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El show de AMLO para celebrar el nuevo muro de Trump

Mexican President Andres Manuel Lopez Obrador (C below) greets people as he arrives to a rally to 'defend mexican dignity' in Tijuana, Baja California state, on June 8, 2019, Mexico. (Photo by Guillermo Arias / AFP)        (Photo credit should read GUILLERMO ARIAS/AFP/Getty Images)
Foto: GUILLERMO ARIAS/AFP/Getty Images

La amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a todos los productos elaborados en México, con el argumento de que el gobierno no hace lo suficiente para detener el flujo migratorio y tampoco frena la entrada de drogas que provocan la muerte a miles de estadounidenses, provocó la reacción del gobierno mexicano que, de inmediato envío una delegación, encabezada por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

El conflicto planteado por el presidente Trump se ubica en el contexto del inició de la campaña que lo llevaría a su reelección en la que utilizaría una vez más el discurso antimexicano que le fue útil para llegar al poder.

La mesa de negociación para solucionar el problema se caracterizó por la presencia, de parte del gobierno de Estados Unidos, del vicepresidente, Mike Pence, y el secretario de Estado, Michael Pompeo, los dos políticos de más alto nivel de Donald Trump y la ausencia del encargado del comercio en ese país, lo que puso en evidencia que el problema no era económico ni financiero, sino político.

En el transcurso de los días de crisis el gobierno de Andrés Manuel López Obrador endureció su política migratoria en los hechos, aunque mantuvo el discurso de libre tránsito y respeto a los derechos humanos de los migrantes.

Al termino de las negociaciones el canciller Marcelo Ebrard informó que se llegó al acuerdo con el gobierno de Estados Unidos de suspender la imposición de aranceles a los productos elaborados en México y de inmediato se enviará a la frontera sur del país 6 mil efectivos de la Guardia Nacional, para regular el flujo migratorio. Para el canciller este resultado fue un triunfo.

Por su parte el presidente Donald Trump manifestó su satisfacción por haber terminado la negociación y comentó en su twitter: “México se esforzará mucho, y si hacen eso, este será un acuerdo muy exitoso entre Estados Unidos y México.” (La Jornada, 9 de junio de 2019)

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El acuerdo amplía la capacidad de Estados Unidos para deportar a México a los solicitantes de asilo de otros países en toda su frontera, sin límite de número.

Además, Trump anunció que se acordó que México empiece de inmediato a comprar grandes cantidades de productos agrarios de “grandes granjeros patriotas”. Sector adversamente afectado por su guerra comercial contra China.

El acuerdo permite que Trump repita su estrategia dentro de 90 días, lo que implica que podría decir que México no está cumpliendo con sus compromisos y que tiene que hacer más, sin ninguna obligación para Estados Unidos.

Con este contexto como escenario el presidente López Obrador mantuvo su convocatoria y realizó un acto en defensa de la dignidad y de unidad nacional el sábado en Tijuana, al que asistieron grupos sociales, legisladores, ministros de la Corte, gobernadores, líderes políticos, empresariales, sociales y religiosos.

En su discurso López Obrador dijo que a Donald Trump no le levantó un puño cerrado sino una mano abierta y franca, “porque reconozco que hubo voluntad política de su parte para alcanzar un acuerdo que impidió aplicar aranceles a los productos mexicanos a partir del lunes.” Ahora sigue cumplir puntualmente los compromisos asumidos con el gobierno de Estados Unidos.

Los compromisos del gobierno de López Obrador son reforzar las fronteras, aplicar la ley y respetar los derechos humanos; promover la aplicación del programa de desarrollo de la Cepal para impulsar actividades productivas y crear empleos en Centroamérica y en el sur-sureste de México.

A partir de esta semana el gobierno mexicano ofrecerá ayuda humanitaria, empleo, educación, salud y bienestar a migrantes que esperen en México para ingresar legalmente a Estados Unidos.

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La convocatoria de López Obrador tuvo un alto contenido propagandístico. En el pasado empleaban esta estrategia presidentes, como Luis Echeverría, cuando deseaban reforzar el nacionalismo mexicano invocando en su discurso a un agresor externo para lograr el apoyo y reconocimiento popular.

El presidente López Obrador presentó como un triunfo el desenlace de las negociaciones. El que realmente ganó fue Trump que logró que México refuerce su frontera sur. Ganó al desestimular los litigios de asilo en su país al hacer que los refugiados pasen un tiempo indefinido en los campos de refugiados en México, esperando una resolución que al final podría ser negativa. Ganó porque obtuvo un triunfo político para sus propósitos electorales.

Para Donald Trump la imposición de aranceles a México fue un tema de propaganda para refrendar el apoyo de sus seguidores en las urnas. La convocatoria de Ya Sabes Quién fue inútil. Nadie sabe para quién trabaja. Mejor imposible. Trump Sonríe.