El tierno vídeo que muestra el maravilloso trabajo de un perro de terapia

JJ tiene un trabajo. Un trabajo muy importante. Se dedica a consolar a los pacientes del Samaritan Evergeen Hospice de Albany (Estados Unidos). Es lo que ha hecho prácticamente desde que nació hace un año, y lo que seguirá haciendo a lo largo de su vida. JJ es un perro de terapia que ayuda las personas que no suelen tener muchas visitas a pasar el rato. A que se sientan mejor al acariciarle. A que sonrían cuando vean su tierna y un poco bobalicona expresión.

Y eso es justo lo ha hecho JJ con una mujer de 93 años de edad. Una anciana ciega que está aquejada de una grave enfermedad que ha debilitado tanto su cuerpo que no puede abandonar la cama y muchos días ni siquiera puede moverse o hablar. Pero que pudo mover su mano al notar el suave pelo de JJ en su piel y que reaccionó cuando el perro le lamió en busca de más carantoñas.



El vídeo del momento, compartido en Facebook en la página que los cuidadores de JJ le han dedicado, se ha convertido en todo un fenómeno viral: acumula casi 300.000 me gusta y ha sido compartido casi 240.000 veces.

En él se puede ver a JJ en acción mientras suena una grabación del poema del autor irlandés William Butler Yeats ‘¿Y ahora qué?’, que la anciana va siguiendo, repitiendo palabras. Mientras, JJ sigue haciendo su estupendo trabajo.

¿Y ahora qué?

En la escuela imaginaron sus camaradas preferidos
Que llegaría a ser hombre famoso:
Él también lo pensaba y respetó las reglas,
Sus años veinte de labor repletos:
“ ¿Y ahora qué?”, cantaba el fantasma de Platón.
“ ¿Y ahora qué”

Todo lo que escribió fue leído,
Y ganó después de algunos años
Dinero suficiente para lo necesario,
Amigos que han sido verdaderos amigos;
“¿Y ahora qué?”, cantaba el fantasma de Platón.
“¿Y ahora qué?”

Sus sueños más felices se realizaron:
Una casita antigua, mujer, hija e hijo,
Tierras donde crecían ciruelos y repollos,
Poetas y personas de ingenio se agrupaban en su entorno;
“¿Y ahora qué?”, cantaba el fantasma de Platón.
“¿Y ahora qué?”

«La obra está terminada», pensó ya de anciano,
«De acuerdo con mis planes juveniles;
Y que rabien los necios, yo en nada me desvié,
Algo llevé a la perfección”;
Pero aún más fuerte cantó el fantasma:
“¿Y ahora qué?”.