnizaciones de limpieza, una cifra que, según la empresa, ya excedió su límite de seguro por daños civiles.

También fue multado con 250 millones de reales por el regulador ambiental de Brasil a causa de la contaminación de los ríos y los daños a las zonas urbanas donde el servicio de agua ha sido suspendido. Al menos 280,000 personas se han visto afectadas por esa causa.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, adelantó que la compañía podría recibir más penalidades de otras agencias federales o estatales.

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De hecho, la fiscalía del estado Espíritu Santo ya le pidió a Samarco que presente todas sus pólizas de seguros, so pena de enfrentar una multa de un millón de reales diarios (más de 270,000 dólares).

Y la catástrofe ambiental ha generado también una oleada de solidaridad entre los brasileños. Se recogieron donativos destinados a la ciudad de Mariana y sus alrededores, afectados por el tsunami de lodo. Los ingresos de un concierto de Caetano Veloso, Criolo y Jota Quest, previsto para el 8 de diciembre, será destinado a las víctimas.